Descolonización de Asia y África: Un proceso complejo y sus consecuencias

La descolonización de Asia y África

La independencia de la India

La península de Indostán pertenecía al Imperio Británico desde el siglo XVII. Los comienzos del proceso se habían gestado durante la Segunda Guerra Mundial. Tras ella, Londres se dio cuenta de la imposibilidad de mantener la colonia: uno de los líderes indios, Mahatma Gandhi, propugnó la negativa de la población a cooperar con las autoridades coloniales británicas, pero sin recurrir a la violencia. El gobierno británico decidió conceder la independencia.

División de la India

Dividieron la India en dos estados según las creencias religiosas de sus poblaciones: la Unión India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana. Los costos de la división fueron muy grandes, dado que abundaron conflictos territoriales y religiosos en los que se produjeron sangrientos enfrentamientos en regiones donde vivían musulmanes e hindúes. Además, Pakistán ha nacido dividido en dos territorios, uno al oeste y otro al este de la India.

En 1971 se produjo un conflicto armado entre los dos territorios del que surgió un nuevo estado: Bangladesh.

La independencia de Indochina

Fue fundamental la resistencia nativa durante la ocupación japonesa del territorio indochino, que proporcionó la formación de una Liga para la Independencia de Vietnam (Viet Minh), movimiento controlado por los comunistas y presidido por Ho Chi Minh, que desembocó en la proclama de la República Democrática de Vietnam. Francia no reconoció la independencia y trató de recuperar militarmente los territorios. Las milicias del Viet Minh fueron apoyadas por la República Popular China, mientras los franceses comenzaron a recibir ayuda de los Estados Unidos, que intentaban impedir el avance comunista en Asia. El ejército colonial francés fue derrotado, Francia debió reconocer la independencia de sus colonias en Indochina.

División de Indochina

Se dividió Indochina en tres estados: Laos, Camboya y Vietnam. Pero Vietnam quedó dividido por el paralelo 17, quedó Vietnam del Norte, que se instauró un régimen comunista, y Vietnam del Sur, que tenía un régimen prooccidental. Ambos regímenes se enfrentaron militarmente y de la victoria de Vietnam del Norte surgió la unión de los dos países y la formación de la República Socialista de Vietnam.

Descolonización en África

Fue un proceso poco conflictivo, excepto en aquellos casos en los que las presiones de las colonias europeas resultaron significativas. A partir de 1945, las posiciones favorables a la descolonización del gobierno laborista británico coincidieron con la toma de conciencia política de los países afroasiáticos. El principal problema era que en África se habían desarrollado menos que en Asia las estructuras del gobierno con participación de la población autóctona.

El caso de Argelia

La guerra perdida por Francia en Indochina desencadenó los procesos independentistas en las colonias francesas. En Argelia había mucha inmigración francesa. Existía un gran descontento entre los argelinos por la discriminación y la gran diferencia social que había entre franceses y argelinos. Estaban pasando por una miseria económica muy grande. Los argelinos crearon el Frente de Liberación Nacional (FLN), que era un grupo de guerrilleros que buscaba liberar al país de la dominación francesa. El FLN llevó adelante una guerra de guerrillas contra el ejército de ocupación francés. La guerra de guerrillas consistía en atacar al enemigo y desaparecer rápidamente, también realizaban atentados. Los franceses, para desarticular la guerrilla, aplicaron la tortura y las ejecuciones indiscriminadas, métodos que luego enseñaron a los militares argentinos, quienes lo aplicaron en la última dictadura. La guerra entre Francia y el FLN duró desde 1954 a 1962 y culminó con el retiro de los franceses y la independencia de Argelia.

Ideologías de la descolonización

La expansión colonial provocó, no siempre en forma consciente para la metrópoli, una progresiva transformación de las sociedades colonizadas: las élites locales, con las que los agentes imperiales debieron pactar en muchas ocasiones, fueron desplazándose hacia una élite comercial o administrativa. Este nuevo grupo elaboró las principales manifestaciones de carácter racionalista y de él surgieron los líderes de los países que buscaban independizarse. Ejercieron gran influencia las ideas antinacionalistas que se habían forjado en Europa y que se difundieron a través de los partidos comunistas luego del triunfo de la Revolución Rusa. Gracias a eso, animaron a la creación de partidos comunistas en los países dominados y tuvieron una fuerte impronta en los procesos de descolonización.

Defensa de la cultura autóctona

Las ideologías emancipadoras se fundamentaron en la defensa y recuperación de los valores de la cultura autóctona. Este era el caso de las ideas de la negritud, de las posiciones defendidas por quienes adherían al panafricanismo y el panislamismo. También existía un movimiento que defendía las tradiciones de la civilización hindú para el caso de la India. Todos esos movimientos proponían la solidaridad y la unión entre los pueblos que compartían tradiciones.

Causas de la descolonización

Uno de los desencadenantes fue la Segunda Guerra Mundial. El debilitamiento momentáneo de la mayoría de las potencias coloniales y la ruptura parcial o total de relaciones con sus posesiones acabaron con el equilibrio político que había existido anteriormente. Los pueblos coloniales habían asistido a una ola de desastres: hundimiento de Bélgica y los Países Bajos, eliminación del ejército francés, repliegue del Reino Unido. Europa perdía todo el halo de omnipotencia que parecía tener. En algunos territorios ocupados, las poblaciones quedaron aisladas de sus metrópolis y estuvieron expuestas a propagandas antioccidentales. Por otra parte, la guerra reforzó los movimientos nacionalistas. Las consecuencias de la lucha entre la libertad y el totalitarismo no se limitaron a Europa, ya que esta había hecho que los pueblos dominados participaran de ella. Además, las nuevas fuerzas dominantes de la política mundial, Estados Unidos y la URSS, eran estados que se oponían firmemente a la existencia de colonias. También fue muy importante el papel de la ONU.

La herencia colonial

Los nuevos países, recién descolonizados, debieron enfrentarse a nuevos y graves problemas, tanto económicos como políticos. Los problemas fueron herencia del proceso de descolonización y de las dificultades para integrarse al sistema económico internacional, así como para conseguir estabilidad interna. La primera limitación para el total desarrollo de estos nuevos países fue la situación de empobrecimiento económico en la que iniciaron su camino como naciones independientes, luego de la expoliación sufrida por las potencias coloniales, que habían estructurado las economías de las colonias según sus necesidades, sin tener en cuenta ningún tipo de consecuencia. Esta situación de empobrecimiento estaba caracterizada por niveles de renta muy bajos, predominio del sector primario, escasez de infraestructura de comunicaciones, dependencia comercial y tecnológica de los países ricos y crecimiento económico muy bajo. A nivel social, el principal problema fue la insuficiencia de las estructuras sanitarias y educativas, que impedía el desarrollo futuro de la población y provocaba que el nivel sanitario y de bienestar en general fuese muy bajo. El tercer factor fue la inestabilidad política. Los nuevos estados intentaron copiar los modelos políticos dominantes en ese momento, ya fuese el capitalismo occidental o el comunismo, pero la aplicación de estos modelos sobre situaciones sociales y culturales muy distintas de las occidentales acabó por fracasar y generar situaciones de inestabilidad política casi crónicas.

La formación del Tercer Mundo

La descolonización de los países africanos y asiáticos dio origen a un conjunto de países nuevos que, junto a las naciones latinoamericanas, conformó un grupo de estados que compartían situaciones de pobreza y escaso desarrollo económico.

En 1952, el demógrafo, antropólogo e historiador de la economía Alfred Sauvy, haciendo un paralelismo con la situación de la sociedad francesa antes de la Revolución de 1789, definió a este grupo de países como Tercer Mundo, concepto eminentemente político que recordaba al Tercer Estado francés. El Tercer Mundo se definía por contraposición al Primer Mundo, que se refería a los países capitalistas, y al Segundo Mundo, que hacía referencia a los países comunistas.

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