Los Reinos Cristianos en la Edad Media: Reconquista, Cultura y Arte

Los Primeros Núcleos de Resistencia Cristiana en la Península Ibérica

En las tierras al norte del Duero y del Ebro, no ocupadas por los musulmanes, desde mediados del siglo VIII surgieron los primeros reinos cristianos. Tradicionalmente, se considera como punto de inicio del Reino Astur-Leonés la batalla de Covadonga (722). Al frente de los astures estaba Pelayo. Las luchas internas entre los musulmanes facilitaron el avance del reino y se estableció la corte, de inspiración visigoda, en Oviedo. Con Alfonso III llegaron hasta el Duero y, a comienzos del siglo X, trasladaron la capital a León. Se ocupó Salamanca y Sepúlveda, tras la derrota musulmana de Simancas (939).

El Condado de Castilla surgió hacia 951, cuando el conde Fernán González impuso su autoridad en los condados orientales y su autonomía en el reino leonés. En Navarra, vascones y muladíes, tras la batalla de Roncesvalles (778), expulsaron a los carolingios. En el 810, los Arista fundaron el Reino de Navarra y vencieron a los musulmanes en Albelda. En el siglo XI, Sancho III el Mayor ejerció su hegemonía sobre los reinos cristianos.

En la zona pirenaica, los francos fundaron una serie de condados para proteger su frontera meridional. El Condado de Aragón, independiente en el siglo IX, se vinculó por matrimonio a Navarra y se transformó en reino en 1035. Los Condados Catalanes, a finales del siglo VIII, formaron la Marca Hispánica, frontera oriental del Imperio carolingio. A finales del siglo X, el conde Wifredo el Velloso impuso su autoridad en la zona e inició la expansión hacia el sur. Con Borrell II se independizaron de los reyes francos.

Principales Etapas de la Reconquista (Siglos XI-XIII)

La Reconquista es el proceso de expansión de los reinos cristianos hacia Al-Ándalus, que duró ocho siglos.

Siglos VIII al XI: Consolidación de los Núcleos Cristianos

Los núcleos de resistencia cristianos consolidaron su territorio y avanzaron hacia el sur. En el siglo X, el reino leonés alcanzó el Duero, tras la victoria de Simancas. En la zona oriental, era difícil el avance por el valle del Ebro.

Del Siglo XI a la Mitad del Siglo XII: Conquista de los Valles del Tajo y del Ebro

La toma de Toledo (1085) por Alfonso VI de Castilla llevó la frontera al sur del Tajo. Poco después, el Cid conquistó Valencia. Los almorávides detuvieron el avance en Sagrajas y recuperaron Valencia, pero no pudieron evitar la conquista de Zaragoza (1118) por Alfonso I de Aragón.

Segunda Mitad del Siglo XII: Valles del Guadiana, Alto Júcar y Turia

Se formó la Corona de Aragón con la unión dinástica de Aragón y Cataluña, consolidando la frontera en Tortosa y Lérida. Castilla-León experimentó una crisis política, se separó Portugal en 1143, y en 1157, Alfonso VII dividió el reino: León y Castilla. Los pactos de reparto y colaboración entre Castilla y Aragón, el Tratado de Tudilén (1151) y el Tratado de Cazola (1179), resultaron en la conquista de Teruel por Aragón y la de Cuenca por Castilla.

Siglo XIII: Conquista del Valle del Guadalquivir, Levante y Baleares

La coalición de Castilla, Aragón, Navarra y nobles europeos derrotó al ejército almohade en las Navas de Tolosa (1212). Esto facilitó la conquista de Extremadura por Alfonso IX de León y la conquista de Andalucía y Murcia por Fernando III de Castilla, quien también reunificó Castilla y León en 1230. Alfonso X culminó la toma de Andalucía occidental. En Aragón, Jaime I conquistó Baleares y Valencia en 1238, llegando a Biar (Alicante). Tan solo quedó el Reino de Granada, vasallo de Castilla, hasta que a finales del siglo XV fue conquistado por los Reyes Católicos.

Repoblación y Organización Social

El reparto y explotación de las tierras conquistadas, conocido como repoblación, presentó distintas modalidades:

Siglos VIII al X

  • León: Nobleza y clero obtuvieron tierras por donaciones reales y encomendaciones campesinas. En la frontera, campesinos libres ocuparon la tierra (presura) con apoyo real.
  • Castilla: En zonas peligrosas, el rey otorgó a campesinos-guerreros el estatuto de benefactoría por la defensa del territorio.
  • Cataluña: Se repobló con campesinos libres (aprissio), pero luego los reyes entregaron las tierras a los nobles, sometiéndolos a la servidumbre.

Siglos XI al XII

  • Entre el Duero y el Tajo: Los reyes concedieron Cartas Puebla a los municipios a cambio de fortificar la ciudad y prestar cabalgadas al rey (caballeros-villanos).

Siglos XIII al XV

  • Sur del Tajo, Valle del Guadiana y Guadalquivir: La repoblación quedó en manos de las Órdenes Militares y nobles, recompensados con latifundios. El repartimiento otorgaba donadíos a la alta nobleza y clero, y heredamientos a la nobleza segundona o villana.
  • Valle del Ebro y Reino de Valencia: Se permitió vivir a los musulmanes (capitulaciones). En zonas fronterizas se repobló mediante cartas pueblas o fueros y con Órdenes Militares (Castellón). El resto era para la nobleza y el clero.

Con el tiempo, la nobleza y la Iglesia impusieron el señorío territorial y su autoridad en los señoríos jurisdiccionales, reforzando el sistema feudal.

Diversidad Cultural: Cristianos, Musulmanes y Judíos

Durante la Edad Media, coexistieron tres civilizaciones: cristiana, musulmana y judía. Entre las élites cultas, la convivencia y el conocimiento mutuo aumentaron, como demuestra el esplendor cultural de Córdoba o Toledo en el siglo XIII. Sin embargo, el pueblo sufrió dificultades para practicar sus ritos, presiones para convertirse y persecuciones.

La cultura cristiana, minoritaria, estaba en manos de la Iglesia. La producción literaria se desarrolló en los scriptoria de monasterios como Santo Domingo de Silos. La influencia mozárabe fue decisiva, con obras como el Libro del Apocalipsis de Beato de Liébana (siglo VIII). En el Pirineo oriental, la influencia carolingia propició la copia de libros clásicos y la transmisión de la cultura árabe a Europa. A partir del siglo XI se difundieron las lenguas romances, con textos como las Glosas Silenses y el Poema de Mio Cid (siglo XII). El Camino de Santiago difundió el arte románico y los cantares de gesta. La conquista de Toledo permitió el conocimiento de la cultura árabe y judía, iniciándose la traducción de textos al latín. En el siglo XIII, Alfonso X creó la Escuela de Traductores para transcribir textos al latín y lenguas romances, como las Cantigas de Santa María o las Partidas. Se fundaron las primeras universidades en Valladolid, Salamanca y Sevilla.

Manifestaciones Artísticas

Del siglo VIII al XI destacan las iglesias asturianas (Santa María del Naranco) y las iglesias mozárabes (San Miguel de Escalada). En el siglo XI, el estilo románico se difundió por el norte y la Meseta central (San Martín de Frómista y la Catedral de Santiago de Compostela), y en el Pirineo (Santa María de Tahull). También se construyeron murallas y castillos. En el siglo XII, la orden cisterciense introdujo monasterios austeros con bóvedas de crucería, preludio del estilo gótico. Desde el siglo XIII se construyeron catedrales góticas en Toledo, Burgos y León. En las artes plásticas, destacaron los talleres de escultura en madera, conjuntos escultóricos en piedra (Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, capiteles del monasterio de Silos) y pintura (Beatos del siglo X, Códices de Alfonso X el Sabio, iglesias de Tahull, Panteón de San Isidoro de Sevilla). La música incluyó canto gregoriano, poesía trovadoresca provenzal en Cataluña, cantigas gallegas y música en la corte de Alfonso X.

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