La Segunda República Española: De la Reforma a la Guerra Civil

La Segunda República: El Bienio Reformista (1931-1933)

Constitución de 1931

Tras la proclamación de la Segunda República, se constituyó un gobierno provisional integrado por republicanos y socialistas, presidido por Alcalá Zamora, que convocó elecciones a Cortes Constituyentes. En diciembre de 1931, las Cortes aprobaron la Constitución republicana.

Las Reformas Republicanas

Alcalá Zamora fue designado presidente de la República y se formó un gobierno presidido por Manuel Azaña e integrado por republicanos y socialistas. El nuevo gabinete emprendió una amplia política de reformas:

  • Reforma Agraria: Se decretó la expropiación de tierras poco productivas y su reparto entre el campesinado.
  • Reforma Militar: La renovación de una institución anticuada y con un excesivo número de mandos. Azaña promovió la jubilación de oficiales y cerró la Academia Militar.
  • Reforma Territorial: Para satisfacer las demandas nacionalistas se puso en marcha la elaboración de estatutos de autonomía.
  • Reforma Religiosa: Para reducir la influencia social de la Iglesia Católica se disolvió la Compañía de Jesús y se prohibió la fundación de nuevas órdenes religiosas, así como que estas ejercieran la enseñanza.
  • Reforma Educativa: La desaparición de las escuelas religiosas abrió camino a un impulso de la enseñanza laica, una expansión del sistema educativo primario y a la reforma del sistema universitario.

Las Tensiones Sociales y la Caída del Gobierno

Las reformas enfrentaron al gobierno con aquellos sectores que se sintieron perjudicados por ellas:

  • Los Terratenientes: Desconfiaban de la reforma agraria pues temían perder sus latifundios.
  • La Iglesia Católica: Mostró su hostilidad ante la pérdida de influencia social y su enfrentamiento con el gobierno provocó la expulsión de España del Cardenal Segura.
  • La Cúpula Militar: Se resistía a aceptar medidas como el retiro voluntario de mandos militares y la supresión de la Academia Militar. Fruto de su descontento fue el fracasado golpe de Estado del General Sanjurjo.
  • Las Clases Populares: Tampoco estaban satisfechas ante la lentitud de las reformas y protagonizaron numerosas huelgas.

En enero de 1933 se produjo una revuelta de campesinos anarquistas en Casas Viejas.

La Segunda República: El Bienio Conservador (1933-1936)

Los Gobiernos Radical-Cedistas

En las elecciones de 1933, los partidos de izquierda se presentaron divididos y desgastados por los dos primeros años de gobierno. En consecuencia, los partidos de derecha y de centro se hicieron con la mayoría de escaños en las Cortes, especialmente la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) y el Partido Radical. Estas dos formaciones políticas constituyeron una alianza por la que Alejandro Lerroux fue jefe del gobierno. El nuevo gabinete llevó un giro conservador e hizo reformas frente al nuevo gobierno:

  • La Reforma Agraria: Fue suspendida y algunas de las tierras expropiadas fueron devueltas a sus antiguos propietarios.
  • Retorno de los Jesuitas: Se aprobó y se estableció una política de colaboración con la Iglesia Católica.
  • Amnistía al General Sanjurjo: Se concedió, que se exilió a Lisboa y continuó conspirando contra la República.

Las Revueltas de Octubre de 1934

Se produjo un cambio de gobierno con la entrada de varios ministros de la CEDA, lo que acentuó la sensación de derechización del gobierno. Ante ello, las organizaciones de izquierdas y nacionalistas protagonizaron grandes revueltas:

  • Asturias: Anarquistas y socialistas desataron una sublevación entre los mineros y ocuparon puestos de la Guardia Civil. El gobierno recurrió al ejército para sofocar la revuelta.
  • Cataluña: El presidente de la Generalitat, Lluís Companys, proclamó el Estado Catalán dentro de la República Española.

La Crisis de Gobierno y la Radicalización Política

Esta nueva crisis impulsó la convocatoria de elecciones para febrero de 1936. En ellas se puso de manifiesto esta radicalización social y política:

  • Las Izquierdas: Se presentaron agrupadas en el Frente Popular, coalición integrada por republicanos de izquierda, socialistas y comunistas. Su programa pretendía reactivar las reformas del periodo anterior y amnistiar a los detenidos por las revueltas de 1934.
  • La Derecha: Concurrió dividida principalmente entre la CEDA, presidida por José María Gil-Robles, el Bloque Nacional, dirigido por José Calvo Sotelo, y otros partidos minoritarios como Falange Española.

El Frente Popular y el Estallido de la Guerra Civil (1936-1939)

El Triunfo del Frente Popular

El Frente Popular triunfó en las elecciones de febrero de 1936, aunque los partidos de derecha también lograron una importante representación parlamentaria. Las Cortes quedaron así divididas en dos bloques enfrentados, mientras que los partidos moderados de centro apenas lograron presencia.

El Gobierno del Frente Popular

Tras las elecciones se constituyó un gobierno dirigido por Azaña e integrado por los partidos republicanos. En mayo sucedió un hecho relevante: Alcalá Zamora fue destituido y Manuel Azaña asumió la presidencia de la República. La presidencia del gobierno recayó en Santiago Casares Quiroga, regionalista gallego, que pronto se vio desbordado por los acontecimientos:

  • La Izquierda: Los sectores más radicales promovieron la ocupación de fincas por parte de campesinos y convocaron constantes huelgas.
  • La Derecha: Grupos fascistas tomaron las calles y se enfrentaron a los militantes de los partidos obreros.

La Conspiración y el Estallido de la Guerra Civil

La conspiración militar contra la República fue tomando cuerpo con el respaldo de grupos de extrema derecha y de sectores católicos y empresariales. El 17 de julio de 1936 empezó la sublevación militar en el Protectorado español de Marruecos, liderada por el general Francisco Franco. Como resultado de esto, el territorio nacional quedó dividido en dos sectores y la guerra civil se hizo inevitable.

Las Causas de la Guerra

  • Grandes diferencias socioeconómicas agravadas por la crisis de 1929.
  • Polarización política y auge de los extremismos.
  • Debilidad de la burguesía liberal y de las instituciones democráticas.
  • Injerencia de potencias extranjeras.

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