El Franquismo: Ideología, Apoyos y Evolución (1939-1975)

Fundamentos Ideológicos y Apoyos Sociales

La prolongada duración del régimen franquista, encabezado por una sola persona, mantuvo un alto grado de homogeneidad. Franco, similar a Rivera en su autoritarismo militar, creó un sistema político nuevo. Nacido en Ferrol en la década de 1890, en una familia burguesa, su carrera militar se desarrolló en Marruecos, marcándolo profundamente. Valiente en combate, prudente y apreciado por sus hombres, a los 33 años era el general más joven del mundo. Con convicciones católicas, austeridad y sencillez, despreciaba la política y los partidos. Sus gobiernos fueron de coalición, demostrando habilidad para medir los tiempos y dejar que las cosas pasaran. Su régimen evolucionó lentamente, sin rupturas bruscas, pero la política al final de su vida difería mucho de la inicial.

Definición del Régimen Franquista

Sin partidos políticos, el régimen fue de partido único: la Falange, con similitudes al fascismo italiano y un carácter regeneracionista y católico. Toleraba cierto pluralismo social y político, siendo un sistema autoritario estable. El ejército y la iglesia fueron apoyos clave. Aunque militar, Franco gobernó con civiles. La Iglesia apoyó el régimen en educación y moral. Existieron diferentes tendencias y grupos, incluyendo monárquicos. El régimen aceptaba los principios del Movimiento Nacional: indefinición, catolicismo y monarquía tradicional. Desde 1945, los partidos fueron sustituidos por colegios, en una «democracia orgánica». La soberanía residía en la nación, sin admitir organización federal o autonómica. Franco afirmaba que España era una monarquía y que nombraría un sucesor como rey.

La Posguerra y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)

Tras la Guerra Civil, España quedó devastada. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, declaró su neutralidad, pero necesitaba recursos y capital. En 1937, Franco creó una junta técnica y unificó los partidos bajo la Falange. En agosto de 1939, formó un gobierno de paz. La política interior se centró en la reconstrucción, creando el Instituto Nacional de la Vivienda (1939) y el INI (1941), presidido por José Antonio Suanzes. También se fundó RENFE. La agricultura fue un fracaso, con un dramático racionamiento. Con la entrada de EEUU en la guerra (1941), el régimen buscó «democratizarse», restableciendo las Cortes en 1942. Se crearon el Consejo Nacional (cámara alta) y el Consejo del Reino. En 1945, con la victoria aliada, se aprobó la Ley de Referéndum y una amnistía. Alfredo Kindelán intentó restaurar la monarquía, pero el nuevo gobierno de julio de 1945 no incluía monárquicos.

El Aislamiento Internacional (1945-1950)

España, con la Falange debilitada, se abría a la monarquía. Tras la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista parecía anacrónico. El Manifiesto de Lausana (1945) de Don Juan de Borbón declaraba la incompatibilidad del régimen con la nueva situación. Franco, molesto, reiteró que España era un reino y él su jefe de estado vitalicio, con un sucesor a título de rey. La relación entre Franco y Don Juan no se rompió del todo, permitiendo que su hijo Juan Carlos se educara en España. Las potencias vencedoras aislaron a España, vista como un peligro. Solo mantuvo relaciones con países iberoamericanos y árabes. El maquis, movimiento guerrillero, fue neutralizado a principios de los 50. Franco aprovechó el aislamiento para impulsar la industrialización y construir complejos sanitarios. La ONU levantó el aislamiento y España ingresó en 1955.

Los Años 50: Expansión e Inflación

La oposición monárquica, dividida, no logró articularse contra Franco. En 1952 se fundó SEAT. La política económica cambió, desmantelando la autarquía. Surgieron las primeras huelgas y el Partido Comunista abandonó la guerrilla. La conflictividad universitaria aumentó, especialmente tras la muerte de Ortega y Gasset.

La Estabilización (1957-1962)

Un reajuste ministerial apartó a falangistas, dando paso a tecnócratas. Franco aprobó la Ley de Principios Fundamentales del Movimiento y la Ley de Procedimiento Administrativo. Se buscó la entrada de España en el Mercado Común Europeo. El Plan de Estabilización (1959), dirigido por Ullastres, tuvo éxito, impulsando la economía.

El Contubernio de Múnich (1962)

Españoles en el exilio, incluyendo a Gil Robles y Madariaga, se reunieron buscando la democracia en España. Franco suspendió el artículo 14. ETA inició sus atentados.

El Desarrollo (1963-1973)

En 1962, Manuel Fraga asumió el Ministerio de Información y Turismo, iniciando una etapa de gran crecimiento económico y social, evitando la apertura política. El Plan de Desarrollo Económico y Social (1963) impulsó la economía, creando polos de desarrollo. España y Japón fueron los países con mayor crecimiento. El turismo se convirtió en un sector clave. La agricultura se estancó, el gobierno impulsó la política hidráulica y la repoblación forestal.

La Lenta Disolución del Régimen

En 1964, se celebraron 25 años de paz. La estabilidad política contrastaba con el envejecimiento del régimen y del propio Franco. A finales de los 60, se inició una tímida apertura. Fraga aprobó la Ley de Prensa. En 1969, Franco nombró a Juan Carlos sucesor a título de rey. En 1973, Carrero Blanco fue nombrado presidente del gobierno, pero fue asesinado ese mismo año. Carlos Arias Navarro asumió la presidencia, iniciando una apertura con la posibilidad de asociaciones políticas, aunque no de partidos. La salud de Franco se deterioró. En 1974, Juan Carlos asumió la jefatura del estado interinamente. En 1975, la Marcha Verde marroquí tensó las relaciones con España. Franco falleció el 20 de noviembre de 1975.

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