El Bloque Occidental y su Influencia en el Mundo (1950-1989)

El Bloque Occidental: Del Bienestar a la Crisis

Años Dorados (1950-1973)

Desde 1950 hasta 1973, la economía occidental creció a un ritmo del 5% anual, el mayor de la historia. Esto se basó en:

  1. El aumento de la productividad: gracias a la difusión de la producción en cadena, que permitió elaborar más productos en el mismo tiempo. Esto permitió bajar los precios, con lo que se amplió el consumo.
  2. El bajo precio de las materias primas y de las fuentes de energía también permitió aumentar la producción y reducir los precios.
  3. La intervención del Estado en la economía: Después de la Segunda Guerra Mundial se aplicaron las doctrinas del economista J. M. Keynes. Keynes defendía que el Estado debía impulsar la economía, creando empresas en sectores estratégicos e invirtiendo en infraestructuras e investigación, y tenía que redistribuir la renta desde los más ricos a los más pobres a través de los impuestos, para aumentar la capacidad de consumo de toda la población.
  4. La fundación de instituciones económicas internacionales: El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial organizaron el sistema financiero internacional, y acuerdos como el GATT liberalizaron el comercio.

Este contexto favoreció la aparición de empresas multinacionales, que se expandieron por todo el mundo.

El desarrollo económico tuvo importantes efectos sobre la sociedad. Se desarrolló completamente la sociedad de consumo. Como los salarios crecieron y los precios de los productos descendieron mucho, cada vez más gente podía comprar vehículos, electrodomésticos, etc. La clase media se convirtió en el grupo mayoritario y su nivel de vida creció lentamente.

La Crisis del Petróleo

A finales de los sesenta, la economía occidental tenía dos problemas: la dependencia del petróleo extraído en Oriente Medio y el aumento de la inflación.

En 1973 se produjo la guerra del Yom Kippur. Egipto y Siria atacaron a Israel, pero fueron derrotados gracias al apoyo de Estados Unidos y los países europeos. La OPEP, dominada por los países árabes, decidió cuadruplicar el precio del petróleo, como represalia por el apoyo occidental a Israel.

La subida del precio del petróleo disminuyó los beneficios y elevó la inflación, pues el petróleo se pagaba más caro. Muchas empresas cerraron y aumentó el paro, algo casi desconocido desde los años cincuenta. Los gobiernos occidentales favorecieron el desarrollo de la energía nuclear, para reducir la dependencia del petróleo. Desde los años ochenta, se aplicaron políticas neoliberales, que disminuían la intervención del Estado en la economía y flexibilizaban el mercado laboral.

Una Época de Fuerte Cambio Social

A pesar de la mejora del nivel de vida, en las sociedades occidentales seguían existiendo problemas y desigualdades. Por ello, surgieron una serie de movimientos sociales de protesta.

  • En los años 50 y 60 surgió el movimiento por los derechos civiles en EEUU, que combatía la discriminación racial. Su principal líder fue Martin Luther King, que se distinguió por su protesta no violenta contra la segregación. Durante los años sesenta los presidentes Kennedy y Johnson aprobaron una legislación no discriminatoria.
  • En aquellos años, nacieron los movimientos feministas, que luchaban por la igualdad legal y laboral entre la mujer y el hombre y el derecho al divorcio, al aborto…
  • Otras protestas tenían una motivación social o política. Las más importantes fueron: en EEUU, la oposición contra la participación en la guerra de Vietnam; en Francia, el movimiento obrero y estudiantil que estalló en 1968; y en todo Occidente, los movimientos pacifistas, en contra de las guerras y la carrera de armamentos.

La sociedad cambió. La juventud adquirió un protagonismo social sin precedentes. Los jóvenes generaron un estilo de vida propio, caracterizado por la moda o la música y con un deseo de transformar la sociedad para hacerla más libre. El principal exponente fue el movimiento hippy.

Japón, la Gran Potencia Asiática

La Ocupación Estadounidense

EEUU derrotó a Japón en 1945 y ocupó el archipiélago. Para evitar nuevos intentos expansionistas japoneses, los estadounidenses desmantelaron el régimen existente: se depuró al ejército y a los funcionarios y el emperador Hirohito fue obligado a renunciar al carácter divino que le atribuía la tradición.

La constitución de 1947 establecía una democracia que garantizaba las libertades y los derechos individuales de los ciudadanos y establecía la soberanía nacional. Además, modernizaron muchas leyes. En 1952 terminó la ocupación estadounidense. Antes, Japón y EEUU habían firmado un tratado de alianza que permitía el mantenimiento de las bases estadounidenses en el archipiélago. De esta forma, Japón quedó dentro del bloque occidental durante la Guerra Fría.

El Milagro Económico

Japón inició su crecimiento económico en los años 50. Durante 20 años, la economía creció a un ritmo más rápido que la del resto de los países, superando el 8% anual. A finales de los años 60 Japón se había convertido en la tercera potencia económica, por detrás de EEUU y la URSS. Esto ha sido llamado milagro japonés.

Explican este milagro cuatro factores:

  1. Japón no había perdido su infraestructura industrial, a pesar de la derrota en la guerra.
  2. El apoyo de EEUU, que estaba interesado en fortalecer a su aliado en Asia.
  3. La limitación de las importaciones de manufacturas y el apoyo a la inversión en educación e investigación tecnológica.
  4. Los acuerdos entre empresas y empleados. En Japón, las compañías se comprometieron a garantizar estabilidad a los trabajadores durante toda su vida laboral, y estos aceptaron sacrificios como contrapartida: salarios reducidos, largas jornadas y cortos períodos de vacaciones. Esto permitió producir a bajo precio y mantener la estabilidad social.

Los sectores industriales de mayor crecimiento fueron el químico, el naviero, el transporte y la electrónica. La mayor parte de la producción quedó en manos de grandes conglomerados industriales, los zaibatsu, como Mitsubishi, Nissan o Toyota.

Otros países siguieron el ejemplo japonés. Son los tigres asiáticos: Corea, Taiwán, Hong Kong y Singapur. Países con una mano de obra barata y que elaboraban productos para exportar a los mercados occidentales. Por eso se habla del modelo asiático de desarrollo económico.

China: Revolución y Maoísmo

Del Imperio a la Revolución

A principios del siglo XX, China estaba gobernada por un emperador, pero este no controlaba algunos territorios, que estaban bajo el poder de las potencias occidentales. La economía estaba atrasada: una agricultura anticuada era la base de la economía, y el desarrollo industrial era prácticamente nulo. La tierra estaba en manos de unos pocos y era trabajada por una masa de campesinos que vivían en un régimen de tipo feudal.

Ante esta situación, surgieron en China movimientos que apoyaban un cambio de régimen político. Finalmente, el emperador fue destituido en 1911 y se instauró una república, gobernada por el Kuomintang, un partido nacionalista presidido por Chiang Kai-shek. Pero el Kuomintang no fue capaz de mantener el orden y durante su gobierno floreció la corrupción.

Entre la oposición crecía la influencia del Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong y perseguido por Chiang Kai-shek. En 1937 Japón invadió China, y comunistas y nacionalistas colaboraron contra el invasor. Pero, tras la derrota nipona en la Segunda Guerra Mundial, comunistas y nacionalistas volvieron a enfrentarse. La guerra civil terminó en 1949 con la victoria comunista. Nacía la República Popular China. Kai-shek y sus partidarios se retiraron a la isla de Formosa, donde fundaron el Estado nacionalista de Taiwán, apoyado por EEUU, pero no fue reconocido por la ONU.

La China Comunista

Mao Zedong dirigió los destinos de China desde 1949 a 1976, fecha de su muerte. En los primeros años China siguió el modelo soviético. Se colectivizó la tierra y se dio prioridad al desarrollo de la industria pesada.

Ya que los resultados no fueron los esperados, Mao decidió desarrollar un modelo propio a partir de 1956, lanzando la política llamada Gran Salto Adelante. La población fue integrada en comunas, centros autosuficientes en los que se combinaba la agricultura y la industria, y en las que todos los aspectos de la vida eran decididos por la colectividad. Esta política fue desastrosa y provocó una hambruna y la muerte de millones de personas.

Ante esto, un sector del Partido Comunista reaccionó y desplazó a Mao del poder. Pero Mao contraatacó y organizó la Revolución Cultural en 1966. Era una política apoyada en las masas que pretendía instaurar un igualitarismo riguroso y acabar con las críticas a Mao. Durante la Revolución Cultural se realizaron purgas en la dirección del partido y se persiguió a numerosos intelectuales, lo que provocó el caos en el país.

La Revolución de América Latina, África y Asia

La Revolución Cubana

Durante la Guerra Fría el hecho histórico fundamental en América Latina fue la Revolución Cubana. Fidel Castro y los guerrilleros del M-26 tomaron La Habana el 1 de enero de 1959, tras varios años de lucha de guerrillas. Así se produjo la caída del dictador Fulgencio Batista.

Pronto el nuevo régimen fue considerado un enemigo por EEUU. Por un lado, el gobierno cubano confiscó las propiedades de la oligarquía y las inversiones estadounidenses, que dominaban la economía del país. Además, Cuba se convirtió en un aliado de la URSS. Las expropiaciones y el establecimiento de la dictadura castrista provocaron la huida de gran parte de las clases pudientes a EEUU.

Los exiliados anticastristas intentaron invadir la isla para acabar con el régimen (invasión de Bahía de Cochinos), pero fracasaron. Esto aproximó aún más a Cuba a la URSS, que intentó instalar misiles nucleares en la isla. Esta acción desató una dura respuesta de EEUU (crisis de los misiles), y la URSS terminó por retirarlos. Desde entonces EEUU impuso un duro bloqueo comercial a Cuba, para intentar asfixiar al régimen cubano por la vía económica.

El régimen cubano se ha caracterizado por su naturaleza autoritaria y por el carisma de su líder, Fidel Castro. Este mantuvo un sistema comunista y apoyó la política exterior soviética. A cambio, Cuba recibió ayuda económica de la URSS y pudo neutralizar el bloqueo durante la Guerra Fría.

América Latina: Entre las Revoluciones y las Dictaduras

Cuba se convirtió en el ejemplo a seguir y surgieron guerrillas comunistas en muchos países latinoamericanos. Ante el temor de que el comunismo se extendiera por América, EEUU decidió apoyar a los gobiernos iberoamericanos, aunque fueran dictaduras. Eso fue lo que sucedió con las dictaduras militares de Pinochet en Chile, y de los generales Videla y Galtieri en Argentina.

Pero EEUU no fue capaz de evitar el triunfo de la revolución comunista en Nicaragua, donde los sandinistas tomaron el poder. EEUU decidió apoyar militarmente a los grupos opositores, por lo que la situación derivó en una guerra civil muy sangrienta.

La Expansión del Comunismo en África y Asia

La descolonización de África y Asia significó la instauración de nuevos gobiernos, algunos de los cuales estuvieron influenciados por las ideologías comunistas. En Asia se instauraron gobiernos comunistas en Vietnam, Camboya y Laos, y en África, las tropas cubanas intervinieron en las guerras civiles en Angola y Namibia, y la URSS estableció bases y alianzas militares en Libia, Etiopía, Tanzania y Mozambique. En Oriente Medio, el descontento por el apoyo de EEUU a Israel volcó a algunos gobiernos hacia la URSS, como sucedió en Siria.

El Triunfo del Fundamentalismo Islámico: Irán y Afganistán

Posiblemente el acontecimiento más relevante de la década de los 70 fue la llegada al poder de los fundamentalistas musulmanes. En Irán, gran parte de la población se oponía a la monarquía del Sha por diversos motivos: unos rechazaban su intento de occidentalizar el país, y otros repudiaban la corrupción del régimen y la represión a la que era sometida la oposición.

En 1979, el ayatolá Jomeini aprovechó el descontento y dio un golpe de estado que derrocó al Sha. Jomeini estableció un régimen teocrático, basado en la interpretación estricta del Corán y en la concentración del poder político en manos de los religiosos. El nuevo régimen se enfrentó desde el principio con EEUU.

La victoria del fundamentalismo no se limitó a Irán. En 1979 la URSS invadió Afganistán, para evitar que las guerrillas fundamentalistas derrocaran al gobierno, que era prosoviético. En 1989, la URSS, incapaz de vencer a las guerrillas, abandonó el país, en el que acabó implantándose un régimen fundamentalista islámico.

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