Europa a principios del siglo XX
Extensión de la democracia
A principios del siglo XX, la mayoría de los países europeos habían adoptado sistemas políticos constitucionales y parlamentarios. Sin embargo, en el nuevo Imperio alemán, surgido tras la unificación de 1871, la situación era más ambigua. El káiser ejercía el poder de forma autoritaria y no estaba controlado por el parlamento, aunque la democratización avanzaba con la introducción del sufragio universal.
Persistencia de regímenes autoritarios
En buena parte de Europa persistían sistemas políticos más cercanos al Antiguo Régimen. Este era el caso del Imperio austrohúngaro, del Imperio ruso (los zares) y del Imperio turco (que conservaba algunos territorios en Europa, pero estaba en descomposición).
La Paz Armada
El auge económico de la nueva Alemania unificada alteró el viejo equilibrio europeo y dio lugar a la llamada Paz Armada. Con el ascenso de Guillermo II y la destitución del canciller Bismarck, Alemania aspiraba a la hegemonía. Firmó con Austria-Hungría e Italia la Triple Alianza para aislar a Gran Bretaña del continente. Aunque su principal rivalidad era con Francia, temerosa del poderío militar alemán, esta se alió con Rusia y mejoró sus relaciones con Gran Bretaña. Estas tres potencias firmaron la Triple Entente. La escalada en la producción de armamentos preludiaba el estallido de un conflicto armado.
Las causas de la Primera Guerra Mundial
Entre las causas de la guerra destacaron los conflictos relacionados con el imperialismo y el nacionalismo. Las aspiraciones nacionalistas de algunos pueblos europeos buscaban librarse de la tutela de los viejos imperios. Una serie de crisis internacionales marcaron la evolución hacia el conflicto:
- Las crisis colonialistas en Marruecos.
- La anexión de Bosnia-Herzegovina, que reavivó el conflicto de los Balcanes, una región dominada durante siglos por el Imperio turco y que se convirtió en un foco de importantes tensiones internacionales. Austria-Hungría aspiraba a expandirse en la zona, pero se enfrentaba a Serbia y al Imperio ruso, que quería ocupar los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, los cuales abrirían sus dominios al Mediterráneo.
El estallido de la guerra
En 1914, el heredero del Imperio austrohúngaro, Francisco Fernando, fue asesinado en Sarajevo, capital de Bosnia ocupada por los austriacos. El atentado fue realizado por un estudiante bosnio nacionalista. Austria acusó a Serbia, le declaró la guerra y le envió un ultimátum. La negativa de Serbia, junto con el sistema de alianzas, hizo que la guerra se extendiera a otros países (Rusia intervino para proteger a Serbia y declaró la guerra a Austria).
Consecuencias de la guerra
Los tratados de paz
A la Conferencia de París asistieron Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia. El presidente estadounidense, Thomas Wilson, aportó su visión de una paz fundada en la concordia y la ausencia de revancha contra Alemania en un manifiesto (14 puntos de Wilson). Pero Francia pretendía recibir compensaciones de Alemania. El más importante de los tratados acordados con Alemania fue el de Versalles. En él, se declaraba a Alemania única culpable y se le exigía el pago de fuertes reparaciones de guerra. Se le obligó a desarmarse, a ceder amplios territorios y a renunciar a su imperio colonial. Los alemanes consideraron el tratado como una imposición humillante (diktat) que acabaría exacerbando su nacionalismo y el deseo de revancha en el futuro.
El nuevo mapa de Europa
- El Imperio turco desapareció casi por completo, quedando reducido solo a la actual Turquía.
- El Imperio austrohúngaro se desintegró. Austria perdió todas sus posesiones y se convirtió en república. Hungría se estableció como estado independiente y cedió parte de su territorio a Checoslovaquia. Serbia se convirtió en la cabeza de un nuevo estado: Yugoslavia (eslovenos, croatas y bosnios).
- Otras remodelaciones territoriales tenían como objetivo aislar a la nueva Rusia revolucionaria. Se creó una Gran Polonia y una Gran Rumanía que debían ejercer de tapón. Además, los territorios cedidos por Rusia en el Tratado de Brest-Litovsk se constituyeron como estados independientes (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania).
Consecuencias sociales y económicas
A los 10 millones de soldados muertos hay que añadir las víctimas civiles. Las pérdidas materiales empobrecieron a los estados. Para hacer frente a las necesidades bélicas, los estados tuvieron que emitir moneda y deuda pública, lo que provocó una gran inflación. Se consolidó la hegemonía de una gran potencia, Estados Unidos, que experimentó un importante crecimiento de su producción industrial y de sus exportaciones, y fue el principal prestamista de los aliados bélicos.
La Sociedad de Naciones
A propuesta del presidente Wilson, se creó una nueva organización, la Sociedad de Naciones (SDN), con sede en Ginebra. El hecho de que Estados Unidos no se integrara, así como la exclusión de la URSS, convirtieron a la Sociedad de Naciones en una organización de vencedores, sin medios para imponer sus decisiones.
La caída del Imperio zarista en Rusia
El Imperio de los zares
El zar tenía el poder absoluto y gobernaba por decreto. Era un régimen autocrático sostenido en un poderoso ejército. La economía rusa era de las más atrasadas de Europa, basada en la agricultura de unos pocos terratenientes. La mayoría de la población eran campesinos sometidos a un régimen casi feudal, con unas condiciones de vida miserables. En algunas zonas se inició un proceso de industrialización y el surgimiento del proletariado. Rusia contaba con diferentes fuerzas políticas: los kadet (burgueses), los eseritas (revolución campesina) y el Partido Socialdemócrata Ruso (marxista y obrero). Este partido se escindió entre mencheviques (más moderados) y bolcheviques (más radicales, liderados por Lenin).
La Revolución de 1905
En 1905, tras la derrota rusa contra Japón y ante una manifestación pacífica, el zar respondió con una contundente represión (Domingo Sangriento). Los trabajadores crearon unos consejos de obreros, campesinos y soldados denominados soviets. Tras varios meses de huelgas y manifestaciones, el zar convocó elecciones por sufragio universal al parlamento (Duma) y propició una reforma agraria. Posteriormente, clausuró la Duma.
La Revolución burguesa de febrero de 1917
La participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial creó las condiciones para un estallido revolucionario. Los desastres militares dejaron a las ciudades desabastecidas y el hambre se extendió entre la población. En febrero de 1917 se produjo una gran manifestación en Petrogrado (San Petersburgo). Esto, seguido de una huelga general y de amotinamientos en los cuarteles, hizo que el zar abdicara.
El gobierno provisional
El nuevo gobierno inició una serie de reformas, pero decidió mantener los compromisos con sus aliados en la guerra. La esperada reforma agraria avanzaba lentamente y el descontento popular aumentó. Esta situación hizo crecer la influencia de los bolcheviques, que fueron ganándose el apoyo de la mayoría de los soviets. Su líder, Lenin, que se hallaba en el exilio, regresó a Rusia y propugnó las denominadas Tesis de Abril, donde instaba a: instaurar un gobierno de soviets de obreros y campesinos, firmar la paz, repartir las tierras entre los campesinos, ceder la dirección de las fábricas a los obreros y nacionalizar la banca.
La Revolución bolchevique y la guerra civil
La Revolución obrera de octubre de 1917
Los bolcheviques crearon la Guardia Roja y prepararon una insurrección para octubre de 1917. Los sublevados ocuparon Petrogrado. La revolución se extendió rápidamente por Moscú y los núcleos industriales del país. Se proclamó un gobierno obrero presidido por Lenin y en el que figuraban Trotski y Stalin. El nuevo gobierno decretó las primeras medidas revolucionarias: se expropiaron las tierras para repartirlas entre los campesinos y las fábricas quedaron bajo el control de comités de obreros. Además, se firmó el Tratado de Brest-Litovsk. Se celebraron elecciones para la Asamblea Constituyente, pero los bolcheviques solo obtuvieron el 25% de los votos. Lenin disolvió la Asamblea y puso fin al pluralismo político en la nueva Rusia soviética.
La guerra civil (1918-1921)
El Ejército Blanco se enfrentó al Ejército Rojo, organizado por los bolcheviques bajo la dirección de Trotski. En 1918, el zar y su familia fueron ejecutados. En 1921, el Ejército Rojo consiguió imponerse militarmente. En el ámbito político, el partido bolchevique (desde 1918 llamado Partido Comunista) se hizo con el monopolio del poder y organizó una policía política (Cheka) para perseguir las actividades contrarrevolucionarias. En el ámbito económico, para abastecer al frente y a las ciudades, se instauró el comunismo de guerra, por el que se nacionalizó toda la industria, se colectivizaron las tierras y se obligó a los campesinos a entregar sus cosechas al estado.
La formación de la URSS
Se creó un estado federal, la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), que en 1924 se dotó de un texto constitucional. Los principales órganos de gobierno eran:
- El Soviet Supremo: ostentaba la suprema autoridad del estado (poder legislativo) y era elegido por sufragio universal indirecto entre las candidaturas del PCUS, única fuerza que podía presentarse a las elecciones.
- El Presídium: escogido por el Soviet Supremo, su presidente era el jefe de estado de la URSS.
- El Consejo de Comisarios del Pueblo: equivalía al gobierno y sus ministros.
El Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) tenía una estructura muy jerarquizada y su principal órgano era el Comité Central, dirigido por un secretario general. La URSS rompió definitivamente con la democracia liberal e instituyó la dictadura del proletariado.
La URSS de Stalin
La lucha por el poder
La muerte de Lenin en 1924 suscitó un gran debate sobre la dirección que debía tomar la revolución. Diferentes propuestas enfrentaron a los dirigentes del partido, en especial a Trotski (que mantenía la necesidad de exportar la revolución hacia otros países) y Stalin (que proponía el socialismo en un solo país mediante la transformación de la URSS en una gran potencia, cuna de futuras revoluciones). Stalin, que era secretario general del PCUS desde 1922, se impuso, y Trotski tuvo que exiliarse.
La dictadura estalinista
Stalin ejerció una dictadura personal. La pertenencia al partido se convirtió en imprescindible para ocupar cualquier cargo de responsabilidad. El liderazgo de Stalin se reforzó mediante el culto a su personalidad. Para consolidar su poder personal, sembró el terror y ejerció una dura represión. Se instauró el Gulag, una red de campos de prisioneros donde se recluía a los opositores al régimen y se les obligaba a realizar trabajos forzados. Se purgó a la mayoría de los dirigentes bolcheviques, a disidentes políticos y a parte de la oficialidad del ejército. Muchos de ellos fueron ejecutados.
El socialismo en un solo país
Stalin defendía que el futuro de la revolución mundial dependía de la consolidación del socialismo en la URSS. Era necesario transformar el país en una gran potencia industrial. Para ello, se implantó:
- Una economía planificada y dirigida por el estado, que elaboraba planes quinquenales. El Gosplán (un organismo oficial) señalaba los objetivos a alcanzar y evaluaba los resultados.
- La colectivización de la economía y la prohibición de la propiedad privada. En 1929 se inició un programa de colectivización forzosa de la agricultura, que generó grandes tensiones en el campo. Había dos tipos de explotaciones: el koljós (que funcionaba como una cooperativa gestionada por los campesinos) y el sovjós (que constituía una granja del estado).
- Un modelo de desarrollo industrial basado en la industria pesada, la producción de energía y la construcción de infraestructuras. Se descuidó la producción de bienes de consumo y buena parte de las necesidades de la población quedaron desatendidas.
El resultado fue una rápida industrialización. La URSS se había convertido en una de las grandes potencias industriales del mundo.