El Reinado de Fernando VII: Liberalismo y Absolutismo en España

El Trienio Liberal (1820-1823)

Integrado por destacados liberales, el Trienio Liberal inició una labor legislativa que recuperaba los decretos de la Constitución de Cádiz.

La formación de la cultura política liberal

El gobierno liberal estuvo formado por liberales exiliados como Agustín Argüelles y José Canga Argüelles. Las medidas se dirigieron a establecer un sistema de libertades políticas:

  • Libertad de presos políticos
  • Supresión de la Inquisición
  • Reposición en los cargos que ejercían
  • Convocatoria de elecciones a Cortes
  • Creación de la Milicia Nacional

Fue un período de reformas políticas y económicas. Este espíritu de cambio encontró dos formas de expresión:

  • La prensa, que fue instrumento de la libertad de expresión.
  • Las Sociedades Patrióticas, clubes en los que se debatían temas de actualidad política y social.

La ingenua percepción de los liberales se topó con la situación internacional y la actitud de Fernando VII, que conspiró cuanto pudo para derribar el sistema constitucional.

Las divisiones internas del Liberalismo

Surgió el fenómeno juntero, que dio lugar a la existencia de un doble poder: el del gobierno y el de las Juntas que representaban al liberalismo exaltado. Las diferencias dividieron el movimiento liberal en dos tendencias:

  • Liberales Moderados: eran partidarios de dar mayor poder al rey y controlar la prensa exaltada.
  • Liberales Exaltados: pretendían la vuelta a la Constitución de 1812.

Los problemas entre exaltados y moderados condicionaron la actuación política.

Los moderados en el Gobierno

El 16 de octubre de 1820 se aprobó la ley que regulaba las sociedades patrióticas, aunque siguieron actuando. Pretendían reformar en sentido conservador la Constitución de 1812 mediante sufragio censitario y una segunda cámara, pero fracasaron. Destacó la ley de supresión de órdenes monacales y reforma de regulares, abolición de gremios y desamortización y supresión de mayorazgos para sanear la Hacienda y para que prosperara el país.

A las conspiraciones protagonizadas por exaltados se sumaron las intrigas del rey y la acción de la guerrilla. A todo esto se sumó la guerra de independencia de las colonias, las maniobras de la Santa Alianza y la crisis económica.

Los exaltados en el poder

El intento de golpe de Estado cambió el signo de esta etapa. Los moderados quedaron debilitados, por ello se dieron gobiernos de liberales exaltados. El rey de Francia envió un ejército, el de los Cien Mil Hijos de San Luis, que invadió España. El gobierno y las Cortes marcharon a Cádiz huyendo de los franceses, pero el rey no quiso ir, por ello lo dieron por incapacitado. El 1 de octubre, Fernando VII restauró el absolutismo y ordenó una persecución implacable contra los liberales.

La Década Ominosa (1823-1833)

Antes de regresar a Madrid, el rey ordenó ejecutar al general Riego, lo que dio lugar a una década considerada una de las más oscuras de España.

Represión y Exilio

Los primeros años fueron de represión política. La Santa Alianza presionó para suavizar la dureza del rey. Muchos liberales abandonaron España y se refugiaron en Reino Unido y Francia, donde conspiraron para derrocar a Fernando VII. Quienes no pudieron huir fueron encarcelados o asesinados. La represión se articuló en cuatro instrumentos básicos:

  • La creación de la Superintendencia General de Policía y de las comisiones militares, que afectó a funcionarios civiles y al clero.
  • El cuerpo de voluntarios realistas, una milicia opuesta a la Milicia Nacional de los liberales. Se dio el odio social hacia los ricos.
  • Los tribunales de Justicia, que condenaban por delitos como decir «¡Viva la libertad!».
  • Las Juntas de Fe, en lugar de la Inquisición.

Estos instrumentos represivos desataron un clima de persecución que se denominó como «ominoso».

Las reformas de los gobiernos absolutistas

El propio monarca era consciente de que debía modernizarse, por ello se centró en la reforma de la administración y de la Hacienda. La pérdida de las colonias agravó más la crisis de la Hacienda, por eso Fernando VII acudió a préstamos para cancelar las deudas. Destacó la labor de Ballesteros:

  • La reforma fiscal, dirigida a recuperar viejos impuestos, fracasó.
  • Diseño de los primeros presupuestos del Estado.
  • Creación de la Real Caja de Amortización y del Tribunal de Cuentas.
  • La reducción de la deuda pública.

También se llevaron a cabo cambios en la administración del Estado.

La crisis del Absolutismo y la cuestión Carlista

Aunque Fernando VII era de todo menos moderado, las suavizaciones del Antiguo Régimen extendieron la idea de que el rey estaba en manos de los liberales. Se dio la guerra de los Agraviados, donde se reclamaba como rey a Carlos María Isidro de Borbón.

La cuestión sucesoria

El rey quería asegurar la sucesión, ya que no tenía descendencia masculina. Casado con María Cristina de Borbón, anunció el embarazo de la reina. Por suerte, un mes antes se había sancionado la Pragmática Sanción, que permitía acceder al trono a las mujeres. En octubre de 1830 nació una niña, la futura reina Isabel II. Este acontecimiento radicalizó a la facción carlista, que apoyaba como sucesor al hermano de Fernando, Carlos María Isidro. En verano de 1832 se dieron los sucesos de La Granja: aprovechando una crisis de salud de Fernando VII, fue convencido para la derogación de la Pragmática Sanción, lo que supuso que su hija no podía reinar. Pero tras recuperarse, revocó dicho documento y dejó como heredera a Isabel, aunque su tío se opuso a eso. Después, tras la muerte de su padre, con solo 3 años fue proclamada reina.

La Independencia de las colonias americanas

La independencia de las colonias se originó en 1810 en Caracas y Buenos Aires, mientras España luchaba contra la invasión francesa.

Los factores de la Independencia

El imperio español en América se mantuvo durante tres siglos. A comienzos del siglo XIX, una serie de factores dieron lugar al movimiento independentista:

  • El reformismo borbónico incrementó el control económico y administrativo sobre las colonias americanas, dejando fuera a los criollos.
  • La liberalización del comercio con América benefició más a España que a los criollos.
  • La influencia de la revolución que se dio en Estados Unidos.
  • La Revolución francesa de 1789 inspiró la independencia en Bolívar y Miranda.
  • Reino Unido prefería países independientes en América para comercializar libremente.

El proceso emancipador

La intervención y recaudación de la monarquía en América aumentó el malestar con la metrópoli. En el proceso de independencia se pueden distinguir dos fases:

De 1808 a 1815

En América se formaron Juntas leales a Fernando VII, pero el criollo se opuso a esto, por eso en 1810 Caracas, Buenos Aires y Bogotá proclamaron su intención de independizarse y no se detuvieron ante nada. Estos movimientos independentistas contagiaron a otros territorios, pero en 1814 se cerró esta fase, logrando restablecer el poder español excepto en Argentina y Uruguay. En México, los propios criollos hicieron fracasar la revolución de Hidalgo y Morelos.

De 1816 a 1824

La lucha estuvo más organizada. Simón Bolívar y José de San Martín iniciaron una serie de campañas que culminaron en la conferencia de Guayaquil. San Martín atravesó la cordillera de los Andes y derrotó a los ejércitos realistas en Chacabuco y Maipú, lo que dio lugar a la independencia de Chile, que avanzó hasta Perú. Bolívar, junto a Pablo Morillo, vencieron a los españoles en Carabobo y Ayacucho. México consiguió la independencia de la mano de Agustín de Iturbide.

Balance de las independencias americanas

Fernando VII no pudo frenar un proceso que parecía inevitable. Dejó exhausta la Hacienda Real y agravó la crisis en España. La independencia supuso la pérdida del imperio americano, excepto Cuba y Puerto Rico. La intención de Simón Bolívar fue crear la Gran Colombia, pero su proyecto fracasó y el territorio se dividió en tres repúblicas: Venezuela, Colombia y Ecuador. En el resto del territorio independizado se crearon distintos países que forman la actual Hispanoamérica, donde el gobierno de los países nuevos quedó en manos de los criollos, pero mantuvieron la dependencia económica, ahora en manos de Reino Unido, Francia y Estados Unidos en lugar de España.

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