Europa y el Mundo en el Siglo XVIII: Transformaciones y Revoluciones

La Europa del Siglo XVIII

El Antiguo Régimen y la Ilustración

Al iniciarse el siglo XVIII, la mayor parte de Europa se hallaba bajo el Antiguo Régimen, con un modo de vida basado en la economía agraria señorial, la sociedad estamental y el absolutismo monárquico. Sin embargo, el siglo XVIII es conocido como el Siglo de las Luces o Siglo de la Razón, debido al surgimiento de la Ilustración, un movimiento ideológico racionalista y crítico que impulsó reformas que llevarían al final del Antiguo Régimen.

1. La Economía

Agricultura Señorial

La agricultura era la actividad principal, de subsistencia, con bajos rendimientos y orientada al autoconsumo. Periódicamente, se veía afectada por crisis de subsistencias: periodos de escasez de alimentos y aumento de precios. La tierra estaba en manos de la nobleza y el clero, mientras que la mayoría de la población eran campesinos sometidos a fuertes impuestos.

Crecimiento Demográfico

El siglo XVIII fue de relativa paz internacional, lo que permitió un considerable aumento de la población. Entre 1650 y 1800, Europa pasó de 100 a 200 millones de habitantes. Este crecimiento también se debió a la ausencia de grandes epidemias, la introducción de nuevos cultivos (como la patata) y una mejor situación económica general.

Expansión Comercial

El aumento de la población impulsó la demanda y los precios, incrementando las ganancias de los productores. Los monarcas fomentaron el crecimiento económico: impulsaron reformas agrarias, financiaron manufacturas (de lujo como tapices, cerámica y vidrio) y protegieron a las compañías comerciales internacionales. El comercio colonial con territorios extraeuropeos experimentó un crecimiento espectacular. Se crearon nuevas rutas, y Gran Bretaña, Holanda, Francia, España y Portugal intercambiaban productos manufacturados por materias primas. Continuó el comercio triangular (esclavos, azúcar, café, cacao, algodón, tabaco) y se desarrolló el comercio con India, China, Japón e Indonesia.

2. La Sociedad

A inicios del siglo XVIII, la sociedad seguía siendo estamental, con la nobleza como grupo dominante. Sin embargo, las actividades comerciales y manufactureras enriquecieron a la burguesía, que carecía de influencia política. Esta situación generaría una crisis: la burguesía, con el control económico, buscaría poder político y prestigio social.

3. El Pensamiento Ilustrado

La Ilustración surge de la evolución del pensamiento de los siglos XVI y XVII. Es un movimiento cultural e ideológico, racionalista y crítico, que se desarrolló en el siglo XVIII. La Ilustración se opuso al Antiguo Régimen, la sociedad estamental y el mercantilismo. La prensa y los libros, especialmente La Enciclopedia (1747), dirigida por Diderot y D’Alembert, difundieron las ideas ilustradas.

El Espíritu de la Ilustración

  • Confianza en la razón y aplicación del espíritu crítico.
  • Fe en el progreso humano.
  • Búsqueda de la felicidad.
  • Lucha contra las instituciones que impedían el progreso y la felicidad.
  • La burguesía aspira al poder político.
  • Los reyes se presentan como promotores de la felicidad de sus súbditos, implementando reformas que aumentaban su poder.

Las críticas de la Ilustración se dirigieron contra la monarquía absoluta, la sociedad estamental y las estructuras del Antiguo Régimen. También criticaron la religión y la Iglesia, argumentando que la razón se opone a la fe.

Pensamiento Político

Los ilustrados criticaron el absolutismo y los privilegios de la nobleza y el clero. Montesquieu (1689-1755), en El Espíritu de las Leyes, propuso la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) para asegurar la libertad del ciudadano. Rousseau (1712-1778), en El Contrato Social, defendió la soberanía popular. Voltaire (1694-1778) criticó las costumbres, la autoridad, la religión y la política, y defendió la tolerancia religiosa.

Pensamiento Económico

Se criticó la intervención de los monarcas y el mercantilismo. Surgieron la fisiocracia, que defendía la agricultura como principal fuente de riqueza (Quesnay), y el librecambismo, que abogaba por la no intervención del Estado en la economía (Adam Smith).

4. La Quiebra del Absolutismo

4.1. Las Revoluciones Inglesas

En Inglaterra, el poder real estaba limitado por el Parlamento. En el siglo XVII, la dinastía Estuardo intentó gobernar sin el control del Parlamento, lo que llevó a una guerra civil. En 1649, Carlos I fue ejecutado y se proclamó la república. Tras la muerte de Cromwell, se restauró la monarquía, pero con el poder limitado por el Parlamento. En 1689, Guillermo de Orange aceptó la Declaración de Derechos (Bill of Rights), que limitaba el poder del monarca.

4.2. El Despotismo Ilustrado

Sistema político predominante en la segunda mitad del siglo XVIII en Europa. Su lema: «Todo para el pueblo, pero sin el pueblo». Los monarcas se ocupaban de sus súbditos sin su participación. Se racionalizó la administración, se reformó la enseñanza, se modernizó la economía y se liberalizó parcialmente la producción y el comercio. Algunos monarcas ilustrados fueron Luis XV (Francia), Carlos III (España), Catalina II (Rusia), José II (Austria), José I (Portugal) y Federico II (Prusia).

5. El Siglo XVIII en España: Los Borbones

5.1. La Guerra de Sucesión

La muerte de Carlos II sin descendencia en 1700 llevó a la proclamación de Felipe V, un Borbón. Esto provocó la Guerra de Sucesión (1701-1713), un conflicto internacional e interno. Castilla apoyó a Felipe V, mientras que parte de la Corona de Aragón respaldó al archiduque Carlos de Austria. La guerra finalizó con la Paz de Utrecht (1713), que reconoció a Felipe V como rey de España.

5.2. El Absolutismo Centralista Borbónico

Los Borbones implantaron un modelo de absolutismo centralista. Anularon los fueros e instituciones de la Corona de Aragón con los Decretos de Nueva Planta, imponiendo el modelo castellano. Dividieron el territorio en provincias, con capitanes generales, audiencias e intendentes. Reorganizaron el gobierno de las colonias americanas y prestaron mayor atención al comercio americano.

La Revolución Rusa de 1917

Dos revoluciones triunfaron en 1917. La Revolución de Febrero puso fin al gobierno del zar. La Revolución de Octubre provocó la caída del gobierno provisional y el establecimiento de una dictadura comunista dirigida por Lenin.

La Difusión Internacional de la Crisis

La crisis financiera estadounidense de 1929 hundió la economía europea. Los bancos americanos reclamaron deudas y repatriaron inversiones. EEUU redujo sus importaciones, disminuyendo el comercio internacional.

Políticas ante la Gran Depresión

En 1932, Roosevelt implementó el New Deal en EEUU, un programa intervencionista con medidas económicas (ayudas a empresas y bancos, devaluación del dólar) y sociales (obras públicas, ayudas a desempleados). Keynes defendió la intervención del Estado en la economía.

Antecedentes: La República de Weimar

Tras la Primera Guerra Mundial, se estableció la República de Weimar en Alemania (1919). Fue una época turbulenta, marcada por la humillación del Tratado de Versalles y problemas económicos y políticos. La Gran Depresión agravó la situación, y el partido nazi, liderado por Hitler, ganó popularidad.

El Ascenso del Nazismo al Poder

En 1933, Hitler fue nombrado canciller. Los nazis controlaron el parlamento y establecieron una dictadura (Tercer Reich).

La Alemania de Hitler

Hitler disolvió partidos y sindicatos, estableció un gobierno de terror y eliminó a sus oponentes. Las SS y la Gestapo llevaron a cabo la política de coacción y asesinato.

El Estalinismo

Tras la muerte de Lenin (1924), Stalin se hizo con el poder en 1927. Instauró un sistema totalitario, con el partido comunista controlando todos los aspectos del Estado y la sociedad. Ejerció una política de terror mediante purgas y gulags. Colectivizó la agricultura (sovjos y koljos) y creó grandes industrias estatales. La URSS se convirtió en una gran potencia económica.

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