Resistencia al Imperialismo: Conflictos y Oposición en las Colonias

1. Conflictos en las Colonias

Pese a la superioridad técnica y militar de los colonizadores, la penetración en determinados territorios no estuvo exenta de conflictos con sus habitantes. En algunos casos, supusieron auténticos descalabros militares para los ejércitos imperialistas.

Por otra parte, no toda la población metropolitana estuvo de acuerdo con la acción agresiva de sus propios estados. Pronto surgieron voces contrarias a lo que consideraban una agresión y un expolio injustificables.

La Resistencia en las Colonias

Aquellos que fueron objeto del imperialismo querían mantener los principios y valores culturales establecidos antes del imperialismo. Mediante una acción violenta surgida como reacción a la explotación de la metrópoli.

Destacaron estos actos (movimientos) violentos:
  • China: La guerra del opio (1839-1842): Conflicto entre China y Gran Bretaña. El desencadenante del mismo fue la introducción en China de opio cultivado en la India y comercializado por la Compañía Británica de las Indias Orientales. Esta sustancia fue una importante fuente de ingresos para los británicos y servía para equilibrar su balanza de pagos con China al compensar el gasto de las ingentes cantidades de té chino que Gran Bretaña importaba. El comercio del opio fue rechazado y prohibido por el gobierno chino. Tal decisión perjudicaba sus intereses, así que Inglaterra mandó una flota de guerra que acabó con China. Como consecuencia, el emperador chino firmó un tratado de libre comercio con Inglaterra.
  • India: La revuelta de los cipayos (1857-1859): Los cipayos eran soldados indígenas encuadrados dentro del ejército británico de la India. Se rebelaron contra la metrópoli. Esta revuelta estuvo ligada a razones de índole religiosa: el uso de grasa de cerdo (animal considerado impuro por hindúes y musulmanes) en la munición de un nuevo modelo de fusil utilizado por el ejército. Otros motivos mayores fueron los abusos cometidos por la Compañía comercial de las Indias Orientales, desafortunados cambios administrativos o las expropiaciones de tierras en el Norte de la India. La revuelta fue sofocada pero, como consecuencia de ella, la Cía. de las Indias Orientales fue disuelta y el territorio pasó a ser administrado directamente por la Corona Británica.
  • China: La rebelión de los bóxers (1900): La rebelión de los bóxers fue la expresión del descontento chino frente a las ingerencias económicas y políticas de las potencias europeas, evidenciadas a través de las «guerras del opio» contra Gran Bretaña (y contra Japón). Los bóxers constituían una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China. En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que, inicialmente, se dirigió contra misioneros cristianos. En 1900 estalló la rebelión en Pekín contra los extranjeros y las legaciones internacionales. La revuelta fue atajada por la acción militar combinada de diversas potencias: británica, francesa, japonesa, rusa, alemana y estadounidense. La Corona China alentó encubiertamente a los rebeldes; la derrota precipitó su caída en 1911, siendo proclamada la República China.
  • África: Etiopía (1886) y Guerra zulú (1879): La conquista del continente africano provocó incidentes entre las potencias colonialistas y los pueblos nativos:
    • Etiopía (Abisinia): En este territorio los pueblos autóctonos, guiados por el emperador, infligieron una dura derrota al ejército invasor italiano en Adua (1886). Etiopía consiguió de ese modo escapar del dominio extranjero. Más tarde, Italia invadió Libia, territorio que controló hasta 1945. Durante la década de los veinte, las tribus beduinas unidas en torno al líder Omar le opusieron una fuerte resistencia.
    • La guerra zulú (1879): Los zulúes constituyen una etnia asentada en el sur de África, especialmente en la región de Natal. El asentamiento de grupos de colonos europeos, primero de origen holandés (los bóers) y más tarde británicos, provocó tensiones que desembocaron en una guerra, iniciada en 1879. Los invasores fueron derrotados en diversas ocasiones por el caudillo, quien estuvo al mando de tropas muy bien organizadas. La superioridad técnica y material británica consiguió doblegar la resistencia de los aborígenes y condujo a la creación del protectorado de Zululandia.
  • Norteamérica: La conquista del Oeste: A lo largo del siglo XIX se produjeron numerosas disputas entre los aborígenes indios y los colonos que avanzaban desde el este en busca de tierras para la agricultura, pastos para el ganado o yacimientos de metales preciosos. Pero estos conflictos se agudizaron durante la década de los cuarenta en forma de guerras virulentas, fruto de las cuales los indígenas norteamericanos (apaches…) perdieron sus tierras. Destacaron estos incidentes: El primero de ellos aconteció en 1875, y fue protagonizado por una coalición de indios sioux y cheyenes, quienes, dirigidos por Toro Sentado, aniquilaron al famoso VII Regimiento de Caballería. El segundo tuvo lugar en Wounded Knee, cuando el ejército americano masacró a unos 200 miembros de la tribu sioux totalmente desarmados.

Oposición al Imperialismo en las Metrópolis

Aun en las metrópolis también surgió la oposición al sentimiento imperialista por parte de las formaciones políticas de izquierda, que denunciaron los excesos cometidos sobre los pueblos sometidos y su posterior explotación, apoyando la alianza entre los movimientos de independencia de las colonias y la clase trabajadora de las metrópolis a fin de realizar la revolución.

Otras conciencias que criticaron esa política fueron las de algunos misioneros, testigos de primera línea de la actuación imperialista.

2. Justificaciones del Imperialismo

Es un texto de carácter nacionalista, que habla de cómo debe ser resuelta, a través de la evolución, la cuestión de los indígenas. Es decir, cambiar la manera de pensar moralmente. Podríamos relacionarlo con posiciones nacionalistas y chovinistas que desarrollan teorías racistas, ya que justificaban o impulsaban la expansión territorial. Pensaban que las razas diferentes eran inferiores.

En sus formas más moderadas, el racismo se disfrazó en ocasiones de un paternalismo que sostenía la necesidad del hombre blanco de «civilizar» a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación.

En esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la occidental.

En todas esas posiciones subyacía una ideología de carácter etnocentrista que ensalzaba la cultura europea y occidental y descalificaba al resto, considerado bárbaro, salvaje y primitivo.

3. Jules Ferry y la Guerra de los Bóers

Jules Ferry, político francés, abogado y periodista de familia acomodada, participó activamente en la oposición republicana contra el Segundo Imperio: fue famoso su ataque contra las reformas urbanísticas del Barón de Haussmann (Las cuentas fantásticas de Haussmann, 1868); y también denunció los abusos del régimen desde el escaño que logró en el Cuerpo Legislativo en las elecciones de 1869. Por tanto, este texto es de carácter político e informativo o social, ya que Jules Ferry era político.

Trata sobre los problemas y se le puede puntualizar un contexto sobre la guerra de los bóers.

El conflicto se inició tras el descubrimiento en 1886 de ricos yacimientos de oro y diamantes en los territorios bóers.

El desarrollo de la guerra pasó por diversas fases: desde las iniciales victorias de los afrikaners (bóers), cuyo presidente Kruger declaró la guerra a los británicos, hasta la derrota de éstos tras una sangrienta guerra de guerrillas. En 1902, por el Tratado de Vereeniging se puso fin a las hostilidades y los bóers quedaron bajo el dominio del Imperio Británico, aunque conservando una amplia autonomía en las provincias de Orange y Transvaal.

4. Exploradores y la Conferencia de Berlín

  • Stanley: Periodista que llevó a cabo la exploración de los grandes ríos africanos: Nilo, Níger…
  • Conferencia de Berlín: Fue convocada por Francia e Inglaterra con el fin de disolver los problemas que planteaban la expansión colonial en África y su reparto.
  • Livingstone: Uno de los más importantes misioneros que llevó a cabo la exploración de los grandes ríos africanos.

5. Posesiones Coloniales

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  • Posesiones británicas: Canadá, Australia, India, Nueva Zelanda, Egipto, Sudán, Somalia, El Cabo.
  • Francesas: África occidental, Madagascar, Gabón, Nueva Caledonia, Indochina.
  • España: Canarias y Sahara español, Filipinas, Guinea Española.
  • Portugal: Dinamarca, Cabo Verde, Islas Azores, Madeira, Mozambique.
  • Italia: Libia, Somalia.
  • Alemania: Holanda, Camerún, África del sur este, Tanganica.
  • Bélgica: Congo.

Causas de la Expansión Imperialista

Causas Económicas

Los países industrializados adoptan una política proteccionista en la que los productos extranjeros no pueden entrar en el país. Además del surgir de las nuevas potencias económicas (EE. UU., Alemania y Japón), aumentando la competencia, por lo tanto, es necesario encontrar nuevos mercados.

Las metrópolis buscan materia prima y fuentes de energía más baratas y nuevos mercados para dar salida a los excedentes de la producción industrial.

Factores Políticos

Ansias de obtención de poder y dominio de las rutas esenciales, tanto militares como comerciales, además del prestigio o evitar el fortalecimiento de países rivales.

Factores Ideológicos (Religiosos)

La necesidad de llevar el cristianismo a pueblos que mantenían otras prácticas religiosas. Exaltación de valores de cada país cargado de sentimiento nacionalista, agresivos y racistas.

Causas Científicas

El avance de la ciencia, la exploración de nuevos territorios y el descubrimiento de nuevas zonas geográficas, es decir, el descubrimiento de nuevos ríos, por lo que se llevó a cabo la imperialización.

Causas Demográficas

Este incremento demográfico también afectó a potencias asiáticas como Japón. Parte de esa población fue absorbida por los territorios coloniales a través de las inmigraciones.

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Los avances médicos, como el uso de la quinina, contribuyeron a estas migraciones, ya que permitieron combatir con éxito enfermedades endémicas como el cólera, tifus o el paludismo, que hasta entonces había hecho inhabitables para el hombre blanco extensos territorios.

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