Crisis de la Restauración y Dictadura de Primo de Rivera (1902-1931)

Crisis de la Restauración. Reinado de Alfonso XIII (1902-1931)

En 1902 termina la regencia de María Cristina y Alfonso XIII es coronado rey. Continuó el sistema de la Restauración, con el turno político entre liberales y conservadores. El proceso de democratización en Europa fue difícil (excepto en países con larga tradición liberal como Inglaterra) y con tensiones producidas por la acción del comunismo (revolución rusa) y del fascismo (casos de Alemania e Italia). En España, el proceso estuvo lleno de dificultades y enfrentamientos que condujeron a una guerra civil.

Hasta la implantación de la II República española en 1931, debemos tener en cuenta los siguientes factores para explicar los cambios políticos y sociales:

Factores de la Crisis de la Restauración

A) Ineficacia del sistema de la Restauración:

Desde 1875, el Partido Liberal y el Partido Conservador se repartían el poder en España, proporcionando estabilidad en un principio. Sin embargo, después el sistema mostró carencias (exceso de corrupción, innata al sistema que se basaba en el caciquismo e incapacidad para representar a toda la sociedad). El movimiento obrero (socialismo), los republicanos y los nacionalistas de regiones periféricas (País Vasco, Cataluña y, en menor medida, Galicia) no se sentían representados por el sistema. El bipartidismo no era idóneo para liderar el cambio político y la democratización de la sociedad era difícil de implantar.

B) Guerra de Marruecos:

Fue un conflicto impopular hasta 1927. La mayor parte de la población estaba en contra. La guerra va a estar en el centro de los sucesos revolucionarios y le va a costar el puesto al rey Alfonso XIII.

C) La relación Iglesia-Estado:

España era un país mayoritariamente católico y la Iglesia intervenía en la vida pública y política. Los cambios sociales que se estaban produciendo afectaban a la Iglesia, ya que la tendencia era hacia un país laico, lo que implicaba quitar a la Iglesia los privilegios y el control casi total que tenía de la educación.

D) Actuación de los militares:

Cuando las cosas se ponían tensas, los militares actuaban por la fuerza y mediante golpes de estado. Uno de ellos, en 1936, conduce a la Guerra Civil.

E) Momento histórico:

Era un momento revolucionario y de extremismos: anarquismo (en toda Europa), sindicalismo radical, revolución socialista (Rusia), fascismo (Italia), Nacionalsocialismo (Alemania)… Esto influyó en España y se debe tener en cuenta para explicar la realidad nacional.

Periodo de crisis de la Restauración (1900-1917)

Guerras coloniales en Marruecos:

Después del «Desastre del 98», España quiere compensar la pérdida de las colonias americanas con el control de otras en el norte de África. Los países europeos importantes ya controlaban colonias en África y España solo recibe una mínima parte de Marruecos y del Sáhara. Estas zonas se rebelaron y España trató de controlarlas por medio de una guerra. La guerra de Marruecos influyó en la política y la sociedad española, provocó crisis y, además, la opinión pública mayoritaria culpó al monarca del fracaso en Marruecos, lo que provocó el fin de la Restauración. La guerra causó importantes problemas:

A) La población no entendía que España hiciera la guerra para controlar una zona pobre.
B) Los soldados eran reservistas de reemplazo, elegidos por sorteo. Los hijos de familias ricas podían evitar ir si pagaban.

En 1909, los reservistas se amotinan en el puerto de Barcelona negándose a ir a la guerra, quemaron iglesias y se enfrentaron a los soldados. El ejército actuó con violencia, dejando muertes y heridos. La Semana Trágica tuvo una fuerte repercusión internacional entre los partidos europeos de izquierda, que convocaron manifestaciones de protesta (tan importante como la de París, que congregó a más de 50.000 personas). El rey destituye a Antonio Maura, sustituido por Canalejas.

Más grave fue después la derrota de Annual en 1921, donde murieron 12.000 soldados, lo que provocó una convulsión nacional. Los partidos de la oposición acusaron al rey Alfonso XIII de ser el culpable.

Oposición del resto de partidos alejados del poder:

Los carlistas, los republicanos (Partido Radical de Alejandro Lerroux), los socialistas (Partido Socialista Obrero Español y Unión General de Trabajadores), tenían escasa representación en las Cortes. No dejaron de movilizar a campesinos y trabajadores para acabar con un sistema político que los mantenía al margen del poder. Presionaron con manifestaciones, huelgas y protestas en la calle, algunos recurrieron a la violencia y políticos fueron asesinados en atentados.

Tras el Desastre del 98 nacieron en Cataluña y el País Vasco los partidos nacionalistas. En Cataluña, empresarios venidos de Cuba impulsaron un proceso que reclamaba más autonomía para la región y tener mayor control de la hacienda catalana. Nació la Lliga Regionalista (formada por la alta burguesía empresarial de derechas); luego surgió el nacionalismo republicano de izquierda: Ezquerra Republicana. En el País Vasco, Sabino Arana fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco, en defensa de la «raza» vasca, las tradiciones y costumbres vascas frente a los inmigrantes del resto de España que llegaban para trabajar y amenazaban con acabar con este legado.

El anarquismo utilizó el terrorismo para alcanzar su objetivo de destrucción de la sociedad burguesa. Evolucionó hasta el sindicalismo radical, creando la Confederación Nacional de Trabajo (CNT), que buscaba la transformación revolucionaria de la sociedad utilizando la huelga general revolucionaria.

Final de la Restauración (1917-1923)

España se mantuvo neutral en la Primera Guerra Mundial. Las fábricas e industrias aprovecharon para proveer de suministros a los países combatientes. La economía mejoró, fue un crecimiento rápido que acabó perjudicando. En 1917, el nivel de vida en España había subido, pero esto hizo que aumentaran las desigualdades entre ricos y pobres.

La guerra mundial finalizó en 1918 y España entró en crisis económica. La economía entró en recesión por la inflación y la falta de demanda. Miles de personas perdieron su empleo y los sindicatos reaccionaron con huelgas y revueltas.

En el verano de 1917 se produjo una triple crisis que estuvo a punto de acabar con el sistema:

  • Una fracción de los militares que estaban en la Península se quejaban del trato desigual que recibían respecto a los militares que participaban en la guerra de Marruecos (que ascendían rápidamente). Presionaron al gobierno y este tuvo que ceder en parte a sus reivindicaciones.
  • Los partidos nacionalistas catalanes declaran una huelga general en Cataluña para reclamar la autonomía.
  • Los partidos republicanos y socialistas preparan un movimiento revolucionario para acabar con la Restauración. Los sindicatos movilizaron a la población en huelgas que pedían un cambio de sistema. El presidente del gobierno, Eduardo Dato, cierra las Cortes, suprime libertades e impone el estado de excepción.

El bipartidismo ha muerto. En 1917 se formó un gobierno de concentración nacional con los nacionalistas catalanes. La inestabilidad y la falta de acuerdos duró hasta que se produjo la reacción militar. El 13 de septiembre de 1923, el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de estado y proclamó la dictadura militar, que fue aceptada por el rey. Los problemas derivados de la guerra de Marruecos, la crisis económica posterior a la Primera Guerra Mundial y la presión ejercida por los partidos políticos de la oposición provocan la caída del sistema bipartidista.

Dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)

Primo de Rivera da un golpe de estado que triunfa, suprime las Cortes y acumula el poder. Prohibió los partidos políticos y censuró la prensa. La población se mostró indiferente, cansada de la inestabilidad. El dictador llega a acuerdos con el Partido Socialista y con los nacionalistas catalanes, a quienes promete respetar la autonomía. Por la presión del ejército, inicia una dura represión que prohibió las instituciones catalanas, el uso del catalán e incluso la sardana.

Recuperado el orden, la dictadura obtuvo éxitos. Se logró en 1927 la total pacificación del protectorado español del Rif en Marruecos. Se aprovechó la etapa de prosperidad económica mundial posterior a la Primera Guerra Mundial para hacer carreteras, ferrocarriles, puertos y obras hidráulicas. Se crearon grandes monopolios públicos como la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) y la Compañía Arrendataria de Monopolio de Petróleo (CAMPSA).

Pero el régimen era fuertemente impopular, sobre todo para los intelectuales, así como para los partidos de izquierda, los nacionalistas y los sindicatos. La crisis de 1929 alcanzó a España y contribuyó a la caída de la dictadura. Primo de Rivera dimitió el 28 de enero de 1930, presionado por: los partidos contrarios -al frente los republicanos de izquierda-, el descontento social provocado por el paro a causa de la crisis de 1929 y la presión internacional de las democracias europeas. La monarquía retiró su apoyo a Primo de Rivera y no sobrevivió mucho tiempo.

En 1930, el general Berenguer sustituyó a Primo de Rivera para hacer reformas y establecer un cambio de sistema. Las reformas eran lentas y motivaron la desconfianza generalizada en el proceso. En 1931, el rey sustituye a Berenguer por Juan Bautista Aznar para que agilice las reformas.

Se convocan elecciones municipales en abril de 1931, en las que pueden participar todos los partidos políticos prohibidos durante la dictadura. La sensación popular era que se trataba de un plebiscito a la monarquía: si los partidos monárquicos perdían, el cambio de sistema y la implantación de la República serían imparables. Esto fue lo que sucedió. En los pueblos y pequeñas ciudades ganaron los monárquicos, pero en las grandes ciudades triunfaron los republicanos. El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda República. Ese día, el rey abandonó España camino del exilio.

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