La Constitución de 1931 y la Dictadura de Primo de Rivera

La Constitución de 1931

Las elecciones dieron la mayoría a la coalición republicana-socialista. La nueva composición del Parlamento reflejó un cambio significativo. Por primera vez, los partidos se fueron configurando como partidos con una afiliación real y capaces de movilizar a seguidores. El Parlamento pasó a ser el centro de la vida política del país. Las Cortes nombraron una comisión constitucional encargada de elaborar un proyecto de constitución.

La Constitución de 1931 tuvo un marcado carácter democrático y progresista, y definía el Estado como una república de trabajadores de todas las clases.

Principios:

  • El Estado se configuraba de forma integral.
  • El poder legislativo residía en las Cortes, constituidas por una sola cámara.
  • El poder ejecutivo recaía en el Consejo de Ministros y en el presidente de la República.
  • El poder judicial se confiaba a unos jueces independientes.
  • Se preveía la posibilidad de expropiación y libertades.
  • Se concedió el voto a las mujeres.
  • Se declaró la separación de la Iglesia y del Estado.
  • Se reconoció el matrimonio civil y el divorcio.

Autor: Comisión de 21 personas, la mayoría catedráticos de derecho.

Derechos y libertades:

  • Enseñanza primaria obligatoria y gratuita.
  • Derecho al trabajo.
  • Derecho a la vida.
  • Se reconocía la nacionalidad española para españoles residentes en el extranjero.

Relación Iglesia-Estado:

  • Separación total entre ambos.
  • Se suprimió la subvención al clero.
  • Prohibición de enseñanza religiosa en centros públicos.
  • Se estableció el matrimonio civil y el divorcio.

Cortes:

Unicameral (elegidos cada 3 años por sufragio universal masculino y femenino).

Relación de poderes:

Se reconocía la separación de poderes y también el poder moderador del presidente de la República.

Enemigos:

Monárquicos, carlistas, falange.

Dictadura de Primo de Rivera

El 13 de septiembre de 1923, el general Primo de Rivera se pronunció contra la Constitución, declaró el estado de guerra y exigió que el poder pasase a manos de los militares. La dictadura tuvo siete años de vida, en los que se sucedieron dos formas de gobierno: el Directorio Militar y el Directorio Civil.

Causas del golpe de Estado:

Se produjo con el argumento de que el régimen constitucional estaba bloqueado y desprestigiado, y existía un grave peligro de revolución social. En su manifiesto inaugural, anunció su voluntad de limpiar el país de caciques y acabar con el vandalismo político, la indisciplina social y las amenazas a la unidad nacional. Algunos apuntan que lo que pretendía Primo de Rivera era evitar que el régimen político acabara por democratizarse. Así, el golpe de Estado frenaba esa posible reforma del sistema que podía resultar amenazadora para ciertos sectores e intereses sociales.

Reorganización del Estado:

Las primeras medidas del Directorio Militar mostraron su carácter dictatorial: suspensión de la Constitución, disolución de las cámaras legislativas, cese de las autoridades civiles, prohibición de las actividades de los partidos políticos y los sindicatos, militarización del orden público y represión del obrerismo más radical. Con el objetivo de liquidar el caciquismo, se elaboró un estatuto municipal y otro provincial. Los ayuntamientos fueron sustituidos por juntas de vocales asociados. Esto quedó en una gran farsa, ya que suspendieron todos los mecanismos electorales y la renovación política se limitó a sustituir unos caciques por otros. Se creó un nuevo partido, la Unión Patriótica. Se trataba de un partido gubernamental, cuya misión era proporcionar apoyo social a la dictadura y seguir las directrices de las filas del catolicismo, de los funcionarios y de los caciques rurales. Primo de Rivera asumió el alto comisionado de Marruecos en 1924. Se inició una política de colaboración con Francia que incluyó una acción militar coordinada, fruto de la cual fue el desembarco de Alhucemas, que se saldó con gran éxito.

Oposición a la dictadura:

Estaba formada por los líderes de los viejos partidos de turno, los republicanos, los comunistas y anarquistas, determinados sectores del ejército y la casi totalidad de los intelectuales. Los partidos de turno criticaban la excesiva duración del régimen y algunos dirigentes monárquicos participaron en conspiraciones militares.

  • Los republicanos organizaron la llamada Alianza Republicana, que desarrolló una amplia campaña propagandística en el exterior.
  • Los intelectuales escribieron un manifiesto con más de 100 firmas en contra de su política cultural.
  • La CNT se mostró contraria al régimen, pero en su interior había enfrentamientos.
  • La cuestión catalana se convirtió en un conflicto. La oposición que causó más impacto en la opinión pública fue la invasión fallida del territorio español desde Francia, dirigida por el nacionalista Francesc Macià.

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