Modelo pluralista competitivo
Este modelo, más realista y ajustado a la realidad, surge de las críticas al modelo de democracia participativa. Los teóricos políticos clásicos argumentaban que el poder reside en una élite minoritaria, no en el pueblo. Sin embargo, el modelo competitivo (Robert Dahl) matiza esta visión, reconociendo la existencia de élites, pero limitando su influencia.
La clave de este modelo reside en la selección de las élites que gobiernan. Se defiende la democracia como un sistema donde las élites compiten por el voto y el apoyo de la población. La pluralidad de estas minorías y su elección democrática son fundamentales. Dos características destacan en este modelo: un sistema para elegir élites preparadas y autorizadas para gobernar, y la exigencia de diversidad informativa para garantizar la libertad de decisión.
Poliarquía de R. Dahl
La poliarquía busca reconciliar la aproximación normativa y empírica de la democracia. Según Robert Dahl, «el gobierno democrático se caracteriza por su continua aptitud para responder a las preferencias de sus ciudadanos, sin establecer diferencias políticas entre ellas».
Dahl postula tres tipos de igualdad de oportunidades:
- Igualdad para formular preferencias.
- Igualdad para manifestar públicamente esas preferencias.
- Igualdad de trato por parte del gobierno.
Para garantizar estas igualdades, Dahl propone ocho garantías institucionales:
- Libertad de asociación y organización.
- Libertad de pensamiento y expresión.
- Derecho de voto.
- Derecho de los líderes políticos a competir por el apoyo electoral.
- Fuentes alternativas de información.
- Posibilidad de ser elegido para cargos públicos.
- Elecciones libres y justas.
- Existencia de instituciones que vinculen las políticas gubernamentales al voto y otras expresiones de preferencia.
La poliarquía, como régimen político democrático, se define por estas garantías institucionales y la existencia de un gobierno elegido mediante elecciones competitivas, libres y justas.
Proceso de democratización: Los caminos de la democracia de Robert Dahl
Dahl estudia la primera democratización como un proceso de instauración de la democracia liberal de masas, distinguiendo dos procesos:
- Liberalización: Grado en que se admite la oposición y la competencia política.
- Inclusividad: Proporción de la población con derecho a participar, controlar y oponerse a la conducta gubernamental.
Caja de Dahl
Dahl traza tres posibles caminos hacia la democratización:
- La liberalización precede a la inclusividad.
- La inclusividad precede a la liberalización.
- Liberalización e inclusividad crecen simultáneamente.
Los umbrales de la democratización de Stein Rokkan
Rokkan define cuatro umbrales para alcanzar una democracia liberal de masas:
- Legitimación: Reconocimiento efectivo de los derechos civiles.
- Incorporación: Extensión del sufragio universal.
- Representación: Libertad para crear nuevos partidos políticos.
- Poder ejecutivo: El gobierno responde ante los ciudadanos.
Requisitos de la democracia de Seymour M. Lipset
Lipset vincula el desarrollo económico, producto de la industrialización, con la democracia. Utiliza indicadores como la renta per cápita, la industrialización, los índices de urbanización, la educación y el analfabetismo.
Según Lipset, la urbanización, la alfabetización y la expansión de los medios de comunicación de masas son condiciones necesarias para la movilización y la participación política. La diversificación de las ocupaciones genera un pluralismo social que puede traducirse en pluralismo político.