El Franquismo: Nacionalcatolicismo, Economía y Represión en España

El Franquismo en España

Ideología y Poder

Franco adoptó una mentalidad nacionalcatólica radical, lo que determinó su fundamentalismo religioso y su visión de sí mismo como hombre providencial elegido por Dios para la salvación de España. La teoría del nacionalcatolicismo, con su sencillez intelectual, favoreció su asimilación por las masas y se convirtió en el mejor instrumento de integración de las derechas. Un elemento que nunca abandonó el franquismo es su carácter de administrador de una victoria militar. El ejército era el núcleo de la esencia nacional. A los militares se les confiaron numerosos gobiernos civiles y la responsabilidad del orden público. A pesar de la militarización del orden, Franco apenas recurrió al ejército para controlar la calle; le bastó con la policía armada y la guardia civil.

El nacionalismo español constituye una parte esencial del ideario del régimen franquista y fue utilizado como fórmula popular movilizadora durante los años de aislamiento internacional. El régimen planteó en el plano doctrinal una tercera vía: el nacionalsindicalismo. El franquismo fue capitalista. El franquismo rechazó el sistema de partidos y estableció solo uno. Con la Ley Constitutiva de las Cortes, el régimen convocaba a la participación del pueblo en las tareas del Estado mediante la institución de una cámara representativa compuesta por más de quinientos procuradores en Cortes, la mayoría designados por Franco.

Represión y Falta de Derechos

Muy penoso les resultó a los españoles el estado de indefensión jurídica al que los sometió el régimen, a pesar de algunas de las afirmaciones de sus siete leyes fundamentales. Franco controlaba todo. La existencia de tribunales de excepción rompía el principio de igualdad ante la ley y negaba el estado de derecho.

Relaciones Internacionales y Posguerra

España salió de la guerra civil comprometida con las potencias fascistas. Abandonó la Sociedad de Naciones y firmó con Hitler el Tratado de Amistad. Franco y Hitler tuvieron una entrevista en la que ambos dictadores no llegaron a un acuerdo.

Las destrucciones eran importantes después de la guerra. El tendido ferroviario padeció daños muy graves, igual que las centrales eléctricas. Mucho menor deterioro tuvo el sector industrial. La financiación de la guerra supuso la ruina de la hacienda pública. Un lento proceso de recuperación demográfica se puso en marcha al término de la contienda. Se impulsaron las obras públicas. La España agrícola que había ganado la guerra, perdió la posguerra. Casi no existió crecimiento en España. El problema de la vivienda, muy grave en las zonas industrializadas, el chabolismo formó parte durante largos años. España y EEUU establecieron una política de defensa y ayuda económica.

La Iglesia y el Estado

Con el Concordato, el Estado favorecía a la Santa Sede con la confirmación de la confesionalidad católica del régimen y, con el fuero eclesiástico, se dotaba económicamente a la Iglesia, pagando un salario a los sacerdotes y se le reconocían amplios derechos en el terreno de la enseñanza. El gobierno se reservaba la facultad de intervenir en el nombramiento de los obispos mediante un complicado procedimiento que daba suficientes garantías. La Iglesia se benefició de la decisiva ayuda económica del Estado. El régimen consiguió una estabilidad interna.

Oposición y Crisis

El movimiento obrero ensayó su estrategia de reivindicaciones, implicando en ella a sectores de la población. La economía española contribuía a crear dificultades al régimen por la inflación y el descontento de los obreros. Se organizaron huelgas en el País Vasco, Asturias y Cataluña. El Partido Comunista emergió como la principal fuerza de la oposición en el interior y desarrolló su influencia en el mundo sindical a través de las Comisiones Obreras. Se produjo la primera gran crisis universitaria, que ponía en evidencia el desgaste político de Falange. Era la larga agonía del modelo falangista, que a duras penas conseguiría mantener su influencia en el Estado. Como fruto de la labor de infiltración del Partido Comunista en las universidades, se multiplicaron las protestas. Los nacionalismos renacieron en Cataluña y en el País Vasco con los hijos de los combatientes de la guerra. Se fundó la organización ETA.

Plan de Estabilización y Consecuencias

El Plan de Estabilización llevó a España a una forzada austeridad, recortó el gasto público, congeló los salarios… provocando de inmediato mayores entradas de divisas y turistas en busca de sol barato. El plan ponía fin a muchos controles comerciales e industriales internos y favorecía las inversiones extranjeras. Se abordó la siempre aplazada reforma fiscal, con nuevas estimaciones tributarias y persecución del fraude, lo que aumentó los ingresos ordinarios del Estado. El Estado franquista se vio condenado a la pobreza y a mantener unos presupuestos austeros que impidieron modernizar las Fuerzas Armadas. La clase asalariada se privaba de las horas extraordinarias porque subió el desempleo al doble. La situación en el campo era límite. Muchos españoles emigraron a las regiones industriales de la periferia y otros buscaron trabajo en el extranjero. EEUU concedió importantes ayudas.

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