Contexto
Tras la muerte de Franco en noviembre de 1975, se preveía la continuación del régimen franquista. Sin embargo, se desarrolló en España un proceso de transición política que culminó con la promulgación de la Constitución de 1978.
Inicios de la Transición
Inmovilistas, Reformistas y Rupturistas
Dentro del panorama político, existían tres posturas principales:
- Inmovilistas: Defendían la continuidad del régimen sin Franco.
- Reformistas: Apostaban por una reforma que acabara con una democratización del sistema.
- Rupturistas: Se inclinaban por la ruptura del régimen franquista y la construcción de un nuevo sistema político.
Inmovilismo de Arias Navarro
Tras la muerte de Franco, Juan Carlos de Borbón fue proclamado rey. El rey quiso que continuara al frente del gobierno Arias Navarro, quien presentó un programa que apostaba por el continuismo franquista.
Movilizaciones Populares
La oposición se movilizó y formó la llamada Coordinación Democrática, para poner las bases de un nuevo sistema político. Las fuerzas antifranquistas promovieron movilizaciones que reclamaban libertades democráticas y amnistía de presos políticos. Se generaron huelgas generales en Cataluña y País Vasco.
Gobierno de Suárez y la Reforma Política
El rey Juan Carlos forzó la dimisión de Arias Navarro. Adolfo Suárez se impuso como sucesor, ya que aceptó dirigir desde el gobierno la transición a la democracia. Tras acceder a la presidencia, Suárez contactó con las fuerzas democráticas y promulgó un indulto a los presos políticos. Además, propuso la Ley de Reforma Política, que reconocía los derechos de las personas. El problema de esta ley era su aprobación por las Cortes franquistas, que se resolvió a través de negociaciones con franquistas, a los cuales se les mantendrían sus estatus económicos y sociales. Esta ley fue aprobada el 15 de diciembre de 1976.
Construcción de la Democracia
Esta ley permitió la libertad sindical y la legalización de los partidos políticos, excepto el comunista. Más tarde, este también se legalizó porque apostaba por un proceso democrático.
Primeras Elecciones Democráticas
En las primeras elecciones democráticas se presentaron partidos de izquierda (PSOE, PCE), centro (UCD) y derecha (Alianza Popular «Fraga»). El triunfo fue para UCD, en segundo lugar quedó el PSOE. Adolfo Suárez formó el primer gobierno democrático después de la Guerra Civil.
Constitución de 1978
La redacción de la Constitución inició la llamada política de consenso, que consistió en resolver las cuestiones claves para la construcción de la democracia mediante la negociación y el acuerdo. Esta Constitución adoptó un carácter progresista que permitía que su desarrollo legislativo fuera tanto por la izquierda como por la derecha. El texto constitucional fue publicado el 6 de noviembre de 1978 y sometido justo un mes después a referéndum. Esta Constitución define a España como un Estado social y democrático de derecho, abolió la pena de muerte y desarrolló una amplia declaración de derechos. Por último, establecía el derecho a la autonomía.
El Estado de las Autonomías
La Constitución de 1978 posibilitó la creación de las Comunidades Autónomas. Existen dos etapas diferenciadas en el proceso de construcción del Estado de las Autonomías:
- La creación de preautonomías (autonomía provisional).
- El régimen autonómico.
Durante la creación de preautonomías, la Constitución establecía la posibilidad de que todas las regiones se convirtieran en Comunidades Autónomas, donde en cada una de ellas se regiría un Estatuto de Autonomía.
Crisis Económica
Contexto de Crisis Económica Internacional
La transición coincidió con una gran subida del precio del petróleo. El alza del petróleo generó un proceso inflacionario que alcanzó tasas del 20% anual. Tras esta inflación, descendieron las exportaciones y el déficit de la balanza comercial se duplicó. Tras esta crisis se derivó en una crisis industrial que tuvo como consecuencia un paro del 10% en 1979. En cuanto a la renta anual por habitante, apenas creció un 1%.
Los Pactos de la Moncloa y la Política de Consenso
Para la construcción de un sistema democrático, era imprescindible un entendimiento entre el gobierno y las fuerzas de oposición. En 1977, los principales partidos firmaron los Pactos de la Moncloa, donde se proponían acuerdos para la reforma y saneamiento de la economía. En el terreno político, el gobierno se comprometió a una regulación de la vida pública (libertad de expresión). En el terreno económico, los objetivos primordiales eran la reducción de la inflación y unas reformas para repartir equitativamente los costes de la crisis. Se apoyó una reforma fiscal y un marco de relaciones laborales.