El Bienio Conservador y el Frente Popular (1933-1936)
Gobiernos de Derechas
La represión del levantamiento de Casas Viejas hizo entrar en crisis al gobierno. Manuel Azaña dimitió y Alcalá Zamora disolvió las Cortes y convocó nuevas elecciones, ganadas por partidos de derecha y centro. Alejandro Lerroux fue nombrado presidente. El nuevo gobierno inició un proceso de desmantelamiento de la obra reformista del bienio anterior: paralizó la reforma agraria y modificó la política religiosa, lo que provocó la radicalización de los partidos de izquierda.
Revueltas de 1934
La remodelación del gobierno con la entrada de tres ministros de la CEDA llevó a numerosas revueltas. En Asturias, de carácter social, anarquistas, comunistas y socialistas proclamaron la revolución social, que fue sofocada por el ejército. En Cataluña, el presidente Lluís Companys encabezó la insurrección, proclamando el Estado Catalán dentro de la República. La revuelta fue sofocada y el presidente encarcelado.
El Frente Popular (1936)
Tras diversos escándalos de corrupción del gobierno, se convocaron nuevas elecciones. Las fuerzas de centro-izquierda se presentaron agrupadas en el Frente Popular para recuperar las grandes reformas del primer bienio republicano. La derecha acudió dividida entre el Bloque Nacional, la CEDA y la Falange Española, con el objetivo de modificar la Constitución en un sentido conservador. El Frente Popular ganó las elecciones. Manuel Azaña fue nombrado presidente y Santiago Casares Quiroga, jefe de gobierno. Se inició el proceso autonómico en el País Vasco y Cataluña.
Golpe de Estado
Los sectores más radicales de izquierda buscaban la revolución social, mientras que los extremistas de derechas defendían un golpe de estado para acabar con la República. En un clima de violencia social y tras el asesinato de Calvo Sotelo, el 17 de julio de 1936 se inició el golpe de estado en Melilla, Tetuán y Ceuta, extendiéndose el 18 a la península.
El Estallido de la Guerra Civil (1936-1939)
Del Golpe de Estado a la Guerra Civil
El golpe de estado, iniciado el 17 de julio de 1936, tenía como objetivo restablecer el orden y acabar con el Frente Popular. Los sublevados se hicieron fuertes en Canarias, norte de África, Pamplona, Sevilla, etc. El 19 de julio, José Giral entregó armas a las milicias de los sindicatos y de los partidos del Frente Popular para frenar el golpe y apoyar a la República. El levantamiento se sofocó en Madrid, Cataluña, País Vasco, Asturias, etc. España quedó dividida en dos zonas.
La Internacionalización del Conflicto
El conflicto tuvo repercusión internacional, ya que se convirtió en una confrontación entre fuerzas democráticas y regímenes fascistas. Los sublevados contaron con la ayuda de Alemania, Italia y Portugal, recibiendo aviones, artillería, tropas, etc. Francia y Gran Bretaña se mantuvieron neutrales, lo que perjudicó a la República, ya que la URSS era su único apoyo. Numerosos voluntarios llegaron a España en defensa de la República, formando las Brigadas Internacionales.
Las Dos Zonas
Zona Republicana
Se formaron Comités que dirigían el esfuerzo bélico y la vida civil en la retaguardia. Los comités obreros ocuparon fábricas y tierras para repartirlas entre los campesinos, impulsados por la CNT. Se inició una ola de anticlericalismo, con numerosos sacerdotes perseguidos. Cualquier persona considerada aristócrata, burguesa o religiosa era perseguida. En septiembre de 1936 se formó un nuevo gobierno de coalición de todas las fuerzas de la República, presidido por Largo Caballero. En 1937, los fracasos militares provocaron la división dentro del bando republicano. Comunistas y socialistas veían la necesidad de congelar el proceso revolucionario, mientras que anarquistas y trotskistas se opusieron a algunas medidas del gobierno. En mayo de 1937 se produjo un enfrentamiento armado en Barcelona. Juan Negrín se convirtió en el nuevo jefe de gobierno, sin presencia anarquista, dedicándose a las tareas bélicas.
Zona Sublevada
Se estableció un poder militar único. El primer órgano de poder fue la Junta de Defensa, que el 1 de octubre de 1936 nombró a Franco jefe de gobierno con plenos poderes. En 1937 se unificaron todas las fuerzas políticas en un partido único (FET). En 1938 se formó el primer gobierno franquista, inspirado en el fascismo, con un modelo social conservador y la preeminencia del catolicismo como eje vertebrador de la sociedad. Se abolieron las legislaciones laborales y sociales, las reformas agrarias, las libertades religiosas y los estatutos de autonomía. Se suprimieron los partidos políticos y los sindicatos. Se persiguió al Frente Popular y a sus representantes, con el apoyo de la Iglesia, con el objetivo de atemorizar a la población e impedir cualquier oposición al Franquismo.
La Evolución Bélica
Desarrollo del Conflicto
Los sublevados controlaban Andalucía, Castilla y León, Galicia, Baleares, parte de Aragón y de Extremadura; mientras que los republicanos controlaban Cataluña, el Levante, Madrid, Castilla-La Mancha y parte de Andalucía. Los sublevados avanzaron hacia Madrid, ocupando Extremadura en agosto y Toledo en septiembre. Los republicanos abandonaron Madrid y establecieron su gobierno en Valencia. En noviembre consiguieron frenar la ofensiva franquista. Entre abril y octubre de 1937 se desarrolló la Batalla del Norte, en la que las tropas franquistas atacaron las ciudades del norte. El 26 de abril se produjo el bombardeo de Guernica. En junio tomaron Bilbao, en agosto Santander y en octubre Asturias. En 1938, los sublevados llegaron al Mediterráneo. Para detener el avance, el gobierno de la República concentró todas sus fuerzas en la Batalla del Ebro. El 26 de enero de 1939 tomaron Barcelona.
Fin de la Guerra y Exilio
En febrero de 1939, los republicanos solo controlaban la zona centro. Entre febrero y marzo, los franquistas ocuparon todo el territorio. El 1 de abril de 1939 finalizó la guerra con la derrota republicana, dando comienzo al exilio hacia Francia. Muchos republicanos exiliados en Francia participaron en la resistencia contra los nazis, mientras que otros grupos consiguieron llegar a América Latina o refugiarse en la URSS.