El auge de los nacionalismos periféricos en España (1900-1923)

Reformismo liberal (1910-1914)

Recupera buena parte del programa de los revolucionarios del 68: democratización del Senado, reforzamiento de la administración local, proyecto de reforma del Concordato (acuerdo entre Estado y Vaticano), fomento de la enseñanza pública. Canalejas intentó una regeneración y reforma:

  1. Respondió al problema social promoviendo una serie de reformas como la abolición de la contribución de consumos, el mejoramiento de la legislación social y el establecimiento del servicio militar obligatorio.
  2. Integrar a los socialistas al sistema parlamentario.
  3. Buscó el reforzamiento del poder civil sin lesionar los intereses de la Iglesia («ley del candado«) que establece que no se podrán instalar en España nuevas órdenes religiosas.
  4. El problema regionalista lo encara con concesiones descentralizadoras. Tras su muerte (1914) comenzó a funcionar la Mancomunidad de Cataluña – federación de 4 provincias catalanas con autonomía administrativa.

Atacado por la derecha y debilitado por las divisiones dentro del partido liberal, el programa reformista de los liberales fracasó. El asesinato de Canalejas (1912) abrió una lucha por la dirección del partido que lo dividió en grupos rivales (partidarios de Romanones y de García Prieto).

Nacionalismo catalán

El inicio tuvo un carácter cultural. Este movimiento, llamado Renaixença, abarcaba los campos de la historia, las artes y la literatura utilizando la lengua catalana. En los años 80, el carácter cultural deriva en movimientos políticos con dos alternativas: la de Almirall, que era la más radical, apoyada por la burguesía media y baja, y con carácter liberal y laico; y la Lliga Regionalista de Catalunya, apoyada por la media y alta burguesía, de carácter más conservador y religioso. Este nacionalismo está basado en los principios de tradición, orden, religión y propiedad. La Lliga, cuyo líder era Prat de la Riba, tenía un programa político de oficialidad del catalán y organización federal de España. La Lliga venció en Cataluña en las elecciones de 1901, representando una opción conservadora moderna, de las clases medias, autonomista pero no independentista.

Nacionalismo vasco

Más radical y racista que el catalán. En su formación influyeron tres factores: movimiento cultural, revolución industrial e inmigración, y la derrota del carlismo y la anulación de los fueros por Cánovas. Aparecen dos tendencias:

  1. Una muy radical que se aferraba al mundo tradicional y agrario, y defender sus fueros era defender su raza, su historia, su lengua y sus tradiciones. La abolición de los fueros agravó la petición de independencia, siendo su reivindicación principal.
  2. Una tendencia de nacionalismo más burgués y urbano que aceptó que se suprimieran los fueros e hizo conciertos económicos con Madrid en provecho propio. La figura de estas tendencias eran Sabino Arana y el PNV.

Factores que influyen en el auge de los nacionalismos

1. Factores políticos

A) Modelo de Estado

El modelo de Estado adoptado por el liberalismo español desde los años 30 fue centralizado y unitario. Así, se dividió España en provincias, se nombraron gobernadores civiles y militares, pretendiendo disolver las peculiaridades regionales en un proceso de integración común. En 1715, los Decretos de Nueva Planta habrían canalizado España. El País Vasco y Navarra perdieron sus fueros (excepto los derechos civiles y los conciertos económicos) a raíz de la Tercera Guerra Carlista y el decreto de Cánovas del Castillo.

B) Problema de la identidad de España

El problema de la identidad de España se agudizó tras la crisis del 98 con el «desastre de Cuba». También se hunde ese concepto uniformista de España y aparecen regeneracionismos que critican la España actual y proponen un modelo alternativo. El nacionalismo periférico proponía una nueva estructura de España, una España federal. En Cataluña y el País Vasco, ambos nacionalismos empiezan a partir de esta fecha a obtener importantes resultados electorales, terminando con la supremacía electoral de los partidos dinásticos.

2. Factores culturales

La reacción ante el modelo centralista y uniformador fue encabezada siempre con una contestación de carácter cultural. Los nacionalismos periféricos comienzan en las nacionalidades o regiones que tenían lengua propia, reivindicando la utilización y la existencia de una historia y unas tradiciones propias y diferenciadas del resto de España. Este renacimiento cultural va a ser seguido de un nacionalismo de carácter más político.

3. Factores económicos

Su importancia viene dada por la aparición de la industrialización, que fue muy dispersa (Cataluña y el País Vasco se industrializaron y el resto de España continuó siendo agraria), muy sectorializada (textil y siderúrgica) y muy dependiente de la política económica de los gobiernos (necesidad del proteccionismo, frente al librecambismo que pedía la oligarquía agraria).

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