El Segundo Viaje de Ernesto Guevara por Latinoamérica: 1953-1956

Segundo Viaje Latinoamericano (1953-1954)

En 1953, Ernesto Guevara inició con su amigo de la infancia, Carlos «Calica» Ferrer, el segundo de sus dos viajes internacionales por América. El objetivo era ir a Caracas, donde los esperaba Alberto Granado.

Salieron el 7 de julio de 1953 desde Buenos Aires en tren hacia Bolivia. Permanecieron varias semanas en La Paz en pleno proceso de la revolución iniciada en 1952 por el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Allí conocieron a Ricardo Rojo, quien luego integraría un grupo de viajeros argentinos que se iría ampliando. Ernesto y Calica siguieron camino a Puno, Cuzco y Machu Picchu, para luego dirigirse a Lima, donde Guevara volvió a ver al Dr. Pesce. De Lima viajaron a Guayaquil, Ecuador, en autobús. Allí integraron un grupo de argentinos compuesto por ellos dos, Ricardo Rojo, Eduardo «Gualo» García, Oscar «Valdo» Valdovinos y Andro «Petiso» Herrero, que convivieron comunitariamente en la misma pensión.

En Guayaquil, Ernesto decidió ir hacia Guatemala para ver la revolución que estaba liderando allí el coronel Jacobo Arbenz. Calica entonces se separó de Ernesto para dirigirse a Caracas, donde Alberto Granado lo esperaba, quedándose a vivir allí por diez años. Tras complicadas gestiones, Ernesto se embarcó con «Gualo» García hasta Panamá, donde permaneció unos meses, en condiciones económicas críticas. De allí cruzaron a Costa Rica, luego a Nicaragua haciendo «dedo». Allí se encontraron con Rojo y los hermanos Walter y Domingo Beveraggi Allende, continuando con este último en auto hacia Guatemala, pasando por Honduras y El Salvador. El 24 de diciembre de 1953 llegó sin dinero a Guatemala, donde se instalaría.

Guatemala (1954)

Ernesto Guevara estuvo poco más de nueve meses en Guatemala. Su vida allí fue difícil, contradictoria y compleja, con respecto tanto a su vida personal como a sus ideas y la definición del papel que deseaba representar.

En 1954, Guatemala estaba en una situación política crítica. Diez años antes, un movimiento estudiantil encuadrado en el amplio movimiento de la Reforma Universitaria latinoamericana, había derrocado al dictador Jorge Ubico Castañeda e impuesto un sistema democrático por primera vez en la historia guatemalteca, resultando electo presidente Juan José Arévalo. Arévalo, un educador formado en Argentina que se adhería a una ideología que él denominaba «socialismo espiritual», inició una serie de reformas políticas y sociales. Su sucesor (elegido en 1951), el coronel Jacobo Arbenz, profundizó tales medidas y en 1952 inició un importante proceso de reforma agraria, que afectó seriamente los intereses de la empresa estadounidense United Fruit, que tenía sólidos lazos con la administración del presidente Eisenhower. Sosteniendo que se trataba de un gobierno comunista, Estados Unidos comenzó a operar entonces para desestabilizar Guatemala y derrocar al gobierno de Arbenz. El golpe de Estado se inició el 18 de junio de 1954, con el bombardeo de la ciudad por aviones militares y la invasión desde Honduras de un ejército golpista al mando de Carlos Castillo Armas y el apoyo desembozado de la CIA. La lucha duró hasta el 3 de julio, cuando Castillo Armas tomó la capital y dio inicio a un largo período de dictaduras militares.

Guevara llegó seis meses antes del golpe. Durante ese tiempo intentó reiteradamente trabajar como médico del Estado, pero las diversas gestiones nunca se concretaron y sus problemas económicos fueron muy serios.

México (1954-1956)

El Che Guevara permanecería algo más de dos años en México. Allí definió sus ideas políticas, se casó, tuvo a su primera hija e ingresó al Movimiento 26 de Julio dirigido por Fidel Castro con el fin de formar un grupo guerrillero en Cuba para derrocar al dictador Batista e iniciar una revolución social.

En 1954, México era una suerte de santuario para los perseguidos políticos de todo el mundo. Por otra parte, México había desarrollado una sólida cultura popular de identidad latinoamericana derivada de la Revolución mexicana de 1910-1917, la primera revolución social triunfante de la historia, como los famosos murales de Rivera, Siqueiros y Orozco, la reformista UNAM, un cine latinoamericano con estrellas como Cantinflas y María Félix, y una música adaptada a su identidad como el bolero.

En México, Guevara trabajó un tiempo de fotógrafo para la argentina Agencia Latina, que cerró poco después, y luego para el Hospital General y el Hospital Infantil por un pequeño salario como alergista e investigador.

Antes de que terminara 1954, Hilda Gadea se radicó también en México, reiniciando el tipo de relación compleja que habían mantenido en Guatemala, en la que se combinaban las relaciones sexuales con la actitud maternal de ella, así como un fuerte entendimiento cultural. Pocos días después se encontró por casualidad en la calle con Ñico López, quien lo invitaría a asistir a las reuniones del grupo de cubanos moncadistas que se reunían, coordinados por María Antonia González, en un departamento céntrico ubicado en Emparán 49.

Por aquel entonces, Fidel Castro cumplía una condena de diez años de prisión en Cuba por haber dirigido el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. El hecho lo había convertido en una figura nacional. En mayo de 1955, el dictador Fulgencio Batista sancionó una ley de amnistía, dejando en libertad a Fidel Castro, su hermano Raúl y otros dieciocho moncadistas. Poco después, el 12 de junio, crearon el Movimiento 26 de Julio, una organización cuyo fin era derrocar a Batista y que tenía una ideología antiimperialista-democrática fundada en las ideas de José Martí y mayoritariamente anticomunista.

Por aquel entonces, a poco de iniciada la Guerra Fría y como herencia del macartismo, se generalizó en América Latina la acusación de «comunismo» como táctica para desprestigiar y reprimir los movimientos democráticos y sociales. Juan José Arévalo alertaría sobre este mecanismo en su libro AntiKomunismo en América Latina (1959).

En junio de 1955, Raúl Castro se estableció en México con el fin de preparar la llegada de su hermano, desde donde éste organizaría un grupo guerrillero para volver a Cuba. En cuanto llegó, conoció a Ernesto Guevara; ambos congeniaron desde el primer momento. Raúl Castro, a diferencia de Fidel, había pertenecido al Partido Comunista, llamado en Cuba Partido Socialista Popular (PSP), y era mucho más radical en sus actitudes y posiciones.

El 7 de julio, Fidel Castro llegó a México. Dos semanas después le ofreció al Che unirse al Movimiento 26 de Julio como médico y éste aceptó inmediatamente. Casi simultáneamente, Hilda Gadea le comunicó que estaba embarazada y el 18 de agosto se casaron, aunque era obvio que para Guevara se trataba de una decisión obligada por las circunstancias. Ambos se mudaron entonces a un apartamento en la calle Nápoles Nº 40, en Colonia Juárez. Como luna de miel, en noviembre visitaron las ruinas mayas de Chiapas y la península de Yucatán: Palenque, Chichén-Itzá y Uxmal.

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