El Reinado de Alfonso XIII: Modernización, Crisis y Guerra en Marruecos
Contexto Histórico
Alfonso XIII comienza su reinado en 1902 tras la Regencia de María Cristina y la crisis de 1898. Su reinado se divide en dos etapas: la crisis de la Restauración hasta 1923 y la Dictadura del general Primo de Rivera, en un contexto internacional marcado por la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa.
Intentos de Modernización
En los inicios del reinado, los políticos intentaron reformar el sistema, cuestionado por el regeneracionismo, con el objetivo de mantener su supervivencia. Destacan las figuras de Antonio Maura (partido conservador) y José Canalejas (partido liberal). Ambos vieron interrumpidos sus proyectos reformistas: Maura por los acontecimientos de la Semana Trágica y Canalejas por su asesinato. Las tensiones eran frecuentes, como la Ley de Jurisdicciones de 1906 tras la crítica al ejército en la revista Cu-Cut!, que otorgó a un tribunal militar la jurisdicción sobre cualquier asunto relacionado con el ejército.
Antonio Maura
Antonio Maura fue nombrado jefe de gobierno en 1907. Emprendió una «revolución desde arriba» con medidas como la creación del Instituto Nacional de Previsión (embrión de la Seguridad Social) y la Ley de Reforma Electoral para garantizar la limpieza en las elecciones.
José Canalejas
Durante el turno de Canalejas se promulgaron leyes sociales (jornada de nueve horas en minas, abolición del impuesto al consumo, contratos colectivos) y otras como el servicio militar obligatorio sin sustitutos. En el ámbito territorial, se acercó a los catalanes con un Proyecto de Mancomunidades.
Crisis del Sistema
Las reformas iniciales se debilitaron ante la inestabilidad de los gobiernos provocada por la desaparición de los líderes históricos. Las mayorías parlamentarias fueron precarias, convirtiéndose en gobiernos de coalición desde 1917. A esto se sumó el desarrollo de la oposición política y social:
- Republicanos (Alejandro Lerroux y su Partido Republicano Radical con un programa demagógico y anticlerical).
- Nacionalistas.
- Socialistas.
Los conflictos sociales entre patronos y trabajadores se tradujeron en manifestaciones, huelgas y terrorismo. El anticlericalismo creció, especialmente contra la enseñanza religiosa.
La Semana Trágica (1909)
La causa de la Semana Trágica fue la movilización de reservistas por los ataques indígenas del Rif contra trabajadores españoles. Las protestas fueron significativas en Barcelona y Madrid. El gobierno, acosado por el desastre del Barranco del Lobo y la huelga general en Barcelona (convocada por Solidaridad Obrera y UGT), enfrentó tres días de altercados, quemas de conventos y enfrentamientos con el ejército, con un centenar de muertos y numerosos detenidos. La represión llevó a encarcelamientos y a la ejecución de Francisco Ferrer Guardia, fundador de la Escuela Moderna. La repercusión de estos acontecimientos provocó la renuncia de Maura y el acuerdo republicano-socialista para formar un frente común en las elecciones de 1910, donde Pablo Iglesias obtuvo el primer escaño para el PSOE.
La Crisis de 1917
La crisis de 1917 estalló durante la Primera Guerra Mundial y la revolución bolchevique. La neutralidad española permitió un auge económico por el abastecimiento a los países contendientes, pero también provocó la reducción de las importaciones de trigo, inflación y escasez de alimentos. Coincidieron tres conflictos:
- Ejército: El descontento militar se debía a los bajos presupuestos y los ascensos rápidos de los «africanistas». Se formaron Juntas de Defensa que pedían el ascenso por antigüedad, consiguiendo concesiones y la caída del gobierno.
- Parlamentarios: La oposición (republicanos y catalanistas) se reunió en una asamblea paralela para pedir un cambio en el sistema de alternancia y una nueva constitución. La escasa asistencia permitió al gobierno controlarla fácilmente.
- Social: CNT y UGT convocaron una huelga general para conseguir aumentos salariales y reducción de la jornada laboral, con un seguimiento generalizado. El ejército intervino, con dos mil detenciones y cerca de setenta muertos.
La Guerra Colonial en Marruecos
España aumentó su presencia en Marruecos desde finales del siglo XIX. El acuerdo franco-español de 1904 dejó el Rif bajo administración española, y la Conferencia de Algeciras (1906) creó un Protectorado conjunto con Francia.
La explotación minera por parte de compañías españolas provocó el rechazo de las cabilas rifeñas y el acoso a las tropas. El ataque de 1909 cerca de Melilla desencadenó la Semana Trágica.
La guerra se recrudeció entre 1918 y 1923, complicando el panorama político (once gobiernos), económico y social. El general Berenguer organizó una expansión territorial en 1919 con una tropa mal pertrechada, agotando el régimen de Alfonso XIII.
El Desastre de Annual (1921)
Desde 1919 se intentó una expansión territorial en el norte de África con una tropa mal pertrechada (regulares, soldados de reemplazo y la Legión, fundada en 1920 por Millán Astray). Las pretensiones se frustraron con el Desastre de Annual en 1921. La mala planificación permitió el ataque del líder guerrillero Abd-el-Krim, con 13.000 bajas españolas durante la huida. El ejército quedó desprestigiado. El Expediente Picasso, que investigaba las responsabilidades, no se publicó por la implicación de militares cercanos al rey y los intereses de las compañías mineras. Socialistas y republicanos denunciaron las negligencias, pero no pudieron debatirlas en las Cortes porque el general Primo de Rivera dio un golpe de estado en septiembre de 1923, aceptado por el rey.