El Sexenio Democrático (1868-1874)
El Sexenio Democrático transcurre entre 1868 y 1874. Se inicia con la Revolución de Septiembre de 1868 que terminará con el reinado de Isabel II, pero fracasará en el intento de instaurar un régimen democrático (hecho insólito en Europa). Se divide en tres etapas:
- El Gobierno Provisional
- La Monarquía Democrática
- La Primera República
Los sucesivos gobiernos tuvieron que afrontar una serie de problemas: el carlismo, la guerra de Cuba y la conflictividad social en una época de crisis económica.
Causas de la Revolución de 1868
Las causas de la revolución de 1868 son muy complejas. Por un lado, fue una crisis económica internacional, y por otro, una crisis política de carácter interno (muerte de Narváez y Bermúdez).
Crisis Económica
La crisis económica tuvo a su vez una doble naturaleza:
- Crisis moderna, financiera e industrial: Provocada por el hundimiento de la bolsa y el parón del tendido ferroviario, provocó la quiebra de muchos bancos y empresas. La industria textil sufrió recortes en la demanda del algodón a causa de la guerra norteamericana.
- Crisis tradicional de subsistencia: Debida a las malas cosechas que se reflejaban en una carestía de alimentos, hambre y mortalidad.
Crisis Política
En el plano político se observa un agotamiento del régimen moderado debido a la corrupción y al desprecio por el sistema parlamentario. Por ello los partidos de la oposición optaron por el pronunciamiento liberal cuyo objetivo era el destronamiento de Isabel II. La muerte de O’Donnell facilitó el ingreso del general Serrano (dirigente de la Unión Liberal) a la causa revolucionaria. La participación de los generales unionistas aseguró el apoyo militar a la vez que imprimió un giro menos radical a la revolución.
Desarrollo de la Revolución
La revolución comenzó con el pronunciamiento de la armada al mando de Topete y del ejército dirigido por Prim y Serrano, y se consolidó con la formación de juntas revolucionarias que desde Andalucía se extendieron al resto de España. El gobierno provisional con Prim, Serrano, unionistas y progresistas decretó la disolución de las juntas y asumió el ideario progresista de las juntas revolucionarias.
Se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes que fueron por primera vez elegidas por sufragio universal directo. Estas Cortes dieron la mayoría a los partidos de la coalición antiborbónica (unionistas, progresistas y demócratas) partidarios de una monarquía democrática.
La Constitución de 1869
En 1869 se crea la primera constitución democrática española que establece la soberanía nacional y una amplia declaración de derechos como el de reunión y el de asociación, libertad de culto, etc. Se fundamenta en la división de poderes y la descentralización. Las Cortes, integradas por dos cámaras colegisladoras (Congreso de los Diputados y Senado) deben aprobar las leyes, poseen iniciativa legislativa y son elegidas por sufragio universal. El poder ejecutivo es del rey que reina pero no gobierna, esto lo hacen los ministros. También asegura la independencia y democratización de la justicia ya que regula la carrera judicial mediante oposiciones y al introducir la institución del jurado.
Problemas del Gobierno Provisional
El gobierno emprendió la desamortización del subsuelo y se suprimieron las contribuciones de consumos. Se estableció una nueva moneda: la peseta. Se introdujo el librecambio con el nuevo arancel que reducía las tarifas aduaneras, pero esta liberalización de los intercambios provocó la oposición de la burguesía textil catalana.
Pronto surgieron los primeros problemas. El descontento de los republicanos generó un levantamiento armado en 1869 que junto con la conflictividad social y el desempleo desató la rebeldía del campesinado andaluz. En Cuba se produce un movimiento secesionista dirigido por Céspedes debido a la falta de respuesta del gobierno provisional a los deseos de autonomía de los cubanos. Estalla así la (I) Guerra de Cuba que se prolongará durante diez años.
La Monarquía de Amadeo I (1871-1873)
La Constitución de 1869 establecía un régimen monárquico. Descartada la candidatura del príncipe Alfonso XII, Prim finalmente logró que Amadeo de Saboya, segundo hijo del rey de Italia, aceptase la corona. La elección de Amadeo I como rey de España (1871-1873) distó de ser unánime aunque era el candidato de Prim y de los progresistas.
El asesinato de Prim lo privó de un apoyo fundamental ya que este había mantenido la coalición monárquico-democrática y su muerte provocó su descomposición. Los unionistas se acercaron a los partidarios de la solución Alfonsina. El partido progresista de la coalición sufrió una rotura: Sagasta encabezó a los constitucionalistas (partidarios de aproximarse a los unionistas) y Ruiz Zorrilla encabezó a los radicales (para atraerse a los demócratas).
El monarca tuvo que afrontar la hostilidad de diversos grupos. La Iglesia católica se oponía a la dinastía italiana que se había enfrentado al Vaticano, además rechazaba la libertad de culto y reaccionó alejándose de la corte y apoyando la causa Alfonsina. La burguesía financiera e industrial, los grandes hacendados españoles en Cuba y los hombres de negocios amenazados por el auge del movimiento obrero y el proyecto de abolición de la esclavitud se unieron también al partido Alfonsino. El carlismo en 1872 se sublevó a favor de Carlos VII iniciándose una tercera guerra carlista que no concluiría hasta 1876. En este ambiente Amadeo aprovechó un incidente con el cuerpo de artillería para abdicar en febrero de 1873.
La Primera República (1873-1874)
La restauración de la República en 1873 fue fruto del acuerdo de una mayoría de radicales monárquicos y una minoría republicana federal para salvar el ideario democrático de la revolución de 1868. Los radicales solo aceptaban una República unitaria, los dirigentes republicanos federales que habían optado por establecer la República federal por la vía de la legalidad se hallaron con la oposición de los radicales y los intransigentes.
El enfrentamiento con los radicales intentó impedir convocatorias a Cortes Constituyentes y hasta el golpe de estado del general Pavía en 1874 los republicanos federales gobiernan en solitario. En las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1873 dieron la mayoría a los republicanos federales con un gobierno presidido por Pi y Margall.
La Constitución Federal de 1873
Una comisión de las Cortes crea un proyecto de Constitución Federal que contempla: la separación total de Iglesia-Estado, el matrimonio civil, el Congreso tiene plenos poderes legislativos y el Senado representa a los 17 estados que incluye a Cuba y Puerto Rico donde cada estado podría elaborar su constitución. La declaración de derechos es similar a la de 1869. Pero no llegó a instaurarse por los levantamientos cantonalistas que se sumaron a la conflictividad social, la extensión de la guerra carlista y el problema cubano.
La Insurrección Cantonal
La insurrección cantonal se extendió por numerosas localidades de Andalucía y Levante. En el verano de 1873 la minoría republicana intransigente se retiró de las Cortes y se proclamaron cantones independientes en diversas poblaciones con la idea de construir una República federal desde abajo antes de que el gobierno fuera derribado. La caída de Pi y Margall y el nombramiento de Salmerón, que recurrió al ejército para acabar con la insurrección cantonal, supuso un giro conservador del régimen. El cantonalismo fue aplastado militarmente en apenas un mes con excepción del cantón malagueño y el de Cartagena. Pero aun así al negarse a firmar las condenas de muerte que pedían los militares, Salmerón dimitió. Las Cortes eligieron a Castelar quien suspendió las garantías constitucionales y gobernó por decreto.
Recrudecimiento de la Guerra Carlista y la Situación en Cuba
El recrudecimiento de la guerra carlista en 1873 fue el resultado de la falta de control del régimen sobre los militares y la indisciplina de las unidades a raíz del cambio por un ejército de voluntarios. Con Castelar al mando el ejército será más decisivo. Los carlistas tras varias victorias pusieron sitio a Bilbao. El dominio de las provincias vascas le permitió formar un estado carlista con capital en Estella (Navarra).
En Cuba, donde la guerra continuaba, la República no controlaba la situación y había reformas como la abolición de la esclavitud que chocaban con los hacendados apoyados por los militares.
El Fin de la República
El giro a la derecha de la República con Castelar hizo confiar a los sectores de la burguesía financiera en la posibilidad de restablecer un régimen de orden. Pi y Margall y Figueras estaban decididos a hacer caer a Castelar lo cual supondría un desplazamiento del poder a favor de los intransigentes. En los primeros días de 1874, tras perder Castelar la votación de confianza, el general Pavía con fuerzas de la Guardia Civil invadió el Congreso y disolvió la asamblea. Él mismo reunió a militares y dirigentes de los partidos opuestos a la República Federal. Salió un gobierno dirigido por el general Serrano. Pero a finales de 1874 un pronunciamiento en Sagunto dirigido por Martínez Campos impuso la restauración de Alfonso XII.