La Triple Crisis de 1917
Crisis Militar
La tensión entre la población empobrecida y los empresarios enriquecidos se sumaba a una crisis militar. Uno de los principales problemas del ejército español era el excesivo número de oficiales en relación con la tropa. Además, los ascensos solo se conseguían por méritos de guerra, beneficiando únicamente a los africanistas (que luchaban en Marruecos), mientras que los militares de la Península no tenían ninguna posibilidad de ascender. El tercer problema era la inflación, que afectaba a los militares cuyos salarios estaban muy por debajo del coste de la vida.
Esta situación provocó un gran descontento entre los militares de media y baja graduación, quienes formaron las Juntas de Defensa. Estas asociaciones militares reclamaban aumentos salariales, ascensos por antigüedad y elaboraron un manifiesto culpando al gobierno de la situación del ejército, con un tono regeneracionista.
Crisis Política
En aquella época, gobernaban los liberales con Romanones como presidente. Este gobierno fue acusado de corrupción y fraude por los conservadores. Ante la crisis política y económica, se celebraron elecciones y los conservadores volvieron al poder en 1917 con Dato como presidente. Coincidiendo con las protestas militares, Dato clausuró las Cortes e impuso la censura de prensa.
Ante esta situación, la Liga Regionalista convocó una asamblea de parlamentarios catalanes en julio de 1917 en Barcelona, de forma ilegal y privada. En esta asamblea, se exigió al gobierno la convocatoria de nuevas elecciones y una reforma del Estado para convertir a España en un Estado descentralizado. Debido al éxito de esta asamblea, se convocó a todos los diputados y senadores españoles en Barcelona.
Este intento fracasó debido a la escasa asistencia, mayoritariamente de catalanistas y republicanos, y a su ilegalidad. El movimiento asambleario no tuvo continuidad al no contar con el apoyo de las fuerzas dinásticas.
Crisis Social
La crisis social se manifestó en una gran conflictividad laboral debido a la subida de precios y los bajos salarios. En 1916, la UGT y la CNT firmaron un manifiesto conjunto exigiendo al gobierno el control de los precios, amenazando con una huelga general si no se cumplían sus demandas. La huelga comenzó en Valencia y se extendió por toda España. La intención era mantener la huelga hasta que se instaurase un gobierno provisional.
La huelga tuvo gran importancia en zonas industrializadas como Barcelona, Madrid, País Vasco y Asturias, pero menor repercusión en otras áreas. El gobierno actuó con dureza, declarando la ley marcial, con decenas de muertos, heridos y condenas, incluyendo cadenas perpetuas.
Consecuencias de la Crisis de 1917
Los sucesos de 1917 no lograron sus objetivos iniciales, pero tuvieron consecuencias en los años siguientes. En el plano político, la crisis provocó la dimisión de Dato y la formación de un gobierno de concentración para salvar el sistema de la Restauración. En el plano social, el nivel de vida empeoró, lo que provocó una gran agitación social con huelgas, que se extendieron al mundo rural. Estas huelgas darían lugar al Trienio Bolchevique (1918-1921), llamado así por la gran agitación social y las huelgas salvajes, en referencia a la Revolución Rusa.
La Descomposición del Sistema
El Fin del Turno Pacífico
El turno pacífico, uno de los pilares de la Restauración, comenzó a desmoronarse.