La Guerra Civil Española (1936-1939)
El Estallido de la Guerra Civil
Del Golpe de Estado a la Guerra
El 17 de julio de 1936, el coronel Yagüe se alzó en armas contra la República. El movimiento se extendió rápidamente por Marruecos, y el resto de unidades militares de España se unieron al golpe junto a los falangistas y los carlistas. Franco, tras asegurar el triunfo del alzamiento en Canarias, se dirigió a España al frente del Ejército de África. La tardía reacción de la República permitió a los sublevados fortalecerse. El 19 de julio, Quiroga fue sustituido por José Giral, quien entregó armas a las milicias de los sindicatos y los partidos del Frente Popular. Parte del ejército se mantuvo fiel al gobierno, suavizando el golpe en algunas zonas de España. Los resultados del movimiento se debieron a las condiciones sociales de cada región, triunfando en casi todo el interior y fracasando en las zonas más industrializadas. Los sublevados pensaron que la operación sería rápida, pero desembocó en la Guerra Civil Española.
La Consolidación de los Dos Bandos
Los sublevados: Formados por militares conservadores y opositores a la República, contaban con el apoyo del fascismo internacional y se autodenominaban nacionales. No existía unanimidad sobre la organización del Estado tras su triunfo.
Los leales a la República: Compuestos mayoritariamente por las clases populares, influidos por organizaciones socialistas y comunistas. Denominados rojos, defendían la legitimidad republicana.
La Significación del Conflicto
Conocida internacionalmente como la Guerra de España, representó un enfrentamiento entre las fuerzas democráticas y los regímenes fascistas a pequeña escala. En esencia, fue el choque entre los viejos grupos dominantes de la Restauración y los grupos emergentes de obreros y burgueses que buscaban un sistema político democrático.
La Internacionalización de la Guerra Civil
Este acontecimiento causó una gran división internacional. La opinión democrática mundial y los partidos obreros, junto con la URSS, apoyaban a la República. Las grandes democracias y los regímenes fascistas veían en Franco un freno al comunismo. Ambos bandos buscaron apoyo exterior. La República pidió ayuda a las democracias, pero estas se mostraron prudentes, temiendo la extensión del conflicto. Francia convocó un Comité de No Intervención al que se unieron 27 países. Este aislamiento, entre otros factores, contribuyó a la derrota republicana.
La Ayuda Exterior
Además del apoyo de la Unión Soviética, que entregó armas a cambio de las reservas de oro del Banco de España, las Brigadas Internacionales fueron de gran ayuda para el bando republicano.
Sin embargo, los sublevados fueron los más beneficiados. Hitler envió la Legión Cóndor, utilizando España como campo de pruebas para su nuevo armamento. El apoyo italiano consistió en el envío de una gran unidad militar.
La Zona Sublevada: La Creación de un Estado Totalitario
Francisco Franco, Generalísimo
La muerte accidental del general Sanjurjo, principal jefe del golpe, y el fracaso inicial del alzamiento, dieron lugar a la guerra. El 24 de julio se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, presidida por Miguel Cabanellas, para gobernar el territorio ocupado. Franco fue captando adeptos para dirigir la guerra, consolidando su liderazgo tras obtener el reconocimiento de Hitler y Mussolini. El 1 de octubre de 1936, un decreto lo nombró Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos.
La Creación de un Partido Único
A partir de octubre de 1936, existía un mando militar único, pero sin unión política. El resto de los partidos fueron prohibidos. Los únicos sindicatos políticos permitidos fueron Falange Española y las JONS, posteriormente unificados en Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Franco, como Jefe Nacional de este partido único, adoptó el uniforme de la Falange y la boina carlista. Su estrategia de alargar la guerra le permitió fortalecerse e imponerse. El proceso de institucionalización culminó con la desaparición de la Junta Técnica y la formación del primer gobierno de Franco, autoproclamado Caudillo de España. Se eliminaron todas las medidas republicanas en materia económica, social y laboral, y se reforzó la influencia de la Iglesia.
Una Represión Institucionalizada
La represión fue sistemática y extremadamente violenta, ejercida por el ejército, la Falange y las autoridades políticas contra cualquier simpatizante de la izquierda.
Los Efectos de la Guerra
Muerte, Destrucción y Miseria
La guerra trajo muerte, destrucción y miseria para miles de personas de ambos bandos. A las bajas en combate se sumaron las víctimas de la represión y las muertes por hambre, especialmente graves en la zona republicana. La producción se redujo drásticamente por la movilización de hombres al frente, y la guerra destruyó gran parte de las infraestructuras y las comunicaciones. Los bombardeos sobre poblaciones civiles se utilizaron como instrumento de terror.
La Población Desplazada, Refugiados y Exiliados
Desde el inicio de la guerra, civiles de ambos bandos huyeron de sus hogares por temor a la persecución política. Principalmente en el Levante y Cataluña, buscaban refugio en Francia. En su mayoría mujeres, niños y ancianos, enfrentaron problemas de organización, alimentación y alojamiento.