La Revolución Francesa y la Era Napoleónica: Transformación de Europa y Auge de la Industrialización

La Revolución Francesa y la Era Napoleónica

El Consulado (1799-1804)

Napoleón transforma el Directorio en un Consulado de tres miembros, establece una nueva Constitución y se nombra a sí mismo Primer Cónsul. Para algunos historiadores, el ascenso de Napoleón al poder significa el fin de la Revolución. Para otros, es un continuador de los principios revolucionarios con decisiones como la creación del Código Civil (1804), que reconoce la igualdad ante la ley de toda la ciudadanía, incluido el pago de impuestos.

Napoleón se caracterizó por algunas contradicciones:

  • Se mantiene el sistema democrático, pero solo se puede votar a candidatos propuestos por el Consulado.
  • Se mantiene la división de poderes, pero el Primer Cónsul los acumula.
  • Se mantiene la libertad de culto, pero el catolicismo se convierte en la religión oficial de Francia, posiblemente como un medio para apaciguar a los católicos franceses.
  • Se mantiene el sistema republicano, pero Napoleón se proclama Emperador de los franceses, entendiendo a Europa como una gran federación de pueblos con capital en París.

El Imperio Napoleónico

Para llevar a cabo sus ideas sobre Europa, y como respuesta a los ataques de las potencias aliadas, Napoleón puso en práctica su proyecto de federación y comenzó una serie de campañas de conquista y ocupación que extendieron el Imperio Napoleónico desde las fronteras portuguesas hasta las rusas. Conquistó Países Bajos, Alemania, Italia, los Balcanes, Polonia y España.

Organizó todos estos territorios y en muchos de ellos impuso monarcas con el objetivo de que impusieran los ideales franceses. Durante años, Napoleón se enfrentó hasta con cinco coaliciones aliadas, lideradas por Gran Bretaña. Fueron vencidas por los ejércitos napoleónicos hasta que la sexta coalición significó el principio del fin del Imperio Napoleónico.

Tras el estrepitoso fracaso de las campañas en Rusia y la violenta sublevación española, Napoleón fue derrotado por los ejércitos aliados en la batalla de Leipzig en 1813. Tras esta derrota, los aliados obligaron a Napoleón a abdicar de todos sus poderes, manteniendo solo el título de Emperador y el gobierno de la isla de Elba, a donde fue desterrado.

En 1815, escapó y conspiró un plan para derrocar a Luis XVIII (Imperio de los Cien Días). Murió en la batalla de Waterloo en 1815.

Napoleón pasó a la historia y su influencia pervive hoy en día gracias a que su Código Civil sigue siendo la base de la legislación francesa y de otros países europeos. Se le considera el transmisor de las ideas de la Revolución por Europa.

Inicio de la Revolución Industrial

Fue un proceso en el que los avances técnicos originaron un profundo cambio en la economía.

Causas:

  • Aumento de la población: favoreció el desarrollo agrícola e industrial, incrementó la demanda de productos y aportó mano de obra abundante para la industria.
  • Mejoras agrícolas: en Europa en el siglo XVIII aumentó la producción agrícola y la variedad de productos debido a la ampliación de tierras cultivables. El desarrollo agrícola facilitó el crecimiento demográfico y la expansión industrial, proporcionando numerosos alimentos y materias primas.
  • Expansión comercial: aumentaron las actividades comerciales debido al dominio que Gran Bretaña ejercía sobre las rutas del océano Atlántico. Creció su comercio interior, favorecido por el aumento de la demanda y la inexistencia de aduanas internas.
  • Progreso tecnológico: la invención de máquinas permitió producir más cantidad en menos tiempo y ahorrar costes, ya que al aumentar la cantidad de producción descendieron los precios.
  • Situación financiera óptima: la industria necesitó grandes inversiones de capital. En Gran Bretaña las condiciones eran inmejorables porque la agricultura y el comercio proporcionaron capital a la industria.
  • Sistema político y grupo social: la monarquía parlamentaria hizo posible la participación de la burguesía en las decisiones políticas. Este grupo accedió al parlamento y pudo promover leyes y medidas que favorecían el desarrollo económico que tanto les interesaba, como la libertad de producción industrial.

Significado de la Revolución Francesa

La Revolución Francesa fue una revolución liberal y burguesa. Aunque no es la primera de las revoluciones burguesas, sí es la más importante porque es universal: sus principios serán utilizados en otras revoluciones. Se suele interpretarla como una revolución burguesa.

Las consecuencias son importantísimas, ya que significa el principio del fin del Antiguo Régimen en Europa. Sus ideales serán exportados por gran parte del continente cuando Napoleón lleva a cabo sus conquistas.

Cronología:

  • 1789: Primera sesión de los Estados Generales, Juramento del Juego de la Pelota, Gran Miedo, Toma de la Bastilla, Declaración de los Derechos del Hombre.
  • 1792: Proclamación de la Primera Constitución Francesa.
  • 1793: Proclamación de la República Francesa, ejecución de Luis XVI.
  • 1805: Batalla de Trafalgar.
  • 1807: Tratado de Fontainebleau.
  • 1808: Motín de Aranjuez.
  • 1812: Constitución de Cádiz.
  • 1813: Tratado de Valencia.
  • 1813: Batalla de Leipzig.
  • 1815: Batalla de Waterloo.
  • 1821: Muerte de Napoleón.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *