Contexto Histórico
Los gobiernos liberales del siglo XIX partían de una nueva concepción jurídica del derecho a la propiedad. Según la doctrina liberal, la búsqueda de la felicidad es un derecho natural, y la propiedad privada, el medio para alcanzarla. La reforma agraria era indispensable para modernizar las sociedades europeas. La agricultura, principal actividad económica, debía transformarse para liberar mano de obra hacia la industria y los servicios, a medida que la tecnología aumentaba la productividad. Este desarrollo incrementaría el consumo campesino, sosteniendo la industria. En España, la transformación agraria fue lenta e insuficiente, lo que explica su marginación de la industrialización europea.
El Atraso Agrario en España
Durante el siglo XIX, la agricultura española sufrió un atraso crónico debido a la herencia feudal. La tierra se concentraba en manos de la nobleza y el clero, quienes, mediante mayorazgos y vinculaciones, impedían su libre comercio. Los ayuntamientos también poseían tierras comunales. Esto encarecía la tierra disponible. Los terrenos de los privilegiados se explotaban deficientemente, con muchos baldíos. La falta de tecnología, inversión y motivación deprimía los rendimientos. El poder de los ganaderos trashumantes, que se oponían a vallar o roturar tierras, perjudicaba los cultivos. La agricultura se convirtió en un problema social acuciante.
Antecedentes de las Desamortizaciones
Las reformas agrarias se plantearon en el siglo XVIII por ilustrados como Jovellanos, sin éxito. Manuel Godoy inició un proceso desamortizador para financiar la guerra contra Inglaterra, vendiendo tierras de órdenes religiosas y militares. Las Cortes de Cádiz abolieron el régimen feudal, pero Fernando VII lo restauró. Durante el Trienio Liberal se intentó desamortizar bienes monacales, sin tiempo para implementarlo.
Las Desamortizaciones de Mendizábal y Madoz
Con el apoyo de Isabel II a los liberales, el proceso desamortizador se consolidó hasta 1856, abarcando cuatro aspectos:
- Desaparición del régimen señorial: los antiguos señores se convirtieron en propietarios, extinguiéndose las obligaciones campesinas.
- Desvinculación de bienes nobiliarios: se permitió su libre compraventa, suprimiendo mayorazgos.
- Desaparición de la propiedad amortizada de la Iglesia: similar a la desvinculación nobiliaria.
- Desaparición de la propiedad colectiva: comunales y bienes propios.
La incautación y venta de tierras eclesiásticas y municipales fue la medida más trascendental. La venta se realizaba en subasta pública, pagadera en metálico o con bonos de deuda pública.
La Desamortización de Mendizábal (1836)
Mendizábal, ministro de Hacienda, buscaba financiar la guerra carlista y reducir la deuda pública para obtener crédito exterior. Decretó la desamortización de bienes del clero. Aunque la reina lo destituyó por presiones, la ley continuó. El decreto incluía:
- Desvinculación de patrimonios nobiliarios y un nuevo estatuto de propiedad agraria, sujeto a la oferta y demanda. La ley no aclaraba la propiedad de la tierra, dejándolo a los tribunales.
- Supresión de órdenes religiosas y venta de sus bienes. En 1841, durante la regencia de Espartero, se incluyeron los bienes del clero secular.
Mendizábal buscaba crear una clase media agraria y atraer a la burguesía al liberalismo. El Estado se comprometió a mantener al clero, formalizado en el Concordato de 1851.
Florez Estrada criticó la ley, proponiendo contratos a 50 años con el Estado, lo que fue rechazado, concentrando aún más la propiedad.
La Desamortización de Madoz (1855)
Durante el Bienio Progresista, Madoz desamortizó bienes eclesiásticos restantes, de órdenes militares, instituciones benéficas y ayuntamientos. El proceso continuó hasta 1924. Se destinó a la industrialización, especialmente al ferrocarril. Los ayuntamientos podían usar los fondos para mejoras locales.
Resultados de las Desamortizaciones
Políticos:
- Creación de una clase social (nobleza y burguesía) afín al liberalismo.
Sociales:
- Aparición de un proletariado agrícola sin tierras.
- Empeoramiento de las condiciones de vida del pequeño campesinado.
- Formación de una burguesía terrateniente absentista.
- Perjuicio al clero, que perdió poder económico.
Económicos:
- Escasa variación en la estructura de la propiedad (latifundios y minifundios).
- Obtención de fondos para el Estado.
- Aumento de la producción agrícola a medio y largo plazo.
Culturales y Artísticos:
- Destrucción de patrimonio artístico.
En resumen, las desamortizaciones beneficiaron a la nobleza y burguesía, consolidando el liberalismo. El clero se empobreció y el campesinado sufrió las consecuencias. El régimen feudal desapareció, dando paso al capitalismo.