Industrialización en España: Interpretaciones Historiográficas
Interpretaciones del «fracaso» o «atraso» de la industrialización española:
- 1960, Vicens Vives:
- Fuerte regionalización de la industria.
- Dependencia de focos industriales regionales y tecnología exterior.
- Proteccionismo y aislamiento.
- Subordinación a la agricultura.
- 1975, J. Nadal: Atribuye factores exógenos a la industria:
- Fracaso de las desamortizaciones.
- Problemas de la Hacienda.
- 1984, G. Tortella: Hipótesis de un patrón latino de industrialización (historia económica comparada), derivado de la adscripción a la cuenca mediterránea y su ecosistema.
- 1988, L. Prados: Genera polémica:
- El atraso del imperio español no sería tan decisivo.
- Dinamismo del sector exportador.
- El sector agrario no es la única base del fracaso. Mejor asignación de recursos.
- Exculpación de la industria por explicaciones exogenistas.
Etapas de la Economía Española durante el Franquismo (1939-1975)
1ª Etapa: Autarquía e Intervencionismo (1939-1951)
Marcada por la autarquía e intervencionismo, fruto de las condiciones impuestas y no por libre elección. Esta etapa hundió la economía española hasta 1950. Las relaciones exteriores con los países del Eje durante la Segunda Guerra Mundial llevaron al desabastecimiento por parte de los aliados, con consecuencias negativas, ya que España dependía de EE.UU. (petróleo, algodón, chatarra) y del Reino Unido (coque, fertilizantes). Disminución de importaciones estratégicas, estrangulamientos energéticos, caída de la productividad laboral y la capacidad productiva nacional.
2ª Etapa: El «Decenio Bisagra» (1951-1959)
Los graves problemas y el malestar social llevaron a un cambio de política económica hacia una progresiva liberalización interior y exterior, abandonando el modelo autárquico. Dos cambios clave: el cambio de gobierno en 1951 (reducción del intervencionismo) y el acuerdo con EE.UU. en 1953 (ayuda, flexibilización de mercados y estabilidad monetaria).
3ª Etapa: De la Liberalización al «Milagro» Español (1960-1973)
Década de «oro» gracias a la reintegración en la economía internacional («círculo virtuoso del sector exterior»). Inserción en el ciclo de prosperidad de las economías industriales. La crisis energética de 1973 marca el final de la expansión y el inicio de la transición política. Récord histórico en tasas de crecimiento del PIB y cambio estructural en todos los sectores. Los Planes de Desarrollo, inspirados en la planificación indicativa europea, buscaban proteger la industria nacional, mejorar su competitividad y industrializar regiones marginadas, pero fracasaron.
Problemas Económicos durante la Transición (1975-1986)
España enfrentó los efectos de la doble crisis energética (1973 y 1979), la crisis del sistema monetario de Bretton Woods (1971), la emergencia de nuevos competidores industriales y el repunte de protestas sociales. El retraso en la implementación de políticas de ahorro energético en comparación con Europa agravó la situación. Consecuencias: agotamiento de reservas, inflación, primeros déficits públicos. La segunda crisis del petróleo (1979) deterioró los equilibrios básicos, con inflación del 15%, desempleo del 9,5% al 12,6%, déficit público del 5% del PIB y aumento de los tipos de interés.
Cambios Estructurales en la Economía Española del Siglo XX
Demografía
Modernización demográfica, con caída de las tasas de natalidad y mortalidad, a diferencia del boom demográfico en otros países europeos. Avances en la lucha contra enfermedades epidémicas y endémicas, pero aumento de enfermedades ligadas a sociedades desarrolladas. Retroceso de la natalidad en sintonía con la industrialización.
Sector Agrario
Pervivencia del terrazgo cerealista y consolidación del sector exportador en el primer tercio del siglo. Intervención y contrarreforma agraria durante el franquismo. Crisis en los sesenta, con cambios en los cultivos y demanda de insumos industriales («revolución verde»). Crecimiento y avances de productividad en la segunda mitad del siglo.
Industria
Crecimiento continuo a lo largo del siglo, acelerado desde los cincuenta. Protagonismo de las industrias básicas y crecimiento con fuerte intervención. Estabilidad en la productividad antes de 1960 (crecimiento extensivo). Evolución desde sectores ligeros y extractivos hacia una lenta diversificación.
Comercio Exterior
Tendencia proteccionista iniciada en 1891. Reducción del grado de apertura (25% en 1890 al 5% en 1950). Liberalización e internacionalización a partir de los setenta. Cambios en la composición de la balanza comercial (exportaciones e importaciones). Mantenimiento del carácter deficitario, compensado por otras balanzas. Consolidación del comercio exterior.
Sistema Financiero
- Sistema Monetario: Patrón fiduciario debido a la escasa competitividad exterior.
- Sistema Financiero: Adaptación a las transformaciones económicas.
- Banco de España: Instrumento al servicio de la Hacienda hasta su modernización en 1977.
- Banca Privada: Concentración bancaria y control sobre la industria a principios de siglo. Liberalización en los setenta.
- Banca Oficial: Multiplicación de instituciones desde la segunda década.
- Cajas de Ahorro: Intervenidas desde principios de siglo, desregulación progresiva desde 1977.
Sector Público
Intervención económica directa (empresas estatales como Ensidesa, Hunosa, Renfe, TVE) e indirecta (regulación legal comercial, financiera, fiscal).
Ventajas de la Inserción de España en la CEE/Unión Europea
Competencia en igualdad de condiciones para las empresas españolas, modernización del sistema económico, relanzamiento de la apertura exterior, crecimiento sostenido, mejora de la calidad de vida, creación de empleo estable. La entrada en la CEE impulsó cambios estructurales necesarios. Mayor modernidad, prosperidad y solidaridad. Financiación de grandes proyectos (autovías, alta velocidad) con fondos europeos. Balance extraordinariamente positivo.