Análisis del Manifiesto de Sandhurst y el Contexto de la Restauración

El Manifiesto de Sandhurst: La Restauración Borbónica en España

Clasificación

Se trata de una fuente primaria con un claro carácter político. Su autor formal es Alfonso de Borbón, futuro Alfonso XII. Sin embargo, el verdadero autor del texto es Cánovas del Castillo, político de tendencia liberal moderada que durante los años del Sexenio Democrático encabezó la defensa de la vuelta de la casa real de Borbón a España. Cánovas pide a un joven Alfonso (18 años) que firme la carta, con el fin de restaurar la monarquía y crear un nuevo régimen que permita superar el fracaso que supuso el Sexenio Democrático y la situación de 1874 bajo la dictadura de Serrano y enfrentamientos bélicos en Cuba, con el bando carlista y los rescoldos del cantonalismo. El destinatario es el público en general, con la intención de convencer a la nación de las intenciones, siempre dentro del liberalismo, del nuevo aspirante al trono español.

Análisis

La idea principal, que además queda enmarcada durante todo el texto, es el ofrecimiento del joven Alfonso de encabezar la restauración borbónica en España. Además, aparecen otras ideas secundarias que tratan de afianzar o apuntalar esta idea principal.

En el primer párrafo, Alfonso destaca su legitimidad al trono. Alude a la generosidad de su madre por abdicar en él. Parece claro que Isabel II, «infortunada» después de haber sido repudiada y rechazada por sus años de mal gobierno con la Revolución Gloriosa de 1868, no parece la mejor opción para encabezar la restauración borbónica. Por tanto, Cánovas la convence para que abdique en su hijo, tratando de ofrecer una nueva imagen de la corona, que represente todas las virtudes del liberalismo.

En los dos párrafos siguientes, Alfonso hace una defensa de un sistema monárquico parlamentario, tratando de dar a entender que solo a través de las Cortes, el pueblo puede ejercer su soberanía, y solo de forma parlamentaria es posible solucionar los problemas que acarrea España.

En el cuarto y quinto párrafo, hace alusión a «que nuestra patria lo sea de verdad», y desea que sea como «las naciones más grandes y prósperas», haciendo clara la alusión a Gran Bretaña, donde existe un sistema monárquico parlamentario y haciendo patente la necesidad de erradicar de la política las nuevas ideas como el «carlismo» o el «federalismo», a las que tilda de «sofismas pérfidos», y volver a la tradición política, respetando la propia historia de España, de estado monárquico y centralizado.

En el último párrafo, deja claras sus aspiraciones e intenciones políticas: monárquico, católico y liberal. Es importante la declaración religiosa, ya que España a finales del siglo XIX seguía siendo un país eminentemente católico.

Contexto Histórico

El texto que nos ocupa puede considerarse como el primer elemento de la denominada Restauración o período de la historia de España (1875-1931) en que se produjo la reposición en el trono de la dinastía borbónica en la persona del hijo de Isabel II, Alfonso XII, tras el Sexenio Democrático y la experiencia de la dinastía Saboya y la Primera República.

En los años anteriores a 1868, el malestar social y el desprestigio del gobierno de Isabel II eran crecientes. El 18 de septiembre, el almirante Topete se subleva en Cádiz. La revolución sorprende a la reina veraneando en San Sebastián y triunfa. Las Cortes afrontan el reto de organizar el país elaborando una nueva constitución y encontrar un rey para España. Se elabora una constitución, la de 1869, muy avanzada que recoge principios que nunca se habían reflejado en un texto constitucional español (inviolabilidad de domicilio y de correspondencia, habeas corpus…). En cuanto al nuevo monarca, fue elegido Amadeo de Saboya, candidato de Prim y de los progresistas. Con el tiempo abdicará y las Cortes proclaman la República. Nace débil, a lo que hay que sumar la división de los republicanos, la crisis política, económica y social generalizada. El general Pavía (capitán general de Madrid) da un golpe de Estado y proclama a Serrano presidente. El sistema de la República es incapaz de resolver las insurrecciones carlista, cantonalista y cubana. Esto posibilita la creación de un clima conservador en el seno de las mismas clases que llevaron a cabo el derrocamiento de Isabel II. Además, estos mismos grupos se sienten amenazados por la inestabilidad social existente y por el librecambismo de los gobiernos del Sexenio. Alfonso XII había recibido la legitimidad dinástica de la casa Borbón, al abdicar su madre en él en junio de 1870. Su educación tuvo lugar en la corte austriaca y en la academia de Sandhurst.

Conclusión

A pesar de las grandes intenciones de Cánovas del Castillo, el sistema de la Restauración no consiguió resolver la mayoría de los problemas de España, entre otras cuestiones por las diferentes guerras a las que tuvo que hacer frente. Sin duda, la de más hondo calado fue la Guerra de Cuba (1895-1898), que dio lugar a la pérdida de las últimas colonias y a la aparición de una crisis identitaria en España. A esta siguieron otros problemas como la Guerra de África o la crisis económica tras la Primera Guerra Mundial, por lo que Alfonso XIII terminó cediendo el poder a Miguel Primo de Rivera, que instauró una dictadura que dio fin al periodo conocido como Restauración.

T.12

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