España en el Siglo XX: El Reinado de Alfonso XIII y la Crisis de la Restauración

El Reinado de Alfonso XIII: Modernización, Crisis y la Guerra de Marruecos

Contexto Histórico

Alfonso XIII, hijo de María Cristina de Habsburgo, ascendió al trono tras el desastre del 98, una crisis colonial que relegó a España a la categoría de potencia secundaria. A esta crisis se sumó una crisis de identidad, problemática social con el auge del movimiento obrero, y la crisis del sistema político de la Restauración con el asesinato de Cánovas del Castillo (conservador) y Práxedes Mateo Sagasta (liberal), pilares del turnismo.

El reinado también se caracterizó por el auge de los nacionalismos. En Cataluña, Francesc Cambó lideró la Lliga Regionalista, mientras que en el País Vasco, Sabino Arana fundó el PNV, cuya radicalidad disminuyó tras su muerte. Económicamente, la pérdida de las colonias generó pérdidas comerciales, aunque a corto plazo se inyectó capital proveniente de la venta de estos territorios. A pesar de ello, las sucesivas huelgas denotaban un clima de inestabilidad social. Los militares, acusados de la pérdida colonial, culpaban al gobierno, mientras que el anticlericalismo, promovido por anarquistas y socialistas, ganaba terreno.

La Primera Guerra Mundial y sus Consecuencias

España se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), lo que impulsó las industrias bélica y textil, especialmente en Cataluña, y el crecimiento de Barcelona. Sin embargo, esta prosperidad no benefició a los obreros, cuyos salarios se mantuvieron estancados, generando descontento social. La crisis económica mundial de 1929, tras el crack del 29, agravó aún más la situación.

Intentos de Modernización y la Inestabilidad Política

Durante el reinado de Alfonso XIII, se llevaron a cabo varios intentos de modernización. La inestabilidad política era constante, con gobiernos que apenas duraban ocho meses. Antonio Maura, conservador, estableció una ley electoral que otorgaba el voto a los hombres mayores de 21 años. Cercano al nacionalismo catalán por su origen mallorquín, Maura buscó un acercamiento a Cataluña y a la Lliga Regionalista. Su objetivo era el regeneracionismo, implementando reformas desde el gobierno. Apoyó la Asociación Nacional Católica de Propagandistas, fundada por Ángel Herrera Oria, que promovía la participación de los católicos en política. Posteriormente, el liberal José Canalejas asumió el poder.

Maura gobernó en dos periodos: 1903-1904 y 1907-1909.

Reformas

  • Modernización de la agricultura y la industria, con un importante proteccionismo para la industria catalana.
  • Leyes laborales para mejorar la situación de los obreros y fundación del Instituto Nacional de Previsión (antecedente de la Seguridad Social).
  • Descanso dominical y ley de jornada laboral para mujeres y niños.
  • Ley electoral para combatir el caciquismo y el pucherazo.
  • Ley de Administración Local para otorgar mayor autonomía a los ayuntamientos (no se implementó).
  • Ley antiterrorista tras los atentados sufridos por políticos y el propio rey.
  • Ley de Escuadra para desarrollar la industria naval y la construcción de barcos para la armada.

Durante este periodo, surgió el Partido Radical de Alejandro Lerroux. La caída de Maura se precipitó por la cuestión marroquí. En la Conferencia de Algeciras, Marruecos se dividió entre España y Francia. A España le correspondió un territorio desértico, rocoso, rico en minas de hierro y habitado por tribus rifeñas belicosas.

La Guerra de Marruecos y la Semana Trágica

El envío de soldados para proteger el territorio y a los empresarios mineros generó descontento entre los militares peninsulares, que veían cómo sus compañeros destinados en África ascendían más rápidamente. Los soldados enviados a Marruecos eran aquellos que no podían pagar la redención, es decir, los más pobres.

Maura movilizó a los reservistas de Madrid y Barcelona, lo que provocó levantamientos obreros, huelgas y barricadas en Barcelona. El desastre del Barranco del Lobo en Marruecos, donde murieron miles de soldados, desencadenó la Semana Trágica en Barcelona (1909), con muertos, heridos e incendios de fábricas e iglesias. La represión de Maura, con numerosos detenidos y cinco penas de muerte, incluyendo la de Francisco Ferrer (injustamente acusado), exacerbó el descontento popular y provocó la caída de Maura.

El Gobierno de Canalejas y la Crisis de 1917

José Canalejas llegó al poder (1910-1912) e implementó la Ley del Candado, que prohibía el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España. También impulsó la Ley de Mancomunidades, que permitía la unión de regiones, y leyes de carácter social. Eliminó el sistema de quintas por redención. Tras el asesinato de Canalejas, los conservadores volvieron al poder.

La crisis de 1917 se caracterizó por tres factores:

  1. Militares: Descontento por su mala situación, escaso reconocimiento social y bajos salarios. Fundaron la Junta de Defensa, un sindicato militar, desafiando al gobierno.
  2. Catalanes: Descontento por el incumplimiento de los compromisos del gobierno. Reclamaban mayor autonomía política.
  3. Obreros: Descontento por el enriquecimiento de los empresarios mientras su situación no mejoraba. El cierre de fábricas tras la Primera Guerra Mundial provocó una huelga general en Barcelona.

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