38. ¿Por qué creció el comercio internacional en el siglo XIX y en la segunda mitad del siglo XX?
La internacionalización de la economía mundial alcanzó entre los años finales del siglo y la Primera Guerra Mundial (IGM) una intensidad tal que ha merecido el calificativo de primera globalización. La expresión más visible de este proceso no es sólo el progresivo incremento del volumen de los intercambios reales y financieros ente países, sino la convergencia de los precios y salarios respectivos, incluso en determinados casos de la renta por habitante. En el transcurso de este periodo las economías nacionales estarán cada vez más interconectadas y serán más interdependientes, por lo que en adelante no podrán entenderse sin su referencia internacional.
La coincidencia entre industrialización e internacionalización no es casual, existe entre ambos fenómenos una relación causal de doble dirección: la industrialización comporta necesidades de mercados, lo que lleva a la multiplicación de los intercambios a nivel tanto nacional como internacional; y el desarrollo a gran escala de estos intercambios internacionales genera división del trabajo, especialización y reasignación más eficiente de los factores, lo que deriva en mayor eficiencia económica y mayor crecimiento. La industrialización obtuvo ganancias del comercio y el comercio las tuvo del incremento de la producción, realimentándose mutuamente. El desarrollo de la economía internacional, fue, en suma, causa y consecuencia del crecimiento de las economías nacionales.
Por tanto, las causas de la primera globalización, la que tuvo lugar entre 1850 y 1914, hay que buscarlas en las políticas de apertura practicadas por los gobiernos de los distintos países, que supusieron una fuerte reducción de las barreras arancelarias, y, por otra parte, en la aparición de nuevas tecnologías que produjeron una importante reducción del tiempo y del coste del transporte. Esta globalización de la economía en la segunda mitad del siglo XIX y en las primeras décadas del XX, acompañada de la libertad de movimientos de capital, se tradujo en un gran desarrollo del libre comercio y un fuerte movimiento migratorio, favorecido por la inexistencia en aquel entonces de controles gubernamentales a la inmigración.
Hay que concluir pues que, desde el punto de vista social, la primera globalización produjo resultados satisfactorios. Desgraciadamente, a partir de 1914 y hasta 1950, esa tendencia favorable se vio truncada por la destrucción del sistema económico y financiero internacional a causa de las dos guerras mundiales; por la desaparición del patrón oro; por la adopción de medidas proteccionistas, sobre todo arancelarias, por parte de los gobiernos; y por la implantación de severas restricciones a los flujos transfronterizos y a la libre circulación de personas. Todo ello hizo que la globalización quedase frenada.
Sin embargo, a partir de 1945 y, especialmente desde 1950, es decir, en la segunda mitad del siglo XX, se produjo la segunda globalización, donde las cosas empezaron a cambiar para caminar de nuevo, en lo que se refiere a la apertura de fronteras, hacia lo que había sido antes de 1914. Por otra parte, desmantelado en 1973 el sistema de Bretton Woods, para dar paso a un régimen de tipos de cambio flotantes, se revitalizó el mercado de capitales y se favoreció la supresión progresiva de los controles de cambio. De esta forma quedaban sentadas las bases para la aparición de un nuevo proceso de globalización que, efectivamente, tiene lugar en forma paulatina desde hace 50 años y que actualmente se acelera a consecuencia, sobre todo, de los nuevos avances tecnológicos, ahora en el campo de la comunicación y la información, lo que permite la apertura de nuevas vías para la organización de las empresas a escala mundial, con mayor eficiencia e integración internacional. Esta característica, cuyo paradigma es internet, es la que hace decir que nos hallamos en puertas de una nueva economía global
39. Razones por la que EEUU creó el Plan Marshall y por las que la URSS y PS se aislaron internacionalmente.
El Plan Marshall (denominado oficialmente European Recovery Program o ERP) fue el principal plan de los Estados Unidos con un doble objetivo, el primero era la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial; el segundo era el fin de a contener un posible avance del comunismo .La iniciativa recibió el nombre del Secretario de Estado de los Estados Unidos, George Marshall y fue diseñada principalmente por el Departamento de Estado.
El plan de reconstrucción se planteó en una cumbre entre los estados europeos participantes, que se celebró 1947. La Unión Soviética y los estados de la Europa del Este también fueron teóricamente invitados, aunque las condiciones que se les exigió (someter su situación económica interna a controles externos e integrarse en un mercado europeo) eran obviamente incompatibles con el sistema económico y con los principios ideológicos y de propaganda del denominado socialismo realmente existente. Aún así, Moscú tuvo que ejercer su control sobre algunos países que sí habían mostrado interés (Polonia y Checoslovaquia), obteniendo su rectificación. El plan tuvo una vigencia de cuatro años fiscales a partir de julio del año 1947 y, durante este periodo, los estados europeos que ingresaron en la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE) (precursora de la OCDE) recibieron un total de 13 mil millones de dólares de la época, así como servicios de asistencia técnica.Una vez completado el Plan, la economía de todos los países participantes, excepto la República Federal Alemana, había superado los niveles previos a la guerra y en las dos décadas siguientes, Europa Occidental alcanzó un crecimiento y una prosperidad sin precedentes. En cualquier caso, el impacto que pudo llegar a tener el Plan Marshall sobre dicho crecimiento es una cuestión muy discutida. Por otro lado, el Plan Marshall también es visto como uno de los elementos que impulsó la unificación europea, ya que creó instituciones para coordinar la economía a nivel europeo. Además de las consecuencias relacionadas directamente con la economía de los países receptores de ayudas, una consecuencia directa fue la introducción sistemática de técnicas de gestión de inspiración estadounidense.
En los últimos años, muchos historiadores han cuestionado tanto las motivaciones subyacentes como la eficacia del Plan. Algunos historiadores mantienen que los beneficios del Plan Marshall realmente procedieron de las nuevas políticas librecambistas o de laissez-faire , que permitieron estabilizar los mercados gracias al crecimiento económico. Así por ejemplo, la OECE, además de repartir las ayudas del Plan Marshall, promovió el libre comercio y la eliminación de barreras arancelarias.
Se consideró conveniente invitar a los soviéticos a las conversaciones, puesto que era la otra potencia vencedora. El discurso había incluido explícitamente a la URSS, porque los estadounidenses pensaban que excluirla habría sido un signo demasiado claro de desconfianza. Los funcionarios del Departamento de Estado sabían que Stalin no querría participar y que cualquier plan que enviara grandes cantidades de dinero a la URSS no sería aprobado por el Congreso de los Estados Unidos.
En un discurso ante las Naciones Unidas en 1947, el viceministro para Asuntos Exteriores soviético, Andréi Vyshinski, dijo que el Plan Marshall violaba los principios de las Naciones Unidas. Acusó a los Estados Unidos de intentar imponer su voluntad sobre otros estados independientes, mientras que al mismo tiempo utilizaba sus recursos económicos para ayudar a naciones necesitadas como un instrumento de presión política.