1. La Rusia Zarista a Comienzos del Siglo XX
En 1900, Rusia era un vasto imperio que se extendía desde el Mar Báltico hasta el Océano Pacífico. Con más de 140 millones de habitantes y una gran diversidad de pueblos, su sistema político era uno de los más autoritarios de Europa.
1.1 Economía y Sociedad
La economía y la sociedad rusas estaban muy atrasadas en comparación con otras zonas de Europa. El sistema político se basaba en el poder absoluto del zar. El régimen se sustentaba en tres pilares:
- La nobleza: concentraba la propiedad de la tierra.
- Altos cargos de la Administración y el Ejército: junto con la policía secreta, ejercían la censura y el control político.
- La Iglesia ortodoxa: su jefe supremo era el zar.
Durante el reinado de Alejandro II, se intentaron reformas en la economía y la administración. Una medida clave fue la abolición del régimen feudal y la servidumbre campesina en 1861, aunque con resultados limitados. Tras el atentado contra Alejandro II en 1881, se abandonaron las reformas, volviendo al inmovilismo político y la represión.
A pesar de la prohibición de partidos políticos, surgió una oposición intelectual al zarismo que exigía libertades políticas y cambios socioeconómicos. En 1898, se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, inspirado en el marxismo. Destacó la figura de Vladimir Ilich Ulianov (Lenin). En 1903, el partido se dividió en mencheviques y bolcheviques:
- Mencheviques: defendían una revolución burguesa previa al socialismo y un partido de masas.
- Bolcheviques: buscaban derrocar al zarismo e instaurar una dictadura del proletariado y el campesinado, con un partido disciplinado.
En 1905, se formó el Partido Socialista Revolucionario, heredero de los populistas, que abogaba por el socialismo agrario. La burguesía liberal creó el Partido Constitucional Demócrata, buscando una monarquía constitucional.
La Revolución de 1905
La situación económica, la agitación social y las derrotas en la guerra ruso-japonesa de 1905 desprestigiaron al zar. Las huelgas en San Petersburgo y la represión de una manifestación pacífica desencadenaron un movimiento revolucionario. Campesinos, obreros y partidos políticos se movilizaron:
- Campesinos: exigieron el fin de los abusos de los terratenientes.
- Obreros: organizaron comités de huelga y sóviets, como el de San Petersburgo, presidido por Lev Davidovich Bronstein (Trotski).
- Partidos políticos: se opusieron a la guerra.
- Ejército: el motín del acorazado Potemkin evidenció el descontento.
El zar promulgó el Manifiesto de Octubre, concediendo libertades civiles y creando la Duma (Parlamento). Sin embargo, las reformas fueron limitadas y el poder del zar se mantuvo. La reforma agraria de Stolypin fracasó y la represión política continuó. La situación empeoró con la Primera Guerra Mundial en 1914.
2. La Revolución de Febrero de 1917
Las derrotas en la guerra, las pérdidas humanas y las dificultades económicas provocaron la revolución. En febrero de 1917, una huelga en Petrogrado desencadenó una revolución espontánea. Nicolás II abdicó y se formó un Gobierno provisional, presidido por el príncipe Lvov, con Kerenski como ministro de Justicia.
Coexistieron dos poderes: el Gobierno provisional y los sóviets. El Gobierno implementó reformas: amnistía, libertades civiles, promesa de reparto de tierras, elecciones para una Asamblea Constituyente, independencia de Finlandia y Polonia.
La permanencia en la guerra enfrentó al Gobierno con mencheviques, socialistas revolucionarios y bolcheviques. Lenin, en sus “Tesis de Abril”, planteó la ruptura con el Gobierno y la toma del poder por los sóviets. Tras el fracaso de una ofensiva rusa, los bolcheviques se manifestaron, fueron reprimidos y Lenin huyó.
El general Kornilov intentó un golpe de Estado, y Kerenski pidió ayuda a los bolcheviques para detenerlo.
3. La Revolución de Octubre y el Nacimiento de la URSS
El intento de golpe de Kornilov fortaleció a los bolcheviques. Lenin impulsó la toma del poder.
La Revolución de Octubre
En octubre de 1917, las tropas bolcheviques y la Guardia Roja tomaron el poder en Petrogrado. Lenin y Trotski formaron el Consejo de Comisarios del Pueblo. Se firmaron decretos sobre la paz y la tierra.
Se firmó el Tratado de Brest-Litovsk con Alemania, con duras condiciones para Rusia. Se celebraron elecciones a la Asamblea Constituyente, pero los bolcheviques la disolvieron. El III Congreso de los Sóviets aprobó la Constitución de la República Socialista Federativa de Rusia (1918), estableciendo la dictadura del proletariado.
La oposición al régimen bolchevique se manifestó en el Ejército Blanco, dando inicio a la guerra civil. Trotski organizó el Ejército Rojo, que finalmente triunfó. Se instauró el “comunismo de guerra”, con control estatal de la economía, que resultó un fracaso.
En 1921, Lenin anunció la Nueva Política Económica (NEP), que permitió cierta economía de mercado. La NEP mejoró la situación económica, pero generó desigualdades.
En 1922, se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En 1924, se aprobó una nueva Constitución. El Partido Comunista controlaba el poder. Se fundó la III Internacional (Komintern) en Moscú, para promover la revolución mundial.