El Fin de una Era: España al Final del Siglo XIX
A finales del siglo XIX, el imperio español se encontraba en una situación precaria. Conservaba únicamente Cuba, Puerto Rico, Las Marianas, Las Carolinas, Guam y Filipinas, en un contexto internacional marcado por el desarrollo y expansionismo imperialista de nuevas potencias como Estados Unidos y Japón.
Debilidad Interna y Presión Colonial
España sufría de un aislamiento internacional y una economía atrasada de base agrícola, carente de estructuras industriales, financieras y comerciales sólidas. Su presencia en las colonias se basaba en una fuerte presencia militar y una intensa presión fiscal y arancelaria.
Las colonias caribeñas (Cuba y Puerto Rico) poseían una economía agrícola de explotación, sustentada en el esclavismo y sometida a altos aranceles impuestos por la metrópoli. España monopolizaba el comercio de exportación y obligaba al consumo de la costosa producción española, además de limitar el autogobierno de las islas. En el Pacífico, la actividad económica era casi nula, limitándose la presencia española a elementos militares y religiosos. El sentimiento independentista se consolidaba en las islas, fomentado en parte por las grandes potencias interesadas en la región, especialmente Estados Unidos, que tras no participar en el reparto de África y Asia, fijó su atención en estas colonias por motivos estratégicos.
Conflictos y Sublevaciones en Cuba
- 1868: Primera sublevación cubana, el Grito de Yara, liderada por Céspedes.
- 1876: Tras la guerra carlista, Martínez Campos llega a Cuba y firma la Paz de Zanjón, prometiendo abolir la esclavitud, otorgar más autonomía y realizar reformas económicas. Sin embargo, el conflicto persiste en el este de la isla, liderado por Maceo, dando lugar a la Guerra Chiquita (1879-1880), que fracasa por falta de recursos.
- 1873: Abolición de la esclavitud en Puerto Rico. En Cuba, la abolición se retrasa hasta 1886.
- La oligarquía terrateniente azucarera española se opone al librecambismo, al abolicionismo y al autonomismo defendido por la burguesía criolla a través del Partido Liberal Cubano.
- 1892: José Martí funda el Partido Revolucionario Cubano, independentista.
- 1893: Maura presenta un proyecto de autonomía para Cuba, rechazado por el parlamento, lo que agudiza el malestar por los aranceles. Se permiten exportaciones a Estados Unidos, que absorbe el 90% de estas, pero se mantienen las prohibiciones a las importaciones.
- Febrero de 1895: Estallido de las hostilidades en Cuba, conocido como el Grito de Baire. España responde aprobando una ley de autonomía para Cuba, que es rechazada. El 25 de marzo se proclama el Manifiesto de Montecristi, exponiendo los motivos del levantamiento y llamando a las armas. Estados Unidos apoya armamentísticamente a los independentistas.
Intervención de Estados Unidos y Desenlace
El general Martínez Campos es enviado a Cuba, pero fracasa en sus negociaciones. Es sustituido por el general Valeriano Weyler en febrero de 1896, quien implementa una política de guerra represiva, estableciendo campos de concentración y restringiendo el abastecimiento, lo que genera epidemias y hambruna. En Filipinas, el nacionalismo independentista estalla en 1896 liderado por José Rizal, contra la tiranía de los terratenientes españoles. Rizal es ejecutado por el general Polavieja, pero la lucha continúa bajo el mando del general Aguinaldo, con apoyo de Estados Unidos. En 1897, tras la muerte de Cánovas, Sagasta decide otorgar autonomía política y comercial a Cuba, igualdad de derechos y sufragio universal, sustituyendo al general Weyler por el general Ramón Blanco y eliminando los campos de concentración. Sin embargo, Estados Unidos lanza una campaña política y mediática, centrada en la matanza de la población civil, para movilizar a la opinión pública.
El apoyo estadounidense, la movilidad del ejército independentista cubano y la debilidad del ejército español, mermado por enfermedades y hambre, animan a continuar las hostilidades. El 15 de febrero de 1898, el acorazado estadounidense Maine se hunde en el puerto de La Habana debido a una explosión. Estados Unidos lanza un ultimátum a España, que lo rechaza. El 25 de abril, el presidente de Estados Unidos declara la guerra, tras haber iniciado un bloqueo comercial en Cuba y movilizado su flota en el Pacífico. La flota española es derrotada en Cavite (Filipinas) y Santiago de Cuba. La contienda se extiende hasta agosto, cuando Estados Unidos ocupa Puerto Rico.
El 10 de diciembre de 1898 se firma el Tratado de París, por el cual España renuncia a la soberanía sobre Cuba, cede Puerto Rico, Filipinas y Guam a Estados Unidos por 20 millones de dólares, y vende las Carolinas, las Marianas y Palaos a Alemania, al ser incapaz de mantenerlas.