Nacimiento de los Estados Unidos
Antecedentes
Las colonias británicas disfrutaban de una notable autonomía respecto al gobierno de Londres. Había diferencias importantes entre los pequeños propietarios rurales y la burguesía urbana de las ciudades del norte, y los propietarios de las plantaciones esclavistas del sur. A pesar de sus diferencias sociales y económicas, no tenían los problemas de la pervivencia de las sociedades estamentales y el régimen señorial vigentes en el continente europeo.
Rebelión de las Colonias
Gran Bretaña aumentó la presión tributaria sobre las colonias y exigió el cumplimiento de las leyes sobre los monopolios comerciales e impuestos aduaneros. Los colonos protestaron, sostenían que, como no tenían participación política en el Parlamento británico, no estaban obligados a aceptar sus leyes fiscales. Un Congreso Continental en Filadelfia redactó la Declaración de Derechos con sus reivindicaciones a Gran Bretaña. Surgió la Asociación Continental, que acordó no importar ni exportar productos ingleses, buscando que las compañías inglesas presionaran al gobierno británico. También enviaron un escrito al rey Jorge III, exponiendo sus quejas.
Guerra de Independencia
Primera Fase
El 4 de julio de 1776, los representantes de las colonias, reunidos en Filadelfia, firmaron la Declaración de Independencia, redactada por Thomas Jefferson de acuerdo con los principios del liberalismo político. Su victoria en la batalla de Saratoga cambió el curso de los acontecimientos.
Segunda Fase
La guerra se convirtió en un conflicto internacional con la entrada de Francia y de España a favor de los insurrectos: Francia quería una revancha después de la derrota en la Guerra de los Siete Años. España veía la oportunidad de recuperar posesiones perdidas, como Gibraltar. Tras la entrada de las potencias europeas, el ejército británico comenzó a perder posiciones hasta su derrota definitiva en Yorktown. El reconocimiento británico de la independencia llegó con la firma de la Paz de Versalles.
Revolución Francesa
Los acontecimientos ocurridos en Francia fueron el principio del fin de un orden social, el del Antiguo Régimen. Las ideas, lenguaje y símbolos de la Revolución Francesa dominan el siglo XIX. La generalización de una sociedad de clases y la imposición del liberalismo económico fueron algunos de los cambios más importantes.
Causas de la Revolución
Los orígenes de la revolución son una combinación de factores políticos, económicos y sociales vinculados con la estructura del Antiguo Régimen. El Estado francés atravesaba una profunda crisis financiera. Algunos ministros, como Turgot, propusieron una reforma fiscal para que los estamentos privilegiados pagaran impuestos. Pero estos se negaron. En 1787, la Asamblea de Notables exigió que, si se quería un nuevo impuesto, se debía convocar a los Estados Generales. Esa rebelión nobiliaria creó una crisis económica. Las malas cosechas de los años anteriores habían provocado una aguda crisis de subsistencia. La carestía provoca la reducción del consumo de productos artesanales. Muchos talleres y fábricas tuvieron que cerrar, dejando a sus trabajadores en el paro.
Asamblea Nacional
El 20 de junio de 1789, delegados de la burguesía se reunieron ante el temor de que el rey les hubiera impedido la entrada. Los conjurados declararon la apertura de una Asamblea Nacional Constituyente. El 14 de julio de 1789, una multitud asaltó los muros de la cárcel donde se confinaba a los presos políticos. En 1789, se multiplicaron las revueltas antiseñoriales. En los primeros días de agosto se publicaron los decretos que terminaron con los diezmos; toda la ciudadanía era igual a la hora de pagar impuestos. La asamblea aprobó un texto muy importante, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. La presión popular obligó al rey a firmar las leyes que ponían fin al Antiguo Régimen: medidas legislativas que decretaron la libertad de comercio, expropiación de bienes eclesiásticos, emisión de papel moneda y organización territorial del país dividida en departamentos. La obra fundamental de la Asamblea Nacional fue la elaboración de la Constitución de 1791. Los sectores populares pedían cambios, uno de los motivos fue el intento de fuga de Luis XVI y su familia.
Imperio Napoleónico
Construcción del Imperio
- 1795: Napoleón comienza a destacar como un líder militar exitoso. Gracias a sus victorias, se convierte en un héroe nacional.
- 1799: A través de un golpe de Estado, Napoleón toma el poder en Francia y establece el Consulado, un gobierno liderado por 3 cónsules.
- 1802: Es nombrado cónsul vitalicio, consolidando su poder.
- 1804: Se autoproclama emperador de Francia, centralizando todo el poder en su persona.
Durante su gobierno, reformó Francia: reorganizó el Estado para mantener el orden, firmó el Concordato con la Iglesia Católica, restaurando las relaciones entre ambos, y amplió el imperio francés con conquistas militares en Europa. Sin embargo, las tensiones y las guerras continuas desgastaron su dominio, especialmente frente a enemigos como Gran Bretaña.
Napoleón
Nació en una familia humilde en Córcega, pero destacó como militar. Ascendió rápidamente gracias a su inteligencia, estrategia y sus victorias en Italia. En 1799, derrocó al gobierno francés y asumió el poder. Lideró conquistas que extendieron el territorio francés por gran parte de Europa. En 1814, una coalición de países enemigos lo obligó a abdicar y exiliarse en la isla de Elba. Regresó al poder en 1815, pero fue derrotado en la batalla de Waterloo y enviado al exilio definitivo en la isla de Santa Elena, donde murió en 1821.
La Huella de la Revolución Francesa
La Revolución Francesa abolió las estructuras del Antiguo Régimen, como la monarquía absoluta y los privilegios de la nobleza. Introdujo conceptos clave como:
- Separación de poderes: Idea central para garantizar un gobierno más justo.
- Constituciones democráticas: Nuevas leyes que buscaban dar derechos a los ciudadanos.
- Igualdad y libertad: Principios fundamentales que se extendieron por Europa.
Aunque muchas ideas revolucionarias fueron limitadas durante el Imperio Napoleónico, las bases del cambio social y político permanecieron.