Tema 5:
El
Sexenio Revolucionario(1868-1874)
El Sexenio
Democrático o
Revolucionario es el período de la historia de España que abarca
desde 1868 hasta 1874. La revolución de 1868, que se inició como un
pronunciamiento más, se convirtió en una auténtica revolución
popular, que provocó la caída de la monarquía de Isabel II y dio
lugar a un proceso de democratización de la vida política cuya
mejor expresión fue la Constitución de 1879. Sin embargo, durante
el Sexenio Revolucionario no se logró crear un sistema político
estable capaz de solucionar los problemas del país: se pasó de un
gobierno provisional a la regencia de Serrano y Prim, de ésta a la
monarquía de Saboya, que sólo duró dos años, para acabar en la 1ª
República española. Finalmente, la experiencia democrática acabó
con el golpe de estado del general Pavía, que preparó el camino a
la Restauración de Alfonso XII.
1. La revolución de 1868
La revolución y la búsqueda del rey (1868-1870)
:
El origen del Sexenio fue
la revolución de septiembre de 1868 (la Gloriosa o la Septembrina).
Se inicia en Cádiz con el pronunciamiento militar de los generales
Prim y Serrano (progresista y unionista)
Al que se une el almirante
Topete (unionista). El manifiesto “España con honra” (Pacto de
Ostente) proponía un gobierno provisional y el sufragio universal.
La insurrección obtuvo el apoyo popular, organizando los
demócratas juntas revolucionarias. Las tropas de Isabel II son
derrotadas por las del general Serrano en Alcolea (Córdoba) y la
reina huyó a Francia.
El Gobierno provisional
Se creó un Gobierno
provisional presidido por Serrano y formado por progresistas
(Prim, Sagasta, Figuerola, Manuel Ruiz Zorrilla) y unionistas
(Topete) debía promover la elección de Cortes constituyentes. Pero
habían sido excluidos los demócratas, que tenían gran influencia
en las populares juntas revolucionarias de las ciudades, reclamando
derechos democráticos (sufragio general masculino, libertad de
imprenta, culto y asociación) y supresión de
los consumos y las quintas.
El Gobierno
disolvió las juntas, pero cumplió con la mayor parte del programa
demócrata (excepto las quintas), provocando de escisión
del Partido Demócrata (cimbrios y
republicanos).
Las Cortes constituyentes
El Gobierno provisional convocó elecciones a Cortes constituyentes en enero de 1869 (las primeras en España con sufragio general directo masculino).
Había cuatro fuerzas políticas en las Cortes:
– Los carlistas eran la extrema derecha, antidemócratas que aceptaron el juego parlamentario temporalmente. Eran una minoría, aunque obtuvieron un buen resultado electoral en Navarra y en el País Vasco. Pronto reavivaron la guerra (Tercera Guerra Carlista) que habían sostenido contra el Estado nacional y liberal durante prácticamente todo el siglo XIX.
– Los moderados
apoyaban el regreso de
los Borbones y la vuelta a la Constitución
de 1845, conocidos con el nombre de
alfonsinos (por
Alfonso, hijo de Isabel II). A partir de 1873 su líder fue Antonio
Cánovas del Castillo, quien en el futuro
presidiría el Partido Conservador.
– Los gubernamentales
:
los unionistas, progresistas
y demócratas cimbrios apoyaban
al Gobierno. Eran el centro político y defendían una monarquía
parlamentaria y
democrática
. Buscaron otro candidato al
trono, pues pensaban que este sistema político con un monarca Borbón
era irrealizable.
Vencieron en las elecciones por mayoría, pero
tras aprobar la Constitución de 1869 se desintegraron.
– El Partido Republicano Federal estaba dirigido por Pi y Margall, Figueras y Castelar. Era de izquierda y el segundo en número de diputados. Además del cambio de régimen, su programa incluía la abolición de las quintas, de la esclavitud en las colonias y una legislación que protegiera al trabajador. Contaba con gran apoyo en Aragón, Cataluña, Valencia y Andalucía.
La Constitución de 1869. La Regencia de Serrano
La principal tarea de las
Cortes fue la elaboración de la Constitución de 1869. Una vez
aprobada, fue nombrado regente el general
Serrano, hasta encontrar un monarca que
ocupara el trono.
El nuevo régimen afrontó graves problemas,
destacando los siguientes:
Las insurrecciones
populares y republicanas
: a las
reivindicaciones de los trabajadores (distribución de bienes,
justicia social, etc.) se unieron las de los intransigentes del
Partido Republicano Federal, estallando sublevaciones republicanas en
Cádiz, Málaga y Jerez. La más importante fue la que se produjo de
septiembre a octubre de 1869 en Cataluña, Valencia y Andalucía.
Los problemas
de la Hacienda
: se intensificaron las medidas
liberalizadoras, estableciéndose la peseta como única moneda
nacional. No se abordó ninguna reforma fiscal, por lo que la deuda
pública no se redujo.
La Guerra
de Cuba condicionó desde el principio la
experiencia democrática del Sexenio. Duró una década (1868-1878) y
se inició como una sublevación de la minoría independentista de la
isla, liderada por el hacendado Carlos Manuel
de Céspedes
. La insurrección, conocida como
Grito de Yara, estalló en Yara y seguía los ecos de la revolución
de España (la Septembrina).
Finalizó con la Paz
de El Zanjón (1878) y aunque España retuvo
la isla en su poder veinte años más, costó 130.000 vidas.
Los
hacendados fieles a España conspiraron a favor de la causa
alfonsina.
La búsqueda
de un rey
. Se pensó en distintos candidatos,
como el duque de Montpensier (cuñado de Isabel II) e incluso
Espartero. Fue elegido Amadeo,
de la casa italiana de Saboya, pero cuando el nuevo rey, Amadeo I,
desembarcó en España (30 de diciembre de 1870), su principal
valedor, el general Prim, había sido asesinado en Madrid.
2. La Monarquía de Amadeo I (1871-1873)
Este monarca fue
considerado un intruso por los partidarios de los Borbones, tanto
carlistas como isabelinos, y tuvo el rechazo de los partidarios de la
República.
Tuvo que hacer frente a la Guerra de Cuba y a la
Tercera Guerra Carlista
(que comenzó en 1872). Tras la muerte de Prim, la coalición
gubernamental comenzó a disgregarse,
provocando una gran inestabilidad política. Y se produjo una gran
rivalidad entre los dos herederos políticos del general Prim en el
Partido Progresista:
–
Práxedes
Mateo Sagasta, más cercano a los unionistas,
formaría el Partido Constitucionalista
–
Manuel Ruiz Zorrilla,
próximo a los demócratas, fundaría el Partido
Radical
.
Estos dirigentes, al
obtener la confianza del rey, disolvían las Cortes para convocar
elecciones, que solían ganar principalmente en las zonas rurales
(donde la manipulación del voto y el fraude era más fácil).
Su
reinado no logró establecer un turno entre los partidos que
proporcionara estabilidad al sistema y en febrero de 1873,
aprovechando un conflicto entre el Gobierno de Ruiz Zorrilla y el
Ejército, Amadeo I abdicó.
El establecimiento de la República
se convirtió en una solución de urgencia pactada entre los
radicales de Ruiz Zorrilla y los diputados republicanos.
3. La Primera República
La Primera República fue proclamada por las dos cámaras legislativas reunidas (lo cual estaba prohibido por la Constitución de 1869) el 11 de febrero de 1873.
Fue un régimen indefinido e inestable. No se convocaron las Cortes constituyentes, formándose un Gobierno presidido por el republicano Estanislao Figueras, pero con mayoría de radicales.
Los radicales promovieron dos golpes de Estado para evitar la convocatoria de elecciones que deseaban los republicanos para formar unas Cortes constituyentes, aunque finalmente lo consiguieron.
El nuevo Gobierno,
presidido por Pi y Margall inició el proyecto de elaborar una
constitución, plasmándose en un proyecto
constitucional(1873).
Pero la nueva República federal fue desbordada por la izquierda, por los propios republicanos intransigentes y por movimientos sociales como el de los campesinos andaluces o el de los obreros de Alcoy (huelga general).
Los republicanos intransigentes impulsaron un movimiento federalista con el fin de establecer de manera inmediata y directa la estructura federal del Estado, conocido como cantonalismo, formándose cantones (municipios autónomos) en Levante, Murcia y Andalucía. Destacando el de Málaga y principalmente el de Cartagena, liderado por Roque Barcia, resistió hasta enero de 1874.
Para sofocar el
cantonalismo, la República dio un giro hacia la derecha, apoyándose
en el Ejército.
En esta etapa los presidentes del Gobierno fueron
Nicolás Salmeron y
Emilio Castelar
.
Castelar gobernó de
forma autoritaria, teniendo que reabrir las Cortes, que previamente
había disuelto, por presión de los republicanos. La sesión de las
Cortes fue interrumpida por el General Manuel
Pavía, que entró con fuerzas de la Guardia
Civil y las disolvió.
La República autoritaria (enero – diciembre de 1874)
El año 1874 fue de transición entre la Primera República y la Restauración de los Borbones. En esta etapa, el poder estuvo en manos del general Serrano (presidente del Gobierno), continuando con la línea autoritaria de Castelar. Existía un régimen republicano, pero sin Constitución en vigor y con las Cortes clausuradas.
Serrano se apoyó en los liberales veteranos del Sexenio que no habían colaborado con la República federal, como Topete, Sagasta y Cristino Martos.
Continuaban las guerras de Cuba y la Tercera Guerra carlista
Cánovas se negó a
participar en los gobiernos del final de la Primera República,
intentaba promover el regreso de los Borbones.
El 29 de diciembre
de 1874, el general Martínez Campos
protagonizó en Sagunto otro pronunciamiento militar, acabó con el
Sexenio Revolucionario e impuso la Restauración monárquica.