El Reinado de Alfonso XIII: Crisis y Caída de la Monarquía en España (1902-1931)

Primeros años del reinado y los intentos de regeneración (1902-1914)

Alfonso XIII asumió el peso de la corona en 1902 con 16 años. Su papel fue muy activo en la política y en el ámbito militar. Su reinado se distingue en dos etapas separadas por el golpe de Estado de Primo de Rivera en septiembre de 1923. El reinado se caracterizó por los intentos de regenerar la vida política española y afrontar los problemas agravados tras el desastre de 1898. Pero episodios como la Semana Trágica de Barcelona, la crisis de 1917 o el desastre de Annual en Marruecos reflejaron la fragilidad del régimen liberal y su incapacidad de renovación. Será durante la segunda etapa cuando se instaure una dictadura dando respuestas a los problemas existentes.

Regeneracionismo y revisionismo político

  • Regeneracionismo: movimiento político-cultural de finales del siglo XIX y principios del XX, impulsado por intelectuales y políticos conscientes de la situación española. Pretendía “regenerar” y reformar las estructuras políticas, económicas y sociales de España para conseguir una nación activa, moderna y progresista, con soluciones radicales y definitivas.
  • Revisionismo político: los políticos de la época compartieron el ideario regeneracionista e intentaron reformas desde el poder. El principal resultado fue la creación en 1903 del Instituto de Reformas Sociales. Con el fallecimiento de los principales líderes de la primera etapa de la Restauración, Cánovas y Sagasta, se dio paso a una nueva generación de políticos regeneracionistas, como Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal).

Tras un breve mandato de Silvela, subió al poder Maura, partidario de la “revolución desde arriba”, enemigo del caciquismo y del falseamiento electoral. El proyecto no consiguió acabar con el poder de los caciques y apenas prosperó debido al poco respaldo de su propio partido y de la poca confianza del rey. La caída de Maura se vio precipitada al producirse la Semana Trágica de Barcelona (1909) y la guerra de Marruecos. La grave situación social, unida a las reivindicaciones obreras y nacionalistas, creó un clima de tensión que se unió a las protestas ante el llamamiento de reservistas para combatir en Marruecos. Las consecuencias de la Semana Trágica fueron muy duras. Esta situación hizo que Maura dimitiese, que el partido conservador se fragmentase y que un grupo de militantes adoptase una línea más extremista.

Por otro lado, el Partido Liberal de Canalejas llevó a cabo el regeneracionismo político de mayor alcance entre 1910-1912: nuevas leyes laborales, la Ley del Candado, la Ley de Mancomunidades, la Ley de Reclutamiento, o la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres. Las reformas se vieron truncadas por el asesinato de Canalejas en 1912.

Además, la principal oposición al régimen la conformaron los republicanos. Surgieron el Partido Republicano Radical, el Partido Reformista y el PSOE. La afiliación a UGT creció y aumentó su actuación en el medio rural. El Partido Comunista de España fue fundado en 1921 por un grupo de disidentes del PSOE, y el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo tenía un gran número de afiliados en Cataluña y Andalucía.

El nacionalismo catalán se fundaría en 1901. El incidente de la revista Cu-cut hizo que se promulgase la Ley de Jurisdicciones de 1906. Esta ley hizo que surgiera Solidaritat Catalana. El nacionalismo vasco, más conservador y defensor de las tradiciones locales, influyó menos que el catalán en la política española.

La economía española seguía dominada por el sector agrario, con escasos rendimientos y técnicas de cultivo arcaicas. Respecto a la sociedad española, nos encontramos con una estratificación social marcada. La alta burguesía estaba fortalecida por el despegue industrial, un proletariado industrial que experimentaba un notable aumento, y grupos obreros que presionaban para la aprobación de leyes de carácter social.

La Guerra de Marruecos

Los intereses de España en la zona se concretaron en 1904 mediante un convenio con Francia. Ambas naciones se repartirían el territorio en dos protectorados. En la Conferencia de Algeciras, las grandes potencias acordaron la apertura al comercio internacional de los puertos marroquíes y el establecimiento de una policía franco-española para asegurar el cumplimiento. Los primeros episodios de la guerra se produjeron en 1909 tras los ataques de grupos rifeños contra las instalaciones del ferrocarril que empresas españolas construían para la explotación de minas. En uno de los incidentes fronterizos se produjo el desastre del Barranco del Lobo, que ocasionó un elevado número de muertos y puso en evidencia una guerra impopular en la que el ejército se mostraba incapaz de dominar a los residentes rifeños. Esta situación se mantuvo hasta 1921, cuando se produjo el desastre de Annual.

La Quiebra del Sistema Político (1914-1923)

Al comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, España adoptó una postura de neutralidad. Pero en 1917 estalló la mayor crisis del reinado debido a:

  • El final de la Primera Guerra Mundial, que agudizó las dificultades económicas y sociales.
  • Los problemas del ejército.
  • Las protestas de grupos parlamentarios que estaban descontentos con la política del conservador Dato.
  • La crisis social: la UGT y la CNT convocaron la primera huelga general de la historia de España. La huelga acabaría fracasando y los líderes obreros fueron encarcelados y condenados a cadena perpetua.

El régimen de la Restauración se fue debilitando en una crisis que se prolongó desde 1917 hasta el golpe de Estado de 1923. La inestabilidad gubernamental, el pistolerismo y los conflictos sociales, agravados por el paro y la escalada de precios, dificultaron la convivencia en España a principios de los años 20. Tras los sucesos de 1909, el protectorado español en Marruecos entró en una fase de estancamiento. Para romper la situación, el general Silvestre realizó una imprudente acción contra los rifeños liderados por Abd-el-Krim que acabó en derrota para el ejército español, causando 12.000 bajas.

Conclusión

Con el reinado de Alfonso XIII se intentó, por una parte, continuar y renovar la monarquía parlamentaria de la Restauración y, por otra, se enfrentó a constantes y crecientes problemas a los que no logró dar una solución acertada, contribuyendo a ir minando poco a poco al propio régimen. La crisis de 1917 pudo haber servido para modernizarlo, sin embargo, la solución adoptada, consistente en organizar gobiernos de concentración, sirvió para alargar su final. El descrédito del sistema sirvió de argumento al general Primo de Rivera para dar un golpe de Estado en 1923. Recibido con cierta expectación, terminó convirtiéndose en otro fracaso. El apoyo de Alfonso XIII al militar provocaría la caída de la monarquía. Alfonso XIII marchó al exilio en 1931 tras el resultado de las elecciones municipales de abril que dieron la victoria a los partidos republicanos.

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