El Gobierno Provisional de la Segunda República Española
El Gobierno Provisional de la Segunda República Española fue el gobierno que detentó el poder político en España desde la caída de la Monarquía de Alfonso XIII y la proclamación de la República el 14 de abril de 1931 hasta la aprobación de la Constitución de 1931 el 9 de diciembre y la formación del primer gobierno ordinario el 15 de diciembre. Hasta el 15 de octubre de 1931 el gobierno provisional estuvo presidido por Niceto Alcalá-Zamora, y tras la dimisión de este a causa de la redacción que se había dado al artículo 26 de la Constitución que trataba la cuestión religiosa, le sucedió Manuel Azaña al frente del gobierno.
La Constitución Española de 1931
La Constitución española de 1931 fue aprobada el 9 de diciembre de 1931 por las Cortes Constituyentes tras las elecciones generales españolas de 1931 que siguieron a la proclamación de la Segunda República y estuvo vigente hasta el final de la Guerra Civil en 1939. En el exilio republicano continuó reconociendo su vigencia hasta 1977, hasta que en el proceso político de la Transición permitió la redacción de una nueva Carta Magna democrática. La constitución se organizaba en 10 títulos, con 125 artículos en total, y dos disposiciones transitorias.
La Cuestión Religiosa en la Segunda República Española
La cuestión religiosa en la Segunda República Española es el conflicto que surgió entre la jerarquía de la Iglesia católica en España y los sectores sociales que la apoyaban, por un lado, partidarios de mantener la posición que ostentaba durante la Monarquía; y los gobiernos y partidos que defendían la radical separación de la Iglesia y el Estado. A partir de la aprobación del Concordato de 1851, durante el reinado de Isabel II, y de la política aplicada por la Monarquía de la Restauración, la Iglesia católica recuperó gran parte del poder ideológico y social que había ostentado antes de la Revolución Liberal, que puso fin a sus privilegios, disolvió las órdenes religiosas masculinas y desamortizó la mayor parte de sus bienes. Así la presencia de la Iglesia católica desde 1875 se hizo sentir en todos los ámbitos de la vida social que “la política de la Monarquía restaurada le había entregado: cárceles, hospitales, cuarteles, cementerios, sacralización de espacios públicos, moral pública y privada y, sobre todo, colegios de primera y segunda enseñanza”.
La Reforma Militar de Manuel Azaña
Los dos objetivos principales de la reforma militar de Manuel Azaña fueron intentar conseguir un ejército más moderno y eficaz, y subordinar el «poder militar» al poder civil. Uno de sus primeros decretos, de 22 de abril, obligó a los jefes y oficiales a prometer fidelidad a la República. Para intentar resolver uno de los problemas que tenía el ejército español, que era el excesivo número de oficiales, jefes y generales, el Gobierno Provisional a propuesta de Azaña aprobó el 25 de abril de 1931 un decreto de retiros extraordinarios en el que se ofrecía a los oficiales del Ejército que así lo solicitaran la posibilidad de apartarse voluntariamente del servicio activo con la totalidad del sueldo. En cuanto al segundo objetivo de la reforma militar de Manuel Azaña, “civilizar” la vida política poniendo fin al intervencionismo militar devolviendo a los militares a los cuarteles.
La Revolución de Octubre de 1934
El desencadenante de la revolución de octubre vino dada por el nombramiento como ministros de tres miembros de la Conferencia Española de Derechos Autónomos (CEDA) cuya legitimidad democrática era negada por la Izquierda, al considerar que era una agrupación de partidos derechistas en contra de la República que ahora iban a gobernar. El movimiento fue generalizado en todo el país, aunque con diversos grados de intensidad, mientras que en Asturias se iniciaba, desde un primer momento, un movimiento insurreccional de grandes proporciones. La peor consecuencia que trajo la Revolución de Octubre fue el número de muertos, aproximadamente unas 1.335 personas, de las cuales un millar eran revolucionarios. Muchos obreros fueron detenidos por participar o ayudar a la sublevación, en total unos 30.000.
El Golpe de Estado de 1936 y la Guerra Civil
El golpe de estado dirigido por el general Mola contra el gobierno republicano. Este golpe de estado militar dio lugar a la Guerra Civil española en la que se enfrentaron los sublevados y los republicanos. Tras morir Sanjurjo y Mola, Francisco Franco se convirtió en el único líder indiscutible de los militares golpistas. Durante la guerra se formó un Estado paralelo al republicano, el Estado «nacional» en el cual Franco fue nombrado Jefe de Estado y Generalísimo de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire. La ideología del Estado «nacional» se estructuró bajo los principios ideológicos de la Falange Española.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Con el Bienio reformista se pretendía volver al viejo sistema, pero la participación de las fuerzas contrarias a la monarquía con una propaganda y mítines que superaron en organización tuvieron como resultado el triunfo de la coalición republicano-socialista en las principales ciudades del país (41 de las 50 capitales). El 14 de abril con el pueblo en las calles, Alfonso XIII abandona España y se proclama la Segunda República. Estas elecciones constituyeron un auténtico referéndum sobre el régimen monárquico y aunque en las elecciones los monárquicos obtuvieron 22.150 concejales frente a los 5.875 republicanos, en la mayoría de las ciudades del país triunfaron los candidatos de la coalición republicana, de manera que en cifras absolutas los españoles siguieron votando la monarquía, debido al control de los caciques, pero la monarquía no podía mantenerse con la oposición de las ciudades. Entretanto coexisten varios poderes. De un lado los miembros de la futura República, que conscientes de su fuerza exigen el inmediato exilio del rey; de otro lado un monarca desconcertado que por consejo de sus ministros abdica y sale del país.
El Bienio Conservador (1933-1936)
El Bienio Conservador constituye el periodo de la II República comprendido entre las elecciones generales de noviembre de 1933 y las de febrero de 1936 durante el que gobernaron los partidos de centro-derecha republicana encabezados por el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, aliados con la derecha católica de la CEDA y del Partido Agrario, primero desde el parlamento y luego participando en el gobierno. Precisamente la entrada de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934 desencadenó el hecho más importante del periodo: la Revolución de octubre de 1934, una fracasada insurrección socialista que sólo se consolidó en Asturias durante un par de semanas (el único lugar donde también participó la CNT) aunque finalmente también fue sofocada por la intervención del ejército (Revolución de Asturias). A diferencia de la relativa estabilidad política del primer bienio (con los dos gobiernos presididos por Manuel Azaña), el segundo fue un periodo en que los gobiernos presididos por el Partido Republicano Radical tuvieron un promedio de tres meses de vida (se formaron 8 gobiernos en dos años) y se turnaron tres presidentes distintos.
El Frente Popular (1936)
El Frente Popular fue una coalición electoral creada en enero de 1936 por los principales partidos de izquierda españoles. El 16 de febrero, conseguirá ganar las últimas elecciones durante la Segunda República antes del golpe de Estado que produciría la Guerra Civil. El Frente Popular no se presentó en Cataluña, en donde una coalición equivalente llamada Front d’Esquerres, nucleada en torno a Esquerra Republicana de Catalunya, tomó su lugar. En Valencia también tomó el nombre de Front d’Esquerres. El Frente Popular no formó grupo parlamentario sino que se articuló en diversas minorías parlamentarias correspondientes a cada uno de sus integrantes, ni formó gobierno como tal, ya que este estuvo compuesto, hasta bien entrada la Guerra Civil, únicamente por partidos republicanos, bajo la presidencia, sucesivamente, de Manuel Azaña.
La Batalla de Madrid
La batalla de Madrid, denominada también como defensa de Madrid, es el conjunto de episodios bélicos sucedidos en la zona de Madrid durante el transcurso de la Guerra Civil Española. Tras el golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936, la sublevación militar diseñada por el General Mola tiene lugar con éxito en el protectorado español de Marruecos y parte del norte de España. Tras el fracaso de la rebelión en Madrid, en los días posteriores al pronunciamiento con la caída del Cuartel de la Montaña y el de Campamento, la ciudad queda bajo el dominio gubernamental de la Segunda República Española. Desde este instante, la toma de la ciudad de Madrid era un objetivo militar para las tropas sublevadas.
El Golpe de Estado de Julio de 1936
El golpe de Estado en España de julio de 1936 fue una sublevación militar dirigida contra el gobierno de la Segunda República surgido de las elecciones de febrero de aquel año que tuvo lugar en julio de dicho año, y cuyo fracaso parcial condujo a una guerra civil y, derrotada la República, al establecimiento de una dictadura, vigente en el país hasta la muerte del dictador Franco en 1975. El origen fue en Melilla.
El Papel de la Iglesia durante la Segunda República y la Guerra Civil
La Iglesia, desempeñó «un papel de apoyo en todo momento, antes y después. Desde el mismo nacimiento de la República, la iglesia se opuso a ella». Y al producirse el alzamiento militar, «lo apoyó abiertamente por lo que suponía para combatir a su enemigo y mantener sus privilegios». Luego, durante la dictadura franquista, el poder eclesiástico «fue un pilar fundamental para el sostenimiento del régimen».
El Apoyo Internacional durante la Guerra Civil
Los dos bandos buscaron el apoyo internacional, y la “guerra de España” suscitó el temor a su expansión por Europa. Las potencias más afectadas, Francia y Gran Bretaña, impulsaron una política de neutralidad y no ingerencia. El bando republicano logró el apoyo de México (más simbólico que efectivo, acogerá a exiliados de la República), Francia (por el miedo al triunfo de la revolución, era una ayuda vacilante para no perder las inversiones en España) y URSS (armas, víveres, especialistas -pagado con el oro del Banco de España- y acogida de niños) y 60.000 voluntarios en las Brigadas Internacionales (Defensa de Madrid e fortalecimiento de la moral, André Malraux, Hemingway, Orwell, etc. Abandonan España en octubre de 1938) El bando rebelde tiene el apoyo de Alemania (Legión Cóndor y aviones transporte), Italia (Camisas Negras), Portugal (Oliveira Salazar, armas, víveres y 10.000 hombres) y compañías americanas.
El Final de la Guerra Civil
Final de la guerra: En febrero de 1939 a la República solo le quedaba la zona centro y una franja en el Mediterráneo. Negrín y los comunistas querían resistir, pero ya no tenían opciones. Francia y Gran Bretaña habían reconocido el gobierno de Franco y Manuel Azaña había dimitido como presidente de la República. En Madrid el Coronel Segismundo Casado, ante las discrepancias sobre si buscar una paz negociada o resistir (aguardar a una posible guerra en Europa), se subleva contra el gobierno de Negrín y controla Madrid. Formó un Consejo Nacional de Defensa (presidido por el general Miaja) para conseguir una capitulación pactada que Franco rechazó. El día 28 de marzo de 1939 las tropas de Franco entraron en Madrid sin resistencia. Después ocupan la franja mediterránea y, el 1 de abril de 1939, Franco firmó el último parte de guerra.
Las Consecuencias de la Guerra Civil
Consecuencias de la guerra: El impacto en pérdidas humanas de la guerra fue considerable. Se estima que las víctimas de la contienda superaron el medio millón de personas, incluyendo los muertos en combate, los represaliados en la retaguardia -represión masiva y sangrienta en muchos momentos de la guerra- y los ejecutados por los vencedores tras la guerra. La guerra dejó una profunda huella en las actividades económicas: destrucción de las infraestructuras, de la cabaña ganadera, del parque automovilístico y ferroviario, de las industrias… La destrucción de los recursos económicos e infraestructuras trajo en los años cuarenta los «años del hambre».
Repercusión Internacional de la Guerra Civil
La Guerra Civil española fue uno de los conflictos del siglo XX que más repercusión internacional provocó. En el conflicto español se entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes corrientes políticas del momento. Las potencias fascistas decidieron desde un primer momento ofrecer una ayuda importante a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no solo podía conseguir beneficios estratégicos, Italia continuaba su política de expansión mediterránea y Alemania podía obtener un aliado que amenazara la retaguardia francesa, sino que ayudaban a un aliado ideológico en su lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías obreras. Portugal se unió desde un principio a esta ayuda a Franco. La URSS, por otro lado, tuvo muy claro desde un principio su compromiso de ayuda a la República. No sólo se enfrentaba a la expansión del fascismo, sino que alejaba el centro del conflicto entre las potencias al otro confín de Europa, alejando el interés de Hitler de sus fronteras.
La Retaguardia Republicana durante la Guerra Civil
Retaguardia republicana: En la zona republicana el Estado se fragmentó en múltiples poderes revolucionarios. Estos van a poner en marcha una dura represión y la revolución social. La represión (terror) se ejerce contra todos los que eran enemigos: aristócratas, burgueses, militares, Iglesia. Son encarcelados (en las checas, cárceles del pobo), y después ajusticiados (Fusilamientos de Paracuellos de Jarama y Torrejón de Ardoz, 2000 muertos, nov. 36). La revolución parte de los distintos Comités formados por miembros de la CNT, FAI y UGT que pretendían acabar con el capitalismo y desarrollar un proceso de colectivización, la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y la implantación de la propiedad colectiva, unido a una defensa a ultranza de la igualdad. Las colectivizaciones las hacían los comités elegidos en asambleas generales, y las principales acciones fueron:
- La expropiación de los bienes de los “facciosos” y de los grandes propietarios, y reparto entre los campesinos pobres o explotación colectiva de las tierras. Estas acciones fueron aprovechadas por el gobierno de Largo Caballero y Giral para poder transformar la propiedad de la tierra y expropiar sin indemnizaciones. No fue homogénea.
- Expropiación de los bienes del clero.
- Confiscación de las cuentas bancarias.
- Organización de la enseñanza y asistencia social.
- Socialización de las empresas industriales, sobre todo en Cataluña.
- Planificar la economía.
- Mejorar condiciones de trabajo y salarios.
Los Gobiernos de Largo Caballero y Juan Negrín
El nuevo gobierno de Largo Caballero, autoproclamado «gobierno de la victoria», enseguida concluyó que había que dar prioridad a la guerra, y de ahí el programa político que puso en marcha inmediatamente, cuya principal medida fue la creación de un nuevo ejército y la unificación de la dirección de la guerra (que incluía la incorporación de las milicias a las brigadas mixtas y la creación del cuerpo de comisarios). Así pues, los dirigentes sindicales de UGT y CNT al aceptar e impulsar este programa «estuvieron de acuerdo en que la implantación del comunismo libertario, a que aspiraba la CNT, o de la sociedad socialista, que pretendía la UGT, debía esperar al triunfo militar. El nuevo gobierno que formó el socialista Juan Negrín en mayo de 1937 respondió al modelo de las coaliciones de Frente Popular: tres ministros socialistas ocupando las posiciones fundamentales (el propio Negrín, que mantuvo la cartera de Hacienda que ya había ostentado en el gobierno de Largo Caballero, Indalecio Prieto, sobre el que recayó toda la responsabilidad en la conducción de la guerra, al ser nombrado al frente del nuevo Ministerio de Defensa, y Julián Zugazagoitia en Gobernación), dos republicanos de izquierda, dos comunistas, uno del PNV y otro de Esquerra Republicana de Catalunya. Según Santos Juliá, detrás de este gobierno estaba Manuel Azaña, que pretendía «un gobierno capaz de defenderse en el interior y de no perder la guerra en el exterior. (…) Con Prieto a cargo de un Ministerio de Defensa unificado, sería posible defenderse; con Negrín en la presidencia, se podían abrigar esperanzas de no perder la guerra en el exterior».
Poder y Organización en la Zona Sublevada
Poder y organización: Se crea partiendo de la concentración de poderes en Franco y en la creación de un partido único. Los sublevados crearon una Junta de Defensa Nacional (24-7-1936), con sede en Burgos y presidida por Cabanellas, con la función de gobernar el territorio pero sin jurisdicción militar. La dirección militar quedó sin líder con la muerte de Sanjurjo, y esta recaerá en Francisco Franco, que es nombrado, por decreto de 1 de octubre de 1936, Jefe del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, desapareciendo la Junta de Defensa Nacional y formándose una Junta Técnica del Estado, con sede en Valladolid y Burgos. En el Generalísimo se concentran los poderes ejecutivos (Presidente del Consejo de Ministros) y legislativos. Desde ese momento comienza una legislación inspirada en el fascismo italiano. Una de las primeras leyes será el Fuero del Trabajo a legislación aumenta con leyes sobre la imprenta, prensa, educación e Iglesia (beneficios, enseñanza, pago del Estado, derogación divorcio, etc.) para el control ideológico y cultural.
La Reforma Agraria de la Segunda República
Antecedentes
Las primeras medidas reformistas fueron tomadas por Largo Caballero durante el Gobierno Provisional y se continúan durante el Bienio. Para dar solución a esos problemas había dos vías:
- Técnica: aumento de productividad y superficie de cultivo.
- Social: reparto y distribución de tierra.
La República intentó llevar adelante las dos, pero fijándose más en la social, es decir, repartir tierras (reivindicación del campesinado). Entre las medidas hechas para mejorar el campo están: decreto sobre la jornada laboral, de 8 horas, salarios mínimos, pasto y cultivos de tierras, decreto sobre mantenimiento de los contratos de arrendamiento; el punto culminante es la Ley de Bases de la Reforma Agraria que se promulga el 15 de diciembre de 1932.
La Ley de Bases de la Reforma Agraria
La Ley perseguía la distribución de las tierras y el asentamiento de los campesinos. Para ejecutar la Ley se creó el Instituto de Reforma Agraria (IRA) apoyado por el Banco Nacional Agrario (dotado con pocos recursos). El conjunto de tierras a repartir estaría formado por las tierras entregadas voluntariamente y por las tierras expropiadas.
Las tierras expropiables eran:
- Las de los Grandes de España, expropiadas sin indemnización. 99 Grandes tenían 577 359 Ha.
- Las cultivadas deficientemente, no regadas, etc. Con indemnización en títulos de Deuda al 5% de interés.
- Las arrendadas sistemáticamente. Indemnizadas como las anteriores.
Los Estatutos de Autonomía durante la Segunda República
Cataluña
En Cataluña: el 14 de abril el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya proclamó la República Catalana dentro de la Federación Ibérica, que quedó anulada por el Gobierno Provisional. La organización de la autonomía catalana comenzó con la elaboración del Estatuto de Autonomía (Estatuto de Nuria) que fue votado (99%) en agosto de 1931. Fue presentado a las Cortes, donde contó con la oposición de la derecha, republicanos y socialistas. Después será aprobado. Los factores que hicieron posible la aprobación del Estatuto, en septiembre de 1932, fueron: el intento de sublevación del general Sanjurjo y la defensa de la autonomía hecha por Azaña para conseguir el apoyo del catalanismo y estabilizar la República. Desde ese momento funcionaron las instituciones autonómicas: la Generalitat, presidida por Maciá, y el Parlamento de Cataluña, presidido por Lluis Companys.
País Vasco
En el País Vasco: carlistas y PNV aprobaron un estatuto (Estatuto de Estella, noviembre de 1933) de carácter muy partidista, tradicionalista, fuerista y confesional que contó con una fuerte oposición y que no llegó a aprobarse. Después de iniciada la guerra civil, en octubre de 1936, republicanos y socialistas aprobaron un estatuto más democrático. José Antonio Aguirre fue el primer presidente de la autonomía.
La Radicalización Política y Sindical durante el Bienio Conservador
Respecto a la legislación laboral y la reforma agraria, la CEDA aumentó la presión que había y propuso a las Cortes una ley de amnistía para los generales implicados en el intento golpista de 1932; estas medidas del Partido Radical se escindió encabezado por Martínez Barrio, se unió a un sector radicalsocialista para formar Unión Republicana. Al mismo tiempo, se creó un nuevo partido, Izquierda Republicana, dirigido por Azaña. Los propietarios agrarios aprovecharon el triunfo electoral de la derecha para incumplir las reglamentaciones laborales y bajar los salarios, la respuesta fue una huelga general de trabajadores programada por la FETT el junio de 1934. El verano de 1934 estalló un conflicto de competencias con la Generalidad de Cataluña, en la cual el parlamento catalán aprobó la Ley de Contratos de cultivo.
La Revolución de Octubre de 1934: Ensayo de la Guerra Civil
La entrada de la CEDA en el gobierno era considerado por la coalición azañista (republicanos, PSOE) como la llegada del fascismo. De ese modo, al día siguiente, por iniciativa de la UGT, se producen huelgas generales en todas las ciudades, que fueron contestadas con el decreto de estado de guerra por el gobierno. La huelga fue seguida desigualmente: más fuerte en Asturias y Cataluña.
Asturias
En Asturias: se produce una revolución social. A partir de una huelga general se produce una intensa insurrección obrera. Del 5 al 12 de octubre, en las villas mineras, toman el poder los socialistas que formaron comités revolucionarios (unidad sindical –Uníos, hermanos proletarios, U.H.P.-, incluso los comunistas –instrucciones de Moscú) que tomaron el control de todo (organización de comunas, socialización de los medios de producción, abolición del dinero, dictadura del proletariado). De la represión se encargó el general López Ochoa y Franco, al frente de la Legión. El saldo: 4000 muertos, numerosas detenciones, condenas a muerte, etc.
Cataluña
En Cataluña: el presidente de la Generalitat, Luis Companys, el 6 de octubre, proclamó la República Catalana dentro de la República Federal Española. Aquí se une el descontento por la llegada de la CEDA y la nueva Ley de contratos de Cultivo. Esta ley defendida por los “rabassaires” (arrendatarios de viñas “a rabassa morta”, hasta la muerte de la cepa, que ahora podían comprar) iba en contra de los propietarios. Los propietarios y la Lliga apoyaron al gobierno central para que la Generalitat no aprobase la ley, así Esquerra Republicana contestó con la proclamación de la República Catalana y la aprobación de la ley. El gobierno de Lerroux contestó con la ocupación del Pazo de la Generalitat, por el general Batet, y la detención de las autoridades autonomistas y municipales en dos buques en el puerto de Barcelona. La autonomía fue suspendida y la Ley de Contratos de Cultivos no entró en vigor.
El Fracaso de los Proyectos Reformistas en la Restauración
En resumen, podemos decir que la Restauración entra en crisis por:
- Consecuencias de la pérdida de Cuba.
- La intervención del rey en los asuntos políticos y militares.
- El fraccionamiento y descomposición de los partidos dinásticos.
- La pervivencia y mantenimiento del fraude electoral y caciquismo, que resta credibilidad a los partidos dinásticos.
- La mayor presencia y presión por parte del ejército en la vida política, unido a las sucesivas derrotas militares en el norte de África.
- El aumento de la oposición: crece el republicanismo, los partidos de izquierda (PSOE) y el nacionalismo. Este crecimiento resta estabilidad al sistema, es decir, tienen más votos y diputados en las elecciones lo que supone menos votos y menos diputados para los partidos dinásticos.
- El aumento de la conflictividad social: aumento del movimiento obrero (UGT y CNT), difíciles condiciones de vida y represión por parte del gobierno y patronal.
- El creciente número de atentados anarquistas.
La Crisis Militar de 1917
Crisis Militar: La interferencia del ejército en la política era clara desde 1905. La situación empeoró por la escisión entre los militares “africanistas” (defienden los ascensos por méritos de guerra y tienen sueldos más altos) y los “peninsulares” (defienden escalafón cerrado –ingenieros-). A esto se une la inflación que afectó más a los “peninsulares”. El descontento de los oficiales desembocó en la formación de las Juntas de Defensa en otoño de 1916. La intención era usurpar el poder civil y reforzar su posición. En principio, fueron ilegalizadas por el gobierno del liberal García Prieto, pero su presión y el apoyo del Rey hizo que, después de la caída de G. Prieto (junio de 1917), el gobierno del conservador E. Dato legalizará las Juntas bajo la denominación de Comisiones Informativas.
Posibilidades y Límites de las Reformas durante el Bienio Conservador
El gobierno de Lerroux inició un proceso de paralización de las reformas:
- Se frenó la Reforma agraria: Ley de la Reforma de la reforma agraria.
- Se modificó la política religiosa para acercarse al Vaticano (dotación económica para culto y clero).
- Amnistía para los sublevados de la “sanjurjada” (agosto del 32). Paro a la reforma militar. Puestos clave para los más hostiles a la república.
- Enfrentamientos con los nacionalismos: paralización de los estatutos.
Este viraje conservador propició una doble tensión:
- Tensión en el gobierno: una parte de los radicales no estaban de acuerdo con el giro a la derecha; la CEDA presionaba para aumentar el giro.
- Tensión social: aumento de la conflictividad social por el deterioro de las condiciones de los trabajadores (empleo, jornada, salario) y por la posición del gobierno.
Como consecuencia de la presión la CEDA consiguió, en octubre del 34, acceder a tres ministerios (Justicia, Agricultura y Trabajo) a cambio de prestar apoyo al gobierno. La reacción del resto de los partidos fue negativa ya que se entregaba el gobierno de la República a sus enemigos. Esta situación conduce a los sucesos de octubre del 34.
Las Elecciones de 1936 y los Preparativos de la Guerra Civil
Se celebran el 16 de febrero de 1936. En ellas participan muchos partidos pero agrupados en dos bloques: derechas e izquierdas. Se presentan así para aprovecharse de la ley electoral: ser la candidatura que tenga más votos y obtener muchos más escaños.
Frente Popular: agrupa a los de izquierdas. Defendían volver a los principios del bienio azañista y amnistía para los del 34.
- Republicanos: Izquierda Republicana y Unión Republicana.
- Regionalistas: Izquierda Republicana y Partido Galleguista.
- Socialistas y Comunistas: PSOE, PCE y POUM.
Bloque Nacional: agrupa a los de derechas, en torno a la CEDA. Sin programa específico solo alcanzar 300 diputados para reformar la Constitución.
En estas elecciones casi desaparece el Partido Radical que solo consigue 5 diputados. Pese a ser un resultado muy parejo, debido a ley electoral, el reparto de escaños favorece enormemente a los del Frente Popular, (por eso en el gráfico del examen se ve que la izquierda tiene muchos más escaños, pero el número de votos (izquierda-derecha) era casi el mismo. aparejada la reforma del Tribunal de Garantías Constitucionales. El gobierno estaría formado exclusivamente por republicanos de izquierda y los socialistas le darían su apoyo desde el parlamento para cumplir el programa pactado. Así pues, la alianza de 1936 era circunstancial, limitada a las elecciones, y por tanto bien diferente a la de 1931.
Los Opositores a las Reformas Republicanas
Podemos diferenciar 2 ramas entre los opositores:
Los autoritarios que son los Fascistas: Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista y la Falange Española. José A. Primo de Rivera. Unidas como FE-JONS; y los Monárquicos: Comunión Tradicionalista (Carlistas), Renovación Española. Calvo Sotelo.
Los de derechas: Partido agrario. Acción Popular, base de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas, 1933) Gil Robles, Lliga Catalana, Partido Nacionalista Vasco y Organizaciones sindicales católicas.
El Desarrollo de los Nacionalismos Vasco y Catalán durante la Restauración
Cataluña
En 1901 se creó la Lliga Regionalista tras la confluencia de los intereses de sectores Catalanistas y la burguesía industrial. Entre sus líderes estaban Prat de la Riba y Francesc Cambó. Su programa era conservador e incluso elitista. Desde su fundación conquista éxitos electorales y, a partir de 1907, con la fundación de “Solidaritat Catalana” en unión con los carlistas y republicanos, dominan las elecciones en Cataluña.
Uno de sus éxitos fue la nueva Ley de Mancomunidades, que permitió la creación en 1914 de la Mancomunidad de Cataluña, organismo que consistía en una federación de las cuatro provincias catalanas y que contaba con una Asamblea General, un Consejo y un Presidente (Prat de la Riba). Desde la Mancomunidad llevaron a cabo una política de carácter nacionalizador, tanto en el ámbito cultural como en obras públicas, fundación de centros educativos e infraestructuras.
La práctica política de Cambó contó con dos bases:
- El apoyo de la ciudadanía.
- La participación en gobiernos de la monarquía (reformar España desde la periferia), aunque fugazmente.
País Vasco
El nacionalismo Vasco se consolida en los primeros años del XX, y controla sobre todo la provincia de Vizcaya. El discurso del P.N.V. se hizo más moderado para captar a la burguesía. En 1913 el PNV pasó a denominarse “Comunión Nacionalista Vasca” con un planteamiento autonomista y defensor de la riqueza vasca.
La Semana Trágica de Barcelona (1909)
Esta crisis viene motivada por los intereses de los militares por tener más prestigio y poder, y por la represión que ejerció el gobierno para controlar las manifestaciones antimilitaristas y anticlericales. Para acabar esta revuelta, Maura lleva a cabo una fuerte represión que lo desprestigia y lo obliga a dimitir. Su caída provoca más inestabilidad, y que el partido conservador quede sin líder.
La Semana Trágica se inició por la movilización popular contra la guerra de África. Después del 98 España quedó apartada de los conflictos coloniales hasta 1906. En 1906 se realiza la Conferencia Internacional de Algeciras[3] que le otorgó a España el protectorado (junto con Francia) sobre Marruecos, y los enclaves de Ifni y Río de Oro. Esta presencia fue estimulada por:
-Intereses económicos, mineros.
-Intento de recuperar el prestigio perdido.
-Presión dos militares.
Crisis de los partidos dinasticos
Produjo la desaparición del turno de partidos dinásticos en el gobierno.Ocasionó la crisis de los partidos monárquicos reformistas, caso del Partido Social Popular maurista o la Lliga regionalista.Creó la Unión Patriótica, germen político de los sectores vinculados al catolicismo social (Acción Nacional, CEDA).Deterioró aún más la institución monárquica y el Ejército, lo que provoca el advenimiento de la República y la división de aquél, factores decisivos en la posterior Guerra Civil.Cambió la correlación de fuerzas políticas, dejando a republicanos y socialistas como las últimas fuerzas capaces de impulsar un cambio en la situación nacional.
El republicanismo en el perido 1902-1931
Inadecuación del sistema político a la realidad social española: las Cortes no reflejan la verdadera división política de los españoles y los partidos dinásticos son incapaces de responder adecuadamente a las necesidades del país. Es la época del auge de los partidos y sindicatos obreros (PSOE, UGT, CNT) que tendrán protagonismo especial en los movimientos obreros de la época. El republicanismo también se reconstituye.
Crisis Política
Ante la situación de crisis, el gobierno de Dato suspendió las garantías constitucionales y cerró las Cortes. Como reacción la Lliga Regionalista (Cambó, y los nacionalistas) organizó en Barcelona (19 de julio de 1917) una reunión de parlamentarios no dinásticos a la que solo acudieron 71. La reunión fue prohibida por l gobierno y disuelta por la Guardia Civil. Las propuestas eran: formación de un gobierno provisional y convocatoria de Cortes Constituyentes con la intención de romper el dominio de las oligarquías, del turnismo y de la centralización.
Pero el movimiento murió por las discrepancias ideológicas de los participantes y por el inicio de las huelgas de agosto de 1917 que retrajeron a los burgueses ante el temor a la revolución (excesiva presencia de gente de izquierdas).
Crisis Social
Desde el inicio de la Primera Guerra Mundial los salarios de los trabajadores perdieron capacidad adquisitiva, mientras las empresas aumentaban los beneficios. En 1916 comenzó un proceso huelguista que estalló en agosto de 1917 al unirse el conflicto ferroviario iniciado en Valencia. La UGT, junto con la CNT, convocó una huelga general revolucionaria para el 18 de agosto de 1917, para forzar la convocatoria de Cortes Constituyentes y un proceso reformador. Pasaban de tener solo reivindicaciones económicas y de condiciones de trabajo a intentar transformar el sistema político. La huelga tuvo un gran éxito (grandes capitales y centros industriales) y el gobierno contestó con la represión: ley marcial, envío del ejército (causará más de 100 muertos), detenciones y condenas (cadenas perpetuas para Besteiro y Largo Caballero (PSOE), aunque amnistiados en 1918). Al final fracasó por la dura represión y por la falta de una estrategia clara por parte de los obreros
Como consecuencia de esta triple crisis podemos señalar:
-Los gobiernos ya no podían mantener la ficción del turno.
-Los intentos reformistas fracasaban por el temor a la revolución (además está el ejemplo de la Revolución Rusa).
-El ejército aumentó la presión sobre la política y la sociedad.
Guerra de Marruecos y conseqüencias
El interés por Marruecos era mínimo: los intereses económicos de los burgueses se habían reducido, a las clases populares les perjudicaba la recluta para Marruecos, solo a algunos oficiales le interesaba estar por los ascensos más rápidos.
Después de la Primera Guerra Mundial, el gobierno decidió emprender acciones militares para afianzar el control del territorio (la Yebala controlada por El Raisuni, y el Rif por Abd el Krim). El general Silvestre, en julio de 1921, se adentró en el Rif y fue derrotado en Annual (13.000 bajas).
El desastre de Annual tuvo importantes consecuencias políticas. La prensa culpó de la derrota al gobierno y al ejército, y se exigieron responsabilidades políticas.
El gobierno acordó instruir un expediente que lo encargó al general Picasso. El resultado fue el Expediente Picasso. En el se ponía de manifiesto la negligencia del ejército e incluso la implicación del rey Alfonso XIII (hablara con militares para que tuviesen algún éxito en Marruecos para tener más prestigio e imponerse al gobierno).
De la monarquia a la Republica
Tras la dimisión de Primo de Rivera, Alfonso XIII nombró jefe de Gobierno al general Berenguer. Se iniciaba así un período conocido humorísticamente como la «Dictablanda», en el que se intentó infructuosamente volver a la situación previa a 1923.Los partidos tradicionales, liberales y conservadores, eran incapaces de articular un sistema de partidos aceptable por la sociedad española. Además, sólo gentes muy desprestigiadas con Romanones o De La Cierva, se avinieron a colaborar con Berenguer.
Regimen de Primo Rivera
Entre las causas debemos citar:
– La existencia de un régimen constitucional bloqueado y desprestigiado con grave peligro de revolución social, que desde 1917 es incapaz de dar solución a los problemas. En el Manifiesto inaugural Primo de Rivera habla de: acabar con el caciquismo, eliminar la bandidaje política, de la indisciplina, de las amenazas a la unidad nacional (frenar el separatismo catalán) …
– Evitar que el régimen político se democratizase (el gobierno de García Prieto hablaba de democratizar el sistema). La oligarquía no podía permitir perder el control del proceso político que conllevaría la democratización del sistema.
-Resolver el conflicto de Annual: afectaba a los militares y al Rey. Los fracasos en África.
-Los fracasos militares y la indisciplina militar.
-La radicalización nacionalista y el auge del terrorismo que afectaba a la unidad de España.
El golpe se viene preparando durante el verano de 1923, había dos núcleos:
-Un grupo de generales, preocupados por el tema de Marruecos, que conspiraban en Madrid (Cavalcante, Berenguer, Saro y Dabán) a favor de un cambio de gobierno con mayor presencia militar, para frenar los problemas que afectaban a los militares.
– El núcleo de Barcelona: querían solo militares para zanjar el problema de Marrocos y modificar la naturaleza del sistema político al tempo que se da solución al problema de orden público en Cataluña (alianza burguesía-militares).
Los gobiernos de Berenguer y Aznar
Berenguer:El gobierno conservador de Eduardo Dato decidió mantener a España neutral, porque en su opinión, compartida por la mayoría de la clase dirigente, 2 carecía de motivos y de recursos para entrar en el conflicto. 3 El rey Alfonso XIII también estuvo de acuerdo, aunque según confesó al embajador francés le habría gustado que España entrara en la guerra del lado aliado a cambio de «alguna satisfacción tangible» —probablemente Tánger y también manos libres en Portugal— pero que se encontraba rodeado de «cerebros de gallina» —es decir, acusaba a los políticos de pensar como cobardes— y que él «estaba en una posición muy difícil».
-En Febrero de 1931 es nombrado jefe nominal de gobierno el almirante Juan Bautista Aznar, aunque quien lo dirige realmente es el conde de Romanones, político liberal consejero de Alfonso XIII.
-En un intento de salvar a la monarquía organiza un proceso electoral escalonado que debería culminar en unas cortes constituyentes que apoyasen al régimen monárquico. Según el procedimiento había que empezar por unas elecciones municipales, que se celebrarán el 12 de Abril de 1931, aunque salieron elegidos más concejales monárquicos que republicanos fueron mayoría en las zonas urbanas no controladas por el caciquismo rural. Los partidarios de la república consideraron esta votación como un plebiscito sobre la monarquía, por lo que proclamaron la república el 14 de Abril de 1931. Alfonso XIII acepta el plebiscito y decide exiliarse.
La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial
El gobierno conservador de Eduardo Dato decidió mantener a España neutral, porque en su opinión, compartida por la mayoría de la clase dirigente, carecía de motivos y de recursos para entrar en el conflicto. El rey Alfonso XIII también estuvo de acuerdo, aunque según confesó al embajador francés le habría gustado que España entrara en la guerra del lado aliado a cambio de «alguna satisfacción tangible» —probablemente Tánger y también manos libres en Portugal— pero que se encontraba rodeado de «cerebros de gallina» —es decir, acusaba a los políticos de pensar como cobardes— y que él «estaba en una posición muy difícil».
La dictadura de Primo de Rivera como solucion fallida a la crisis de la Restauracion
Diversos factores explican que la dictadura militar empezara a contemplarse como una solución a la crisis del país entre la alta burguesía, gran parte de las clases medias y el Ejército:Descontento del ejército tras el desastre de Annual y el afán de evitar las consecuencias del expediente Picasso para algunos importantes generales, entre ellos el general Berenguer.Auge de los nacionalismos periféricos y ascenso de republicanos y del movimiento obrero.
La cuestion militar durante el reinado de Alfonso Xlll
La interferencia del ejército en la política era clara desde 1905 (asalto al periódico Cu-Cut!, y Ley de Jurisdicciones de 1906 por la que quedaban bajo la jurisdicción militar las ofensas a la unidad de la patria, ejército y símbolos). La situación empeoró por la escisión entre los militares “africanistas” (defienden los ascensos por méritos de guerra y tienen sueldos más altos) y los “peninsulares” (defienden escalafón cerrado –ingenieros-). A esto se une la inflación que afectó más a los “peninsulares”.
El descontento de los oficiales desembocó en la formación de las Juntas de Defensa en otoño de 1916. En julio de 1917 le presentaron al gobierno unas peticiones (Manifiesto de las Juntas); en el exponían: mejoras presupuestarias, aumento de los salarios, vuelta al escalafón y convocatoria de Cortes Constituyentes. También le pedían al gobierno que defendiese sus peticiones y defendiese el honor de los militares frente a los ataques antimilitaristas. Sus peticiones eran solo de carácter corporativo disfrazadas con el lenguaje “regeneracionista”. La intención era usurpar el poder civil y reforzar su posición.
El movimiento obrero en la crisis social de la Restauración
Los sindicatos tuvieron un fuerte crecimiento: tanto los marxistas, la UGT, como los anarquistas. Uno de los elementos que determinó el crecimiento fue la fuerte conflictividad laboral. A pesar de los intentos de los gobiernos por iniciar una legislación laboral no se logró nada, de ahí la lucha de los obreros por conseguir mejores condiciones de trabajo y salario.
El anarquismo fue más importante en Cataluña. En 1907 crearon Solidaridad Obrera y en 1910 la CNT (Confederación Nacional del Trabajo). La CNT se definía como revolucionaria y se basaba en tres principios:
– La independencia del proletariado de la burguesía y de sus instituciones (Estado).
– La necesidad de unidad sindical.
– Voluntad de derribar el capitalismo.
Entre los líderes destacan: Salvador Seguí, Ángel Pestaña y Joan Peiró.