Consolidación y Expansión de la Monarquía Hispánica: El Reinado de los Reyes Católicos

La Creación de la Monarquía Hispánica: Los Reyes Católicos

Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se casaron en 1469, siendo herederos de sus respectivas Coronas. Su matrimonio y posterior subida al trono supuso la creación de un nuevo Estado, denominado Monarquía Hispánica, que englobaba la Corona de Castilla y la de Aragón. Sin embargo, no significó la unificación política de ambos reinos, ya que cada Corona mantuvo sus propias instituciones de gobierno.

El Camino Hacia la Unión Dinástica

La sucesión de Enrique IV (1454-1474) enfrentó a los partidarios de su hija Juana con sus hermanastros, Alfonso e Isabel. Estalló la guerra de sucesión castellana (1474-1479), que concluyó con la victoria de Isabel. En Aragón, los problemas del rey con la nobleza provocaron una guerra civil en Cataluña (1462-1472). Juan II de Aragón buscó la alianza con Castilla a través del matrimonio de su hijo Fernando con Isabel, matrimonio que reforzó las pretensiones de Isabel al trono castellano.

Política Interior y Formación de un Estado Moderno

La supremacía fue castellana, al ser el territorio más poderoso de la nueva monarquía por su mayor población y dinamismo económico. Además, sus instituciones eran similares en toda la Corona y el poder real, mayor. El objetivo principal fue el reforzamiento del poder real, principalmente a través de la política religiosa.

  • Se creó el Consejo de la Suprema Inquisición (1478) para controlar la uniformidad religiosa y reforzar el poder real. Fue la única institución con jurisdicción tanto en Castilla como en Aragón y dependía directamente de los monarcas.
  • Se establecieron las Regalías, derecho de los reyes a intervenir en los asuntos de la Iglesia, que supuso, entre otras cosas, el control en la elección de los obispos. Para llevar a cabo esta política, se apoyaron en clérigos reformadores como el Cardenal Cisneros.
  • Para conseguir la uniformidad religiosa, se llevó a cabo la expulsión de los judíos (1492), que afectó a 70.000 judíos que se exiliaron y a unos 50.000 que se convirtieron al cristianismo. La expulsión de los judíos, que controlaban gran parte de las finanzas, imposibilitó la creación de una banca moderna en España, lo que favoreció la implantación de banqueros genoveses y alemanes.
  • Entre 1568 y 1571 se produjo la Rebelión de las Alpujarras, motivada por la imposición de un bautismo forzoso y masivo.

Se creó un ejército permanente, pagado por la monarquía e independiente de la nobleza, la cual conservaría los cargos relevantes. Con los bienes procedentes de las órdenes militares, los reyes pudieron financiar un ejército siempre militarizado, por lo que la monarquía dejaba de depender de la nobleza en el aspecto militar. El ejército profesional se implantó en las guerras contra Francia en Italia, aunque el embrión surgió en la guerra de Granada.

Otras instituciones fueron:

  • Los Consejos: órganos consultivos de los reyes.
  • Los Virreyes: representaban a los monarcas en algunos reinos durante su ausencia.
  • Las Audiencias: máxima instancia judicial en lo penal y en lo civil.
  • Los Corregidores: delegados de los monarcas en villas y ciudades, presidían los ayuntamientos y tenían funciones judiciales y policiales.
  • La Contaduría Real: para recaudar impuestos.

Todo esto, unido a la creación de un cuerpo de funcionarios, contribuyó a una política más eficaz y fiel a los monarcas.

Para conseguir la unidad territorial, se llevó a cabo la conquista de Granada y la incorporación del reino de Navarra. La guerra de Granada fue una contienda en la que participaron, militar y financieramente, aunque de manera desigual, castellanos y aragoneses, constituyendo la primera gran empresa común de la nueva monarquía. En lo que se refiere al reino de Castilla, la conquista de Granada ratificó la victoria de Isabel y Fernando en el conflicto de sucesión y aseguró su posición frente a la nobleza, a la que consiguieron hacer participar de forma masiva en la guerra. En política internacional, la conquista del último reducto de Al-Ándalus significó asegurar el flanco mediterráneo ante el empuje turco y permitió a los Reyes Católicos afrontar otros frentes de su política exterior en Francia e Italia.

La guerra, iniciada en 1482, estuvo marcada por el poderío militar cristiano y por las desavenencias internas en el reino musulmán. El 2 de enero de 1492, el reino de Granada pasó a formar parte de Castilla. Esta guerra tuvo rasgos tanto medievales como modernos. Entre los medievales, la mentalidad de cruzada contra el infiel; entre los elementos modernos, el que las operaciones militares fueron dirigidas por la corona y en ellas se emplearon la artillería y la infantería, dotando a ésta de armas de fuego.

Navarra fue unida a Castilla en las Cortes reunidas en Burgos en 1515, conservando sus propias leyes y la independencia de sus instituciones de gobierno.

El reinado de los Reyes Católicos (1469-1516) se considera como el origen del Estado moderno en la Monarquía Hispánica. La nueva monarquía sentó las bases para la creación de una monarquía autoritaria. Aunque la unión de Isabel y Fernando fue solo dinástica y no territorial, crearon unos órganos de poder dependientes de la monarquía y sometieron a la nobleza, el clero y los burgueses levantiscos, que durante la Edad Media se habían opuesto a la consolidación del poder de los reyes. La nobleza fue atraída a la Corte, el clero fue sometido por el Patronato Regio, mientras que la burguesía fue controlada mediante la figura del corregidor, representante de la corona en el gobierno urbano que vigilaba los intereses de la monarquía.

Política Exterior

Los Reyes Católicos llevaron a cabo una política expansionista. La expansión de Castilla se enfocó hacia el Atlántico, y Aragón, que desde la Edad Media tenía intereses en todo el Mediterráneo, intentó ampliar y consolidar su expansión en esta zona con el control de buena parte de Italia: Sicilia, regiones del norte y el reino de Nápoles.

La Corona de Castilla concretó la expansión por el Atlántico con la conquista de las Islas Canarias (Gran Canaria, 1482; La Palma, 1492; Tenerife, 1493) y, sobre todo, con el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492.

En el norte de África, se buscó evitar una invasión norteafricana, dominar las rutas comerciales entre el Mediterráneo y el Atlántico, neutralizando la competencia de los comerciantes islámicos, y extender el cristianismo. Se desarrollaron varias campañas militares que supusieron la toma de Melilla (1497) y Orán (1509), y se establecieron protectorados en Argel, Bugía y Trípoli.

Los monarcas trataron de aislar a Francia, su rival europeo en la época. Para ello, casaron a sus hijos con los principales herederos de los tronos europeos, en concreto, con los príncipes herederos de Portugal, Austria e Inglaterra. La política matrimonial dio sus frutos y el objetivo se cumplió: lograron aislar políticamente a Francia, además de situar la influencia española en las principales casas reales europeas. Como consecuencia de esta política, su nieto Carlos, hijo de su hija Juana y del príncipe Felipe de Borgoña, heredero del imperio austriaco, sería rey de España, Flandes, Borgoña y Austria.

Conclusión

El reinado de los Reyes Católicos se sitúa entre la Edad Media y la Moderna. Representa el final de la Edad Media en cuanto a la unificación de los reinos peninsulares, el fin de la Reconquista y la victoria definitiva de la monarquía sobre la nobleza en Castilla. Y, a su vez, significa el inicio de la Edad Moderna porque constituyó la consolidación de las instituciones monárquicas y el establecimiento de las bases administrativas de un Estado nuevo, la Monarquía Hispánica, que sería la potencia más poderosa de Europa en el siglo XVI y primera mitad del XVII.

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