Expansión Mediterránea y Atlántica: Corona de Aragón y Reyes Católicos

Expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo

Los territorios de la Corona de Aragón: Cataluña, Valencia y Mallorca, fueron condicionados por su situación marítima para orientar su política hacia el comercio. Aragón se lanzó a una expansión militar muy costosa desde finales del siglo XIII hasta mediados del siglo XV, que, además de desgastar sus finanzas y erosionar su política interior, le granjeó numerosos enemigos fuera del reino.

Áreas de Interés Comercial

  • Sur de Italia
  • Norte de África
  • Puertos de Siria y Egipto

Los comerciantes catalanes importaban productos de oriente (sedas, especias y tejidos de lujo) y exportaban productos propios (telas, paños, artículos artesanales, azafrán). Este comercio financiaba la economía catalana y la de la Corona de Aragón. Sin embargo, las expediciones militares no solo estuvieron motivadas por el interés comercial, sino también por cuestiones dinásticas.

Etapas de la Expansión

  • La conquista de Valencia y Baleares por Jaime I (primera mitad del siglo XIII).
  • Conquista de Sicilia por Pedro III (1282), casado con la hija del último monarca alemán de la isla, aprovechando la rebelión de sus habitantes contra el rey Carlos de Anjou. Esta conquista le supuso la excomunión por el Papa y la guerra contra Francia.
  • Conquista de Cerdeña por Jaime II (1323-24). La isla fue invadida a pesar de la fuerte resistencia de los nativos y el mantenimiento fue muy costoso para Aragón por las constantes rebeliones y el apoyo de los genoveses, que alentaron una guerra naval muy perjudicial para el comercio catalán y mallorquín.
  • La expedición de los Almogávares en oriente: estos mercenarios catalano-aragoneses, veteranos de las guerras de Sicilia, fueron contratados por el Emperador Bizantino para luchar contra los turcos en Asia Menor. Tras el asesinato de su caudillo, Roger de Flor, en un complot organizado por el emperador, los almogávares se rebelaron, saqueando varias islas griegas y controlando los ducados de Atenas (1311) y Neopatria (1318), que pusieron bajo la soberanía de la Corona de Aragón hasta finales del siglo XIV.
  • La conquista de Nápoles por Alfonso V en 1442 supuso el enfrentamiento con el resto de los estados italianos, el papado y la casa francesa de Anjou. A su muerte, el reino pasó a un hijo bastardo y se desvinculó del resto de la corona.

La etapa del máximo esplendor del comercio catalán fue el siglo XIV, pero la profunda crisis que se produjo a finales del siglo y las crisis sociales hicieron que Valencia sustituyera a Barcelona como principal puerto mercantil de la corona. El avance turco y la caída del Imperio Bizantino en 1453 aceleraron la decadencia del comercio mediterráneo a la vez que emergían las rutas atlánticas.

Proyección Exterior de los Reyes Católicos

Objetivos

  • Recuperar los territorios perdidos por los Trastámara aragoneses (Navarra, Rosellón, Cerdaña y Nápoles).
  • Consolidar la expansión mediterránea de la Corona de Aragón.
  • El avance de la expansión atlántica del Reino de Castilla, que le llevó a completar la conquista de las Islas Canarias y a explorar la ruta oeste propuesta por Colón.

Para lograr estos objetivos utilizaron tres instrumentos clave: una diplomacia ágil, estableciendo embajadores estables en ciudades como Roma, Londres o Venecia; un ejército permanente y en aumento; y una política matrimonial para lograr las alianzas necesarias.

Logros

  • En 1493, Carlos VIII de Francia devolvió el Rosellón y la Cerdaña (Tratado de Barcelona) a la Corona de Aragón.
  • Su sucesor firmó un acuerdo con Fernando para repartirse el reino de Nápoles (Tratado de Granada, 1500), desembarcando tropas al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba (el Gran Capitán). La guerra con el ejército francés estalló y las tropas del Gran Capitán derrotaron a los franceses en Ceriñola y Garellano.
  • Los Trastámara recuperaron Nápoles y, a partir de ese momento, Fernando intervino en Italia al poseer Nápoles y las islas de Sicilia y Cerdeña.
  • La política norteafricana se puso en marcha entre 1497 y 1510 para garantizar la seguridad política y comercial del Mediterráneo frente a los piratas berberiscos y la expansión del Imperio Turco. Iniciadas por nobles andaluces, las operaciones se convirtieron en una de las áreas de mayor interés para Fernando, con la ocupación de puertos y bases estratégicas como Melilla (1497), Mazalquivir, Orán, Bujía, Trípoli y el peñón de Vélez de la Gomera.

La Unión Dinástica de los Reyes Católicos

Isabel de Castilla (1451-1504), hermana del rey Enrique IV, llegó al trono de manera casi fortuita, ya que el rey, tras dos matrimonios, solo tuvo una heredera, Juana, a la que una parte de la nobleza castellana consideraba ilegítima, por lo que apoyaba al hermano del rey, Alfonso, como sucesor. Después de su muerte, este sector nobiliario ofreció la corona a Isabel y, aunque el rey nunca admitió la ilegitimidad de su hija, firmó el Pacto de los Toros de Guisando (1468) reconociéndola como heredera, siempre que no contrajese matrimonio sin su consentimiento. Sin embargo, Isabel se casó en secreto con Fernando, hijo y heredero de Juan II de Aragón, siendo desheredada por su hermano. A la muerte de Enrique IV (1474), Isabel se autoproclamó reina en Segovia, iniciándose una guerra civil (1474-79) entre sus partidarios y los de Juana, a la que, además de un sector de la nobleza, apoyaba Portugal (por su matrimonio con Alfonso V) y Francia. Por el Tratado de Alcaçaba se firmó la paz con Portugal y se reconoció a Isabel reina de Castilla. Este mismo año y hasta la muerte de Juan II, Fernando fue rey de Aragón.

Las dos grandes coronas quedaron unidas por el matrimonio de sus reyes y gobernaron conjuntamente (Concordia de Segovia). Se trata de una unión dinástica, al conservar cada reino sus leyes e instituciones. Los Reyes Católicos no se plantearon crear una monarquía centralizada. Así, a la muerte de Isabel, deja en testamento Castilla a Juana, casada con Felipe de Austria. Fernando deberá renunciar al trono de Castilla, aunque ejerció como regente hasta la mayoría de edad de su nieto Carlos, aunque había contraído nuevas nupcias. La unión dinástica entre ambos reinos era claramente desigual porque Castilla, mayor en tamaño y población, contaba con una economía en expansión y unas instituciones homogéneas, por lo que la constitución de una monarquía sólida se apoyó fundamentalmente en este reino.

El Descubrimiento de América

Castilla y Portugal eran los dos reinos pioneros en las exploraciones atlánticas, al disponer de una marina cualificada, enclaves insulares y avances en cartografía e instrumentos (la brújula, el astrolabio y naves como las carabelas). Los portugueses habían alcanzado el cabo de Buena Esperanza, mientras que Castilla solo disponía de Canarias en la ruta atlántica. Cristóbal Colón, que en 1486 expuso su proyecto de llegar a las Indias por la ruta oeste a Juan II de Portugal, fue rechazado. Los Reyes Católicos aceptaron firmando las Capitulaciones de Santa Fe (abril 1492), nombrando a Colón almirante, virrey y gobernador de las tierras que descubriera y la décima parte de todas las riquezas que encontrara.

Viajes de Colón

  • Primer viaje (1492): Llegó a las Bahamas, Cuba y la Española (Santo Domingo/Haití), donde fundó el primer enclave europeo.
  • Tras el primer viaje, los reyes obtuvieron bulas pontificias (Inter Caetera) que otorgaban los derechos sobre todas las tierras descubiertas a la monarquía española. En 1494 suscribieron un acuerdo con Portugal (Tratado de Tordesillas) por el que se dividía con una línea imaginaria las tierras entre ambos países.
  • Segundo viaje (1493-96): Partió de Cádiz llegando a Puerto Rico y Jamaica.
  • Tercer viaje (1498-1500): Descubrió la isla de Trinidad y el continente a la altura de la desembocadura del Orinoco.
  • Cuarto viaje (1502): Exploró las costas de América Central.

A partir de 1494, los reyes autorizaron las exploraciones privadas de las Indias a cambio de la quinta parte de los beneficios obtenidos. En 1513, Vasco Núñez de Balboa, tras atravesar el istmo de Panamá, descubrió el Océano Pacífico, confirmando que un continente entero se interponía entre Europa y Asia. Entre 1519 y 1522, Fernando de Magallanes alcanzó las islas de las especias.

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