Evolución política y social de España durante el final del franquismo (1962-1973)

La evolución política del régimen (1962-1973)

En estos años se lleva a cabo la progresiva incorporación del Opus Dei, hasta alcanzar la mayoría en 1969. Se encara a la situación política caracterizada por un crecimiento económico, la institucionalización del régimen, una creciente oleada reivindicativa y la desvinculación progresiva de la Iglesia. En julio de 1962 se forma un nuevo gobierno por Muñoz Grandes, Manuel Fraga, el Opus Dei y Manuel Lora Tamayo. La mayor presencia de los llamados tecnócratas no modifica el sistema de poder. La obra del gobierno tiene un marcado carácter económico: puesta en marcha del primer plan de desarrollo, liberalización en la instalación de industrias, desarrollo de la ley de convenios, aprobación de la ley de bases de la seguridad social y creación del Tribunal del Orden Público.

El desgaste entre los ministerios económicos y el reequilibrio de fuerzas en el seno de las familias franquistas son los motivos del cambio que realiza Franco en la composición del ejecutado del 65. Desde la cartera de obras públicas, el nuevo gobierno pone en marcha el plan de autopistas nacionales, el plan de firmes de carreteras y el transvase Tajo-Segura. Asimismo, completa la ley de prensa impulsada por Manuel Fraga y la ley orgánica por Carrero Blanco. La ley de prensa supone el mayor esfuerzo aperturista del régimen, se suprime la censura previa, pero articula toda una serie de medidas para defender la imagen del régimen y de la moral católica. Ciertos sectores del franquismo ven esta ley un peligro para la continuidad del régimen y ejercen presión para que se promulgue la ley de decretos oficiales.

La ley orgánica es aprobada el 14 de diciembre del 66. Retira la configuración del estado español como reino y articula la separación de la figura de presidente del gobierno y la del estado. La actividad del nuevo gobierno está marcada por la incapacidad del primer plan de desarrollo para reducir la inflación, lo que va a poner en marcha una amplia ofensiva. En el País Vasco se produce en el 68 el asesinato del jefe de brigada político social, por parte de ETA. En julio del 69 Franco decide designar sucesor a don Juan Carlos de Borbón. Se intensifica el enfrentamiento interno entre aperturistas como Fraga y Solís que quieren un espacio autónomo para el movimiento. La causa de esta tensión se debe a la salida a la luz pública del asunto de Matesa. Fraga utiliza la apertura informativa para airear el asunto y desprestigiar a los tecnócratas. Esto tiene como consecuencia la formación de un nuevo gobierno en el 69, tiene como vicepresidente a Carrero Blanco. El subsecretario lleva a cabo obras significativas como la ley general de educación.

El consejo de guerra celebrado en Burgos pone de manifiesto una mejor organización de la oposición al régimen. Muestra de ello es la creación de la comisión coordinadora de fuerzas políticas. Por otra parte, en los medios de comunicación hacen acto de presencia fuerzas ultras que reclaman al gobierno mano dura. Esto trae como consecuencia la creación en el 73 del gobierno de Carrero Blanco. Este se centra en asegurar la transición a la monarquía del 18 de julio ante la manifiesta degradación física del jefe del Estado.

El movimiento obrero

La represión a que es sometido el movimiento obrero durante el periodo del 39 al 57 tiene como consecuencias el alejamiento de la actividad política y sindical de la mayoría de los trabajadores y la clandestinidad de las viejas centrales sindicales UGT. La ley de convenios del 58 favorece la formación espontánea de las primeras comisiones de trabajadores en Asturias y Vizcaya. Es en septiembre del 64 cuando se produce un salto adelante en la estabilidad de comisiones. A partir del 67 las comisiones son declaradas ilegales y muchos de sus líderes represaliados. En 1972 la coordinadora nacional de CCOO es detenida en la iglesia de los padres oblatos de Pozuelo. El sindicalismo cristiano tiene en esta época un resurgimiento.

La oposición política

Los sucesos del 56 en la universidad española y las huelgas del 62 señalan la aparición de nuevas fuerzas sociales y generacionales. La oposición política española, que sufre una fuerte represión tiene como rasgos generales los siguientes:

  • Una falta de coordinación entre los distintos partidos opositores.
  • Un distanciamiento en el PSOE y en la UGT.
  • Un resurgimiento de los nacionalismos catalán y vasco.
  • La organización política de núcleos de contestación al régimen en torno a la personalidad procedentes de las familias franquistas y de algunos sectores de la Iglesia.

En la reunión del PCE en agosto del 56 se produce una reflexión en torno a los movimientos surgidos ese año en España. Según el análisis, la oposición interna asume planteamientos democráticos y está protagonizada por los llamados hijos de los vencedores. Este hecho reafirma la estrategia de reconciliación nacional adoptada por el PCE. En el 60 es elegido Santiago Carrillo que confirma la estrategia entre las fuerzas antifranquistas. Le supone al PCE algunas decisiones como separarse del PCI, la condena por parte del PCE de la invasión checoslovaca que dará lugar al PCOE y el sacrificio de sus militantes y su capacidad de influir en los nuevos movimientos sociales logran atraer al partido una parte del antifranquismo.

Desde la detención y asesinato de Tomás Centeno la estructura del PSOE y de la UGT sufre una grave crisis. La línea política del PSOE se mantiene durante el periodo posterior. En abril del 60 se crea la unión de fuerzas democráticas, lo que hace emerger dentro de España otros grupos socialistas. El hecho más significativo es el conflicto que se produce entre la dirección que sigue en el exilio y los nuevos militantes del interior de España.

Respecto a la oposición moderada se fundan partidos con escasos militantes que distribuyen manifiestos, conspiran en el interior y exterior y ayudan a la oposición de izquierdas. Destaca la labor de José María Gil Robles que supuso la plataforma de Múnich. A partir del 63 se desarrolla una corriente de opinión de izquierda demócrata-cristiana.

La Iglesia y el régimen

La postura que adopta el Concilio Vaticano II tiene influencia en la orientación que se produce en la Iglesia española desde mediados de los 60. Por el contrario, las altas jerarquías eclesiásticas prestan un apoyo mayoritario al régimen hasta la muerte del general. Paulatinamente y hasta el 73 aumentan las divergencias entre las autoridades estatales que cuentan desde el 63 con un nuevo papa Pablo VI quien había pedido a Franco la conmutación de la condena a muerte de Julián Grimau. Estas divergencias se concretan en las protestas de los obispos vascos, la declaración de los obispos, el nombramiento como primado de Toledo y posteriormente como presidente de la Conferencia Episcopal Española y la petición para renovar el concordato.

Los nacionalismos

En Cataluña, el nacionalismo adopta primero formas de reivindicación lingüística y cultural, con el apoyo de la Iglesia catalana. Prosigue con la creación de organismos como el consejo de fuerzas políticas de Cataluña. El nacionalismo vasco sufre una fractura de onda transcendencia para la historia de España. En 1959 surge la organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA). La acción directa, principio de actuación de ETA, pronto la lleva a realizar sus primeros atentados, lo que inicia en las provincias vascas una dinámica de acción-represión-acción que mantiene una tensión permanente durante este periodo entre la organización terrorista y la dictadura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *