De la Transición a la Consolidación Democrática en España: Integración Europea y Evolución Política (1975-Actualidad)

La Transición a la Democracia y la Constitución de 1978

La Transición es el periodo de restauración de las instituciones democráticas en España. Abarca desde la proclamación de Juan Carlos I como rey y jefe de Estado en 1975 hasta la victoria electoral del PSOE en 1982. Se caracteriza por:

  • Evolución controlada, sin ruptura. Los que ostentaban el poder no fueron inicialmente reemplazados. Fue impulsada desde dentro del sistema por el Rey y por Suárez.
  • Evolución pacífica, fruto de los cambios y de la madurez alcanzada por la sociedad en los años 70.
  • Resultado del consenso entre algunos dirigentes franquistas y la oposición, que suprimió los aspectos más radicales (independentismo, republicanismo, revolución social…).
  • Resultado de la habilidad de personalidades políticas y de la presión de masas deseosas de cambios sustanciales.
  • Se vio favorecida por el contexto internacional: fin de la dictadura en Grecia (1973) y en Portugal (1974).

Gobierno de Arias Navarro (hasta julio de 1976)

Arias Navarro se mantuvo como presidente del Gobierno hasta julio de 1976. Su proyecto fracasó por su enfrentamiento con el Rey, partidario de una democratización plena. La oposición formó la Coordinación Democrática (unión de la Junta Democrática liderada por el PCE y de la Plataforma Democrática impulsada por el PSOE). La oleada huelguística y el terrorismo de ETA y GRAPO agravaron la situación.

El presidente del Consejo del Reino, Torcuato Fernández Miranda, presentó una terna al Rey para el nombramiento del nuevo presidente de Gobierno. En ella figuraba Adolfo Suárez, candidato preferido por ambos.

Gobierno de Adolfo Suárez

Se distinguen 3 etapas en el mandato de Adolfo Suárez:

1. Desde julio de 1976 a julio de 1977: Inicio del paso de la dictadura a la democracia

Formó gobierno con políticos jóvenes como Martín Villa, Marcelino Oreja y Landelino Lavilla. Promovió la Ley para la Reforma Política, aprobada por las Cortes franquistas y refrendada en diciembre de 1976.

En enero de 1977 tuvo lugar la matanza de Atocha, en la que un comando ultraderechista asesinó a cinco sindicalistas de CCOO y del PCE.

El debate político se centró en la legalización de partidos de cara a futuros comicios. En la Semana Santa de 1977 se legalizó el PCE. Se aprobó la ley de amnistía y se desmanteló el Movimiento Nacional.

Los primeros partidos políticos se agruparon en cuatro formaciones de ámbito estatal:

  • Alianza Popular (formación derechista liderada por Fraga)
  • Unión del Centro Democrático (grupo centrista liderado por Suárez)
  • PSOE (liderado por Felipe González)
  • PCE (eurocomunistas liderados por Carrillo)

Los partidos de ámbito nacionalista:

  • PNV y Herri Batasuna en el País Vasco
  • Esquerra Republicana y Convergencia i Unió en Cataluña
  • Bloque Nacionalista Gallego
  • Partido Andalucista
  • Unión Valenciana

Otros partidos: Fuerza Nueva, de extrema derecha, liderado por Blas Piñar, y Partido Socialista Popular de Tierno Galván.

En junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas (las últimas tuvieron lugar en febrero de 1936). Dieron la victoria a la UCD y, en segundo lugar, al PSOE.

2. Periodo constituyente (julio de 1977 – diciembre de 1978)

El gobierno de la UCD, gracias a la política de consenso, pactó con otras fuerzas políticas para elaborar una Constitución y gestionar una política económica de urgencia ante la grave crisis económica.

Se firmaron los Pactos de la Moncloa: acuerdos a tres bandas entre gobierno, empresarios y partidos-sindicatos.

La Generalitat de Cataluña se restableció en septiembre de 1977, y el gobierno estableció un régimen preautonómico para el País Vasco.

En noviembre de 1978 tuvo lugar la Operación Galaxia, nombre dado a un plan golpista militar que pretendía frenar los procesos de reforma política. Los encargados de la operación fueron Tejero y Sáenz de Ynestrillas. El complot fue desmantelado, y los dos sospechosos fueron juzgados y arrestados, pero ninguno perdió su rango militar.

La Constitución de 1978

Fruto del consenso entre partidos. El anteproyecto fue redactado por siete políticos: Herrero de Miñón, Pérez Llorca, Peces Barba, Solé Tura, Fraga, Roca y Cisneros. Se aprobó en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Esta ley fundamental ha hecho posible la creación del nuevo Estado democrático y el diseño del mapa autonómico español. España se define como “Estado social y democrático de derecho”.

Características:

  • Principios que afectan al régimen político: La soberanía nacional reside en el pueblo español. La forma del Estado es la monarquía parlamentaria. La unidad de España es compatible con la pluralidad nacional (el Estado no es federal ni centrista, sino autonómico). El castellano es el idioma oficial del Estado.
  • Largo texto de 169 artículos; tomó como modelo la Constitución de 1931. No es partidista; por primera vez en la historia de España, es fruto de un consenso entre partidos diferentes.
  • Jefatura del Estado: El Rey es el jefe del Estado. Ostenta el mando supremo de las Fuerzas Armadas. En su sucesión se favorece al varón sobre la mujer. Por ello, el príncipe Felipe heredará el trono.
  • División de poderes: El legislativo reside en las Cortes bicamerales, cuyos miembros son elegidos por sufragio universal. El Congreso de los Diputados elabora leyes, vota presupuestos y controla al Ejecutivo. El Senado es una cámara territorial que refrenda las leyes elaboradas por el Congreso. El poder ejecutivo recae en el Gobierno central, cuyo presidente es elegido por el Parlamento, nombra los ministros y dirige la política interior y exterior. El poder judicial es independiente y recae en los jueces y magistrados.
  • Se crean dos nuevas instituciones: el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo.
  • Derechos y libertades muy avanzadas respecto a constituciones anteriores: derechos de carácter social y económico, derecho a la integración física y moral, a la educación, a la libertad de enseñanza, a la libre sindicación, a la huelga, a la libertad de empresa, a la seguridad social, a la libertad religiosa…
  • Estado laico, no confesional.

3. Consolidación democrática y crisis de la UCD (1979-1982)

Tras la aprobación de la Constitución, se disolvieron las Cortes y se convocaron nuevas elecciones, en las que de nuevo triunfa la UCD. Se diseñó el mapa autonómico, y se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas. Se aprobó la Ley del Divorcio. Se cuestionó el liderazgo de Adolfo Suárez; el PSOE presentó una moción de censura contra él, y los militares también le presionaron, acusándolo de no atajar el terrorismo y de romper la unidad de España. En enero de 1981, dimite Suárez, y en febrero, el día 23, durante la sesión de investidura del nuevo presidente, Calvo Sotelo, tuvo lugar el intento de golpe de Estado de Tejero, Milans del Bosch y Alfonso Armada. La desautorización del Rey y la falta de apoyo de los altos mandos militares frustró la operación. Las elecciones de octubre de 1982 ponen fin a la Transición con la victoria electoral por mayoría absoluta del PSOE.

El Estado de las Autonomías y su Evolución

El Estado español es uno de los más descentralizados de Europa. La Constitución admite desigualdades entre las CC. AA., ya que distingue las nacionalidades (País Vasco, Galicia y Cataluña) del resto de las regiones. Por ello, se establecieron dos vías para crearlas:

  • La “vía rápida”, prevista por el artículo 151, por el que accedieron a la autonomía las nacionalidades históricas (País Vasco, Galicia y Cataluña) y, más adelante, Andalucía. Accedieron de forma inmediata al máximo nivel de competencias.
  • La “vía lenta”, por el artículo 143, mediante la cual accedieron a la autonomía el resto de las comunidades, que asumieron las competencias en el plazo de 5 años.

Todas las comunidades se autogobiernan mediante su propio parlamento legislativo y su gobierno autonómico.

Cataluña y el País Vasco accedieron a la autonomía en 1979, y el resto de comunidades, entre 1981 y 1983. Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, en 1995, con menor nivel de autogobierno.

Los Gobiernos Democráticos: Cambios Políticos, Sociales y Económicos (hasta mayo de 2000)

Las elecciones generales de octubre de 1982 ponen fin a la etapa de transición. Dieron la mayoría absoluta al PSOE. La izquierda histórica y reformista, apartada tras la Guerra Civil, accede al Gobierno gracias al respaldo electoral. Durante más de una década, la hegemonía del PSOE fue absoluta. El lema electoral, “por el cambio”, anunciaba las reformas para modernizar el país:

  • Consolidación de la democracia
  • Desarrollo del Estado de las autonomías
  • Culminación del proceso de integración de España en Europa
  • Creación de un Estado de bienestar

En estos años, se produjo un retroceso de las políticas socialdemócratas y keynesianas, y un auge de las neoliberales-conservadoras (Reagan y Thatcher). El PSOE conjugó ambas, por lo que contó con el respaldo de grupos sociales heterogéneos. El sentido pragmático de Felipe González era evidente. Otros políticos importantes fueron: Alfonso Guerra, Boyer, Solchaga, Solbes, Serra, Javier Solana, Ordóñez…

Etapas del Gobierno de Felipe González

1ª etapa (1982-1986): El reformismo del PSOE

Con medidas como la despenalización del aborto (restrictiva por la presión de la Iglesia), jurados populares, reformas del poder judicial. Se concluye el mapa autonómico (excepto Ceuta y Melilla). El poder militar quedó al margen del poder político y del orden público; se potenció la lucha antiterrorista con la colaboración activa de Francia. Se promovió la reinserción de terroristas arrepentidos.

En política económica, se moderó el incremento salarial, y se aplicaron medidas de austeridad para controlar el déficit del comercio exterior y la inflación. Se llevó a cabo la reconversión industrial (siderúrgicas y construcción naval). Fusiones bancarias como el Santander Central Hispano.

En política social, se hizo un gran esfuerzo para mejorar los servicios públicos con la Ley General de Sanidad (existencia universal de la salud). Con la LOE y la LRU, mejoró la enseñanza media y universitaria. Se creó la subvención permanente de la enseñanza privada con los conciertos. La LOGSE de 1990 amplió a 16 años la escolaridad obligatoria. Mejoró el sistema de pensiones. Se ampliaron las prestaciones por desempleo.

En política exterior, las negociaciones iniciadas por los gobiernos de la UCD para ingresar en la CEE dieron sus frutos, y en 1985 se firmó el Tratado de Adhesión, que entró en vigor en 1986. El ingreso en la OTAN en mayo de 1982 suscitó una gran polémica en la opinión pública, ya que con ello se interrumpía la neutralidad que habíamos mantenido durante el siglo XX. Felipe González convocó un referéndum en 1986, en el cual el 52 % de los votantes dijo sí a la permanencia de la OTAN.

2ª etapa (1986-1993): Etapa conservadora socio-liberal

La política social se inclinó a la derecha, por lo que sufrió un malestar entre los socialistas y una serie de problemas: el enriquecimiento rápido y llamativo de empresarios, políticos y banqueros relacionados con el Gobierno, por lo que este se desacreditó. El neoliberalismo acabó con empresas públicas integradas en el INI. Se flexibilizó la contratación, y se facilitaron los despidos. Los sindicatos de UGT y CCOO organizaron la huelga general en diciembre de 1988 con gran éxito. El Gobierno tuvo que rectificar en parte su política. Se recrudece el terrorismo de ETA contra las fuerzas de seguridad del Estado, fiscales, empresarios, terroristas arrepentidos, atentado en Hipercor… A finales de los ochenta, el GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) se enfrentó con la ETA, y la sospecha de que actuaban en connivencia con el Gobierno y con los cuerpos policiales desacreditó el PSOE.

3ª etapa (1993-1996): Declive

La Exposición de Sevilla y los Juegos Olímpicos de 1992 dieron gran prestigio internacional a España, pero en 1993 el paro aumentó, y el ritmo de crecimiento se detuvo, por lo que los recursos públicos previstos para la política social no pudieron invertirse.

Prosiguió la política de integración europea; la firma del Tratado de Maastricht en 1992 creó la UE en sustitución de la CEE. Estableció un programa de convergencia económica y unión monetaria, estableciendo el euro como moneda común. España tuvo que adoptar medidas de austeridad muy impopulares (congelación de salarios) para contener el gasto público. Nos beneficiamos de los Fondos de Cohesión, ya que nuestro PNB per cápita era inferior a la media comunitaria.

Los escándalos de corrupción de Luis Roldán (director general de la Guardia Civil) y de Mariano Rubio (gobernador del Banco de España) desacreditaron al Gobierno.

Gobiernos del Partido Popular

En las elecciones de 1996, el PP, liderado por Aznar, gana las elecciones con un estrecho margen, por lo que tuvo que apoyarse en partidos de centro-derecha como CIU, PNV y Coalición Canaria.

Aznar se apoyó en los políticos de la antigua UCD, como Mayor Oreja, y, entre otros jóvenes, como Rodrigo Rato. Llevó a cabo una política centrista y dialogante con las minorías nacionalistas y con sindicatos.

Con su llegada al poder, se confirmó la validez de la derecha como alternativa democrática sin recurrir al autoritarismo de otras épocas. Fueron años de bonanza económica, por lo que pudimos cumplir con las condiciones exigidas en Maastricht, y entramos así en la Unión Económica y Monetaria europea. El euro se puso en circulación en enero de 2002. El paro se redujo al 10 % de la población activa. Descendió la inflación. Se redujeron los impuestos directos, y nuestro crecimiento económico superó al de los países del entorno. Los avances en la lucha antiterrorista fueron muy significativos. Hubo importantes movilizaciones populares, como la que tuvo lugar tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco por la ETA en 1997. Aunque los atentados terroristas continuaron, como el asesinato de Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica y Tomás y Valiente…, el secuestro de Ortega Lara produjo una conmoción colectiva. El resultado de estos logros fue la victoria por mayoría absoluta del PP en las elecciones de marzo del 2000.

Desafíos del Golpismo y del Terrorismo

Otra amenaza a la democracia fueron las tres acciones desestabilizadoras que tuvieron lugar durante la Transición:

  • La “matanza de Atocha” en 1977, en la que un comando ultraderechista asesinó a cinco sindicalistas de CCOO y del PCE.
  • La “Operación Galaxia” en 1978, en la que un grupo de militares organizaron un complot para frenar el proceso de reforma.
  • El intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, protagonizado por Tejero, Milans del Bosch y Armada, que fue abortado gracias a la desautorización del Rey y la falta de apoyo de los altos mandos militares.

Cambios Sociales y Económicos

Los cambios sociales y económicos más significativos de este periodo fueron: descenso de la natalidad, recepción de inmigrantes, incorporación de la mujer al mundo laboral, predominio de la clase media, desarrollo del Estado del bienestar, reconversión industrial, terciarización de la economía y crecimiento de grupos empresariales de proyección mundial como Telefónica e Inditex.

Cultura y Mentalidades

Se popularizó la cultura. Se incrementó la pluralidad ideológica con la aparición de nuevos medios de comunicación escritos, como El País y El Mundo, y audiovisuales, como las televisiones privadas. Reconocimiento internacional de la cultura española: premios Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre y Camilo José Cela, y el Pritzker de arquitectura a Rafael Moneo. La libertad de expresión favoreció nuevas formas de cultura popular, como la movida madrileña de los años 80. La llegada de la democracia ha supuesto la recuperación oficial de las lenguas catalana, gallega y vasca. La sociedad de consumo y el aumento de tiempo libre han hecho posible la multiplicación de las ofertas de ocio. Al cine, teatro, literatura y música (ofertas tradicionales) se han unido otras como los deportes de aventura, los parques temáticos, exposiciones, macroconciertos…, que han consolidado la cultura de masas.

La Integración de España en Europa y su Papel en el Contexto Internacional

La Integración de España en Europa

Pese a los esfuerzos realizados por la dictadura de Franco para formar parte de la CEE (Comunidad Económica Europea, creada en 1957 en el Tratado de Roma), esta no había admitido a España debido al carácter antidemocrático del régimen.

Los gobiernos de la UCD habían iniciado negociaciones para su ingreso en 1977; los agricultores franceses presionaron para que se aplazara la entrada de España todo lo posible. Concluida la Transición, el gobierno de Felipe González logró la integración mediante la firma del Tratado de adhesión en junio de 1985. Este acuerdo entró en vigor en enero de 1986.

España en la Unión Europea

Desde su entrada, España se ha mostrado como un activo socio europeísta y ha firmado todos los acuerdos importantes:

  • Acta Única (1986): acuerdo que recogía los objetivos de crear un mercado intraeuropeo, otorgar más poderes al Parlamento, unificar las políticas de defensa y dotar de más recursos a las zonas deprimidas.
  • Tratado de Schengen (1991): que suprimió los controles en las fronteras entre los Estados firmantes.
  • Tratado de Maastricht (1992): cambió la denominación de la CEE por la de UE (Unión Europea). Propuso como objetivo la unión política de forma gradual. Propuso la unión monetaria con la introducción del euro en los países que cumplieran los criterios de convergencia (déficit público e inflación bajos). En enero de 2002, bajo el gobierno del PP presidido por Aznar, el euro entra en circulación sustituyendo a la peseta.
  • Tratado de Niza (2003): por el que se reformó las instituciones comunitarias.
  • Aprobación en referéndum de la fallida Constitución Europea de 2004, que fracasó por la falta de apoyo de otros países.
  • Tratado de Lisboa (2007)

La política regional de la UE tiene como objetivo lograr un desarrollo equilibrado de todos los países miembros y reducir las diferencias económicas entre las regiones. Para ello, proporciona ayudas a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), del Fondo Social Europeo (FSE), del Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrícola (FEOGA). Estas ayudas han permitido la modernización de las infraestructuras, la mejora del sector agrícola mediante subvenciones y la financiación de planes de formación profesional y creación de empleo.

El Papel de España en el Contexto Internacional

Durante los últimos 30 años, la política exterior de España ha girado en torno a los siguientes ejes:

  • Al comienzo de la Transición, España se aproximó al movimiento de países no alineados.
  • Durante el gobierno de la UCD de Calvo Sotelo, se alineó con el bloque occidental al ingresar en la OTAN.
  • En la primera legislatura del PSOE bajo la presidencia de Felipe González, se celebró un referéndum en 1986 en el que el 52 % de los votantes dijo sí a la permanencia en dicho organismo.
  • Participación en conflictos internacionales: Primera y Segunda Guerras del Golfo.
  • Apoyo a las misiones de paz y seguridad en zonas de conflicto como Balcanes, Líbano, Afganistán, Haití. Estas misiones han sido impulsadas tanto por la UE como por la OTAN y la ONU.
  • Intensificación de las relaciones en Iberoamérica y norte de África. España es el primer inversor en Iberoamérica, y desde 1991 impulsa la celebración anual de la Cumbre Iberoamericana. Se cuidan las relaciones con Argelia, primer proveedor de gas natural, y, sobre todo, con Marruecos, a pesar de sus reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla.
  • Presencia de ciudadanos españoles en cargos de máxima responsabilidad en organismos internacionales, destacando Javier Solana (secretario general de la OTAN y representante de la política exterior de la UE) y Rodrigo Rato (director del FMI).
  • En materia de ampliación, España ha apoyado siempre las aspiraciones de los países candidatos, defendiendo la necesidad de la extensión de la UE a países de Europa oriental y del Mediterráneo.
  • España supone tanto un ejemplo de adaptación al sistema supranacional europeo como de transición pacífica a la democracia. Participa en las instituciones comunitarias: cuenta con diputados en el Parlamento, con representantes en la Comisión Europea, en el Consejo de la Unión, en el Tribunal de Justicia y en el Tribunal de Cuentas. España ha ejercido la presidencia de la UE en 1989, 1995, 2002 y 2010.

Ante los nuevos retos internacionales del siglo XXI, terrorismo e integrismo islámico, la posición española ha oscilado entre el alineamiento incondicional con Estados Unidos y Reino Unido durante los gobiernos del PP de Aznar, y la búsqueda de acercamiento entre Occidente y Oriente, “la Alianza de Civilizaciones”, en el gobierno del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque manteniendo intactas las relaciones con la OTAN.

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