El Fracaso de Amadeo I y la Inestable Primera República Española

El Reinado de Amadeo I: Un Fracaso Anunciado

El reinado de Amadeo I estuvo marcado por la inestabilidad y el fracaso. Varios factores contribuyeron a ello:

  • La poca personalidad del rey y su desconocimiento del castellano.
  • La falta de apoyo social.
  • La muerte de Prim, su principal valedor.

Estos factores generaron una fuerte oposición desde diversos sectores, que finalmente llevaron a su abdicación. Los principales grupos opositores fueron:

  • La aristocracia latifundista: Temían las reformas y apoyaban a los Borbones.
  • La burguesía industrial: Inicialmente apoyaron la revolución, pero la política librecambista les hizo cambiar de bando.
  • La burguesía comercial relacionada con Cuba: Temían la abolición de la esclavitud.
  • La Iglesia: Rechazaba las reformas del Sexenio.
  • Los Carlistas: Iniciaron una guerra en el norte tras perder las elecciones.
  • Los Republicanos: Divididos entre intransigentes y parlamentarios.

Durante este periodo, hubo una gran inestabilidad política, con seis gobiernos y tres elecciones generales en solo dos años. La división del Partido Progresista tras la muerte de Prim fue un factor clave, dando lugar a los constitucionales de Sagasta y los radicales de Luis Zorrilla.

Además de la inestabilidad política, otros problemas contribuyeron al fin de la monarquía de Amadeo:

  • Agravamiento de la guerra en Cuba.
  • Resurgimiento de las tensiones republicanas y carlistas.
  • El inicio del movimiento obrero, que se dividió entre anarquistas y marxistas tras la Primera Internacional.

Ante esta situación, Amadeo I abdicó en febrero.

La I República y el Fin del Sexenio

En febrero de 1873, el Senado y el Congreso proclamaron la I República. Esta etapa estuvo marcada por:

  • Diferencias entre federales y unitarios.
  • Cuatro presidencias.
  • Gran agitación social.
  • El movimiento cantonal.

El primer presidente fue Figueras, quien formó un gobierno provisional con ministros republicanos y radicales. La nueva república carecía de apoyo social, ya que la burguesía intelectual demandaba mayor democracia, mientras que campesinos y obreros exigían una revolución social.

A nivel internacional, solo Suiza y Estados Unidos reconocieron la república, lo que llevó a la mayoría de los partidos políticos a formar la oposición: carlistas, alfonsinos, el Partido Constitucional y, poco después, el Partido Radical.

Los Primeros Conflictos de la República

Durante los primeros días, se produjeron levantamientos campesinos en Andalucía, que fueron reprimidos por el gobierno. También surgieron los primeros focos federalistas.

En marzo, se disolvieron las cortes y se convocaron elecciones, dando la mayoría al Partido Republicano Federal. Se constituyó una república federal, con Pi y Margall como presidente. Este propuso una constitución en 1873 que establecía una España federal con 17 estados, incluyendo Cuba y Puerto Rico, cada uno con su propia constitución. También se establecía la división de poderes y el sufragio universal masculino. Sin embargo, esta constitución no entró en vigor debido a los problemas que enfrentaba la república.

El Movimiento Cantonal

La república tuvo que hacer frente a problemas como la Guerra de Cuba, la Guerra Carlista, la huelga general del movimiento obrero y el movimiento cantonal. El cantonalismo buscaba establecer un estado federal desde abajo, dividiendo la península en cantones. El movimiento comenzó en julio, con la proclamación del Cantón de Cartagena, extendiéndose a zonas de levante y Andalucía. El gobierno controló la situación en la mayoría de los lugares, excepto en Cartagena.

El Giro hacia la República Unitaria

La principal consecuencia política fue la sustitución de Pi y Margall por Salmerón, quien dio un giro hacia la república unitaria. Salmerón se negó a firmar las penas de muerte contra los líderes del movimiento cantonal y dimitió, siendo sucedido por Castelar.

Castelar impuso una república centralista con una política autoritaria, recortando libertades y suspendiendo las garantías constitucionales. Cerró las Cortes y, cuando las volvió a abrir en enero de 1874, las cámaras le retiraron la confianza. En ese momento, el general Pavía disolvió las Cortes en nombre del ejército.

El Fin de la República y el Camino a la Restauración

Durante 1874, se desarrolló una etapa política sin constitución ni cortes, con el general Serrano al frente de un gobierno de emergencia. Este gobierno, apoyado por el ejército, reprimió el movimiento obrero y el carlismo. Esta situación fue aprovechada por Cánovas del Castillo para preparar la vuelta de Alfonso XII, que marcaría el fin del Sexenio Democrático.

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