La Constitución de Cádiz de 1812
Contexto y Naturaleza del Texto
Este texto es una fuente primaria, ya que no ha sido modificado y recoge textualmente lo que fue dicho. Es el texto original. Además, tiene una forma legal, puesto que la Constitución recoge en artículos las leyes que se establecieron. Que el contenido sea de tipo político se debe a la importancia de la que se habla sobre la división de poderes. Los autores de la Constitución fueron las Cortes, formadas por diputados. Para ser más preciso, fue redactada por Sanz Romanillos, quien redactó también el “Estatuto de Bayona”, lo que demuestra que los afrancesados y los diputados no eran muy diferentes.
Ideas Principales de la Constitución
Estos artículos contienen grandes ideas revolucionarias que reformaron a España, como cabe destacar: la soberanía nacional, cuya nación es la reunión de todos los habitantes españoles. Además de esta reforma recogida en los artículos 1 y 3, todos los ciudadanos son iguales ante la ley, ya seas noble o campesino, tienes los mismos derechos. Se puede observar que está presente la división tripartita: el poder legislativo reside en las Cortes junto con el Rey; el poder ejecutivo está en manos del Rey y el poder judicial en los tribunales, escrito en los artículos 15, 16 y 17. También se puede apreciar, aunque en un tono menor, la libertad de expresión en el artículo 371 y la imposición de la religión católica como la religión única y válida.
Antecedentes y Desarrollo de la Constitución
Entre 1808 y 1814 se produjo en España el paso del Antiguo al Nuevo Régimen. Entre las causas que produjeron este tránsito se distinguen las procedentes del extranjero (Revolución Francesa, invasión napoleónica y el reinado de José I) y las procedentes del interior, como un grupo minoritario que pedía un cambio de reformas políticas de gran magnitud del Estado.
Tras el Tratado de Fontainebleau, en el que España se unía a Francia para una invasión conjunta a Portugal, la cual fue muy rápida, las tropas francesas, alegando necesidades logísticas, se quedaron en las plazas españolas. Tanto Carlos IV como Fernando VII abdicaron en Napoleón. La corona de España pasaba a formar parte del Rey de Francia, quien a su vez se la cedió a su hermano José I. Además de cederle la corona, le dio una carta otorgada, el “Estatuto de Bayona”, el cual debería regir la vida de los españoles. Esta carta no fue aprobada por los españoles, solo el grupo a favor de reformas (afrancesados) apoyaba a José I.
El dos de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó en contra del reinado francés. Este respondió cruelmente con los fusilamientos del día siguiente, que inmortalizó Goya en dos obras maestras. Días más tarde, se produjeron una serie de levantamientos en varias ciudades españolas. En todas ellas se formaron juntas locales formadas a su vez por personas a favor del Antiguo Régimen y personas a favor de reformas. Estas juntas se unieron para formar una Junta Suprema Central con sede primero en Aranjuez, que luego fue trasladada a Cádiz huyendo del avance francés. Esta junta decidió convocar Cortes a fin de redactar una Constitución en contra del Estatuto de Bayona.
Sin embargo, las Cortes de 1810 no se celebraron conforme a la tradición. Se estableció que debían ser unicamerales, es decir, que no hubiera división por estamentos. Dada la imposibilidad de hacer elecciones por el estado de guerra y ocupación que se vivía en España, dio una gran ventaja a los liberales, puesto que la población gaditana estaba formada en su mayoría por burgueses de clase media con tendencias progresistas. No hubo ningún representante del campesinado ni ninguna mujer. Así pues, la mayoría liberal en las Cortes no se correspondía en absoluto con la ideología profundamente conservadora de la mayoría de la población, que aclamará a Fernando VII cuando restaure el absolutismo.
Como se ve en el texto, se proclama una soberanía nacional, el fin de los privilegios fiscales, la división de poderes, incluye la venta de terrenos públicos, la supresión de gremios, de mestas, la igualdad entre ciudadanos… Estas reformas fueron llevadas a cabo porque el rey Fernando VII se encontraba ausente y cautivo en el castillo de Valençay hasta 1814, cuando acordó con Napoleón la neutralidad de España en los temas europeos y así le devolvió la corona.
Las Cortes pretendían que, a la vuelta del monarca, este debería formular un juramento antes de comenzar su reinado. Por primera vez aparece una ley formulada por el pueblo, como fuente legítima de poder, aunque bajo la ley divina y la Constitución. Permitía también el derecho a rebelarse y desobedecer en caso de que el monarca no cumpliera su parte del trato.
Importancia y Legado de la Constitución
La Constitución de Cádiz de 1812 es muy importante porque, aunque duró no más de un año, fue la primera irrupción de ideas reformistas y el primer paso hacia la democracia. Este primer desafío al absolutismo en España sería de gran importancia no solo en España, sino que en los liberales europeos y americanos también.