Fundamentos y Consecuencias de las Revoluciones del Siglo XIX

Fundamentos de las Revoluciones del Siglo XIX

Los movimientos revolucionarios del siglo XIX se sustentaron en varios pilares:

  • Afirmación de los sentimientos nacionales: Tras la invasión napoleónica, surgió un fuerte sentimiento de pertenencia a una nación. La reorganización de territorios del Congreso de Viena, que no tuvo en cuenta la cultura y lengua común, llevó a la reivindicación de la independencia.
  • Defensa del liberalismo: Esta doctrina política rechazaba el absolutismo y buscaba recuperar los derechos y libertades de la Revolución francesa. Se promovía la limitación del poder monárquico mediante una Constitución que reconociera la soberanía nacional y las libertades individuales.

Revoluciones de 1820 y 1830

En España (1820), un golpe de estado liderado por el comandante Riego estableció un gobierno liberal que respetaba la Constitución de 1812. Sin embargo, la intervención de la Santa Alianza restauró el absolutismo. En 1821, los griegos se sublevaron contra el Imperio otomano, logrando su independencia en 1829. En 1830, en Francia, se produjo el derrocamiento de Carlos X (absolutista), siendo sucedido por Luis Felipe de Orleans. La independencia de Bélgica en 1831 fue resultado de un levantamiento contra el rey de los Países Bajos. En 1831, Polonia se levantó contra el Imperio ruso, y hubo fracasos en algunos estados italianos como Parma, Módena y los Estados Pontificios.

Revoluciones de 1848

Estas revoluciones se caracterizaron por ideales liberales y nacionalistas, demandas sociales de las clases populares y un componente democrático que reivindicaba el sufragio universal masculino. En Francia (1848), el derrocamiento de Luis Felipe de Orleans llevó a la proclamación de la Segunda República. La Constitución de 1848, de carácter moderado, dio paso a elecciones donde triunfó Luis Napoleón Bonaparte, quien proclamó el Segundo Imperio en 1852. La revolución se extendió por las principales ciudades de Europa central y del sur, exigiendo constituciones y respeto a las libertades individuales. Aunque las revoluciones fracasaron y se abolieron las constituciones, se produjo un avance del liberalismo y se amplió el derecho al voto en Francia.

Movimientos Nacionalistas

En el siglo XIX, se reivindicó que las fronteras de los Estados coincidieran con las fronteras religiosas, étnicas y lingüísticas, dando origen a la ideología nacionalista. Surgieron dos tipos de nacionalismos:

  • Nacionalismos disgregadores: Reclamaban la independencia de nacionalidades diferentes. El Imperio otomano se independizó de Grecia, Serbia, Rumanía, Montenegro, Bulgaria y Albania. En 1830, Bélgica se separó de los Países Bajos, convirtiéndose en un estado independiente en 1831.
  • Nacionalismos unificadores: Integraron poblaciones divididas, como en Italia y Alemania.

Unificación Italiana

El proceso de unificación fue liderado por Piamonte, con figuras clave como el rey Víctor Manuel II, su primer ministro Cavour y el revolucionario Garibaldi. En 1859, Cavour obtuvo el apoyo de Francia contra Austria. Piamonte cedió Saboya y Niza a Francia. Tras derrotar a los austriacos en Magenta y Solferino, Lombardía se entregó a Piamonte. Entre 1860 y 1861, el sur de Italia se vinculó a Piamonte, apoderándose de Nápoles y Sicilia. En 1861, se reunió en Turín el primer parlamento italiano y Víctor Manuel fue proclamado rey. En 1866, Piamonte recibió Venecia por apoyar a Prusia en su guerra contra Austria. En 1870, aprovechando la guerra entre Francia y Rusia, Piamonte ocupó Roma, que se convirtió en la nueva capital de Italia.

Alemania Antes de la Unificación

En 1815, Alemania estaba dividida en 39 estados. El Congreso de Viena los agrupó en la Confederación Germánica, presidida por Austria. Prusia era el estado más poderoso y en 1834 creó una unión aduanera sin Austria. Tras la Revolución de 1848, el Parlamento reunido en Frankfurt ofreció la corona de Alemania al rey de Prusia, quien la rechazó. En 1862, Guillermo I (rey de Prusia) y su primer ministro Bismarck aceleraron el proceso de unificación por la vía militar.

Fases de la Unificación Alemana

  • Primera fase (1864): Prusia invadió y se anexionó dos ducados bajo autoridad danesa.
  • Segunda fase (1866-1869): Prusia se enfrentó a Austria, invadiendo el ducado austriaco de Holstein. La derrota austriaca en Sadowa (1866) llevó a la creación de la Confederación de la Alemania del Norte.
  • Tercera fase (1870-1871): Bismarck firmó una alianza militar con los estados alemanes del sur. La guerra con Francia, que temía una Alemania unificada, culminó con la derrota francesa en Sedán (1870). Francia cedió Alsacia y Lorena, y los estados del sur se anexionaron. Se proclamó el Segundo Imperio o Segundo Reich, con Guillermo I como emperador. Bismarck dirigió el nuevo país, que experimentó un gran crecimiento económico y militar, convirtiéndose en una de las principales potencias.

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