El Ascenso de Perón y la Revolución del 43
El 4 de junio de 1943 se produjo un nuevo golpe militar encabezado por los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez, apoyado por varios sectores militares, entre los que se destacaba una agrupación de militares del Ejército denominada GOU (Grupo de Oficiales Unidos). Esta agrupación estaba integrada por unos veinte oficiales mayoritariamente jóvenes, de ideologías diversas, que compartían un enfoque nacionalista. El golpe derrocó al presidente Ramón Castillo, quien fue reemplazado por el general Arturo Rawson. Tres días después, Rawson fue reemplazado a su vez por el general Pedro Pablo Ramírez.
La Revolución del 43 contenía en su interior diversos sectores que lucharon entre sí para controlar la dirección del proceso. Uno de esos sectores estuvo liderado por el entonces coronel Juan Domingo Perón, quién ocupó inicialmente un cargo de menor significación como secretario del Ministerio de Guerra, en cabeza del General Edelmiro Farrell. A partir de la segunda mitad de 1943 comenzó una política de alianza con el movimiento sindical que le permitiría ir ocupando posiciones cada vez más influyentes en el gobierno militar. En ese camino resultó fundamental su designación a cargo del irrelevante Departamento de Trabajo, elevado luego al nivel de Secretaría de Estado.
A comienzos de 1944, el gobierno militar rompió relaciones diplomáticas con los países del Eje, decisión que llevó a un enfrentamiento entre sus sectores internos y a exigir la renuncia del presidente Ramírez, quien fue reemplazado por el General Edelmiro Farrell. Perón pasó a ocupar el Ministerio de Guerra que dejó aquel. Farrell se apoyó en Perón y su exitosa política laboral-sindical, y sufrió el embate del sector nacionalista de derecha liderado por el Ministro del Interior, el general Luis César Perlinger. En la segunda mitad del año, el dúo Farrell-Perón consolidó su posición, desplazando al sector de la derecha nacionalista católica-hispanista, y profundizó las reformas laborales generalizando la negociación colectiva, sancionando el Estatuto del Peón de Campo que laboralizó la situación de los trabajadores rurales, creando los tribunales de trabajo y estableciendo la jubilación para los empleados de comercio. También se tomaron importantes medidas industrialistas como la creación del Banco Industrial de Crédito.
Consolidación del Poder de Perón y las Reformas Laborales
A partir del segundo semestre de 1943, se estableció en el gobierno un grupo integrado principalmente por sindicatos socialistas y sindicalistas revolucionarios, liderado por el coronel Juan Domingo Perón. Este grupo logró ocupar primero el pequeño Departamento de Trabajo, para irse fortaleciendo progresivamente, mediante una acción encaminada a defender los derechos de los trabajadores y promover el protagonismo sindical. Las principales medidas laborales fueron:
- El Estatuto del Peón, que estableció un salario mínimo y procuró mejorar las condiciones de alimentación, vivienda y trabajo de los trabajadores rurales.
- El establecimiento del seguro social y la jubilación que benefició a 2 millones de personas.
- La creación de Tribunales de Trabajo, cuyas sentencias, en líneas generales, resultaron favorables a las demandas obreras.
- La fijación de mejoras salariales y el establecimiento del aguinaldo para todos los trabajadores.
- El reconocimiento de las asociaciones profesionales, con lo cual el sindicalismo obtuvo una mejora sustancial de su posición en el plano jurídico.
El Camino a las Elecciones de 1946
En 1945, el embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden, organizó un fuerte movimiento que se identificó como antiperonista, que produjo a su vez que amplios sectores sindicales, hasta entonces socialistas y sindicalistas revolucionarios -y en menor medida anarquistas y comunistas-, se identificaran como peronistas. El enfrentamiento entre ambos grupos derivó en un golpe de estado antiperonista el 9 de octubre de 1945, desplazando a los sindicalistas del gobierno y deteniendo a Perón. Como respuesta, el 17 de octubre de 1945 se produjo una gran movilización de obreros y sindicalistas en la Plaza de Mayo, que exigieron y obtuvieron la liberación de Perón y el compromiso de la dictadura de llamar a elecciones.
A partir de entonces, ambos bandos se prepararon para enfrentarse en elecciones el 24 de febrero de 1946, triunfando Juan Perón y como vicepresidente el radical Hortensio Quijano -candidatos de los partidos Laborista, Unión Cívica Radical Junta Renovadora e Independiente-, contra la fórmula de la Unión Democrática integrada por los radicales José P. Tamborini-Enrique Mosca.
El Triunfo de Perón y la Polarización Política
En las elecciones de 1946, Perón se presentó como candidato de tres partidos aliados: el Partido Laborista, organizado por los sindicatos, la Unión Cívica Radical Junta Renovadora y el Partido Independiente, de tendencia conservadora. Su vicepresidente fue Hortensio Quijano, un radical de la disidente Unión Cívica Radical Junta Renovadora. Las elecciones polarizaron al país: por un lado el peronismo, los sindicalistas de la CGT y grupos yrigoyenistas del radicalismo, U.C.R. Junta Renovadora o FORJA (donde se encontraban reconocidas personalidades como Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz, etc.), y de los conservadores de las provincias del interior; y por el otro, la Unión Democrática que contaba con la participación de la UCR y los partidos Socialista y Demócrata Progresista, y el apoyo del Partido Comunista, los conservadores de la Provincia de Buenos Aires y el embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden. En las elecciones triunfó Perón, con el 52% de los votos.
El Partido Peronista y la Reforma Constitucional de 1949
Tras asumir la presidencia, se fusionaron los partidos que llevaron la candidatura de Perón, formando el Partido Peronista —llamado brevemente Partido Único de la Revolución, y hoy conocido como Partido Justicialista— y luego de obtenido el sufragio femenino, en 1949, Eva Perón organizó el Partido Peronista Femenino. Se estableció un criterio de cupos por el cual los cargos políticos se repartían en partes iguales entre los sindicatos, el sector político del Partido Peronista y las mujeres.
En 1947, la Cámara de Diputados inició un juicio político contra los miembros de la Corte Suprema que habían legitimado los golpes de estado de 1930 y 1943, resultando removidos de sus cargos. En 1949, se convocó a elecciones para la Asamblea Constituyente que dictó una nueva Constitución acorde con los principios del constitucionalismo social y el peronismo, estableciendo, entre otras cosas, la igualdad jurídica de hombres y mujeres, los derechos de los trabajadores, los derechos de la ancianidad, la autonomía universitaria, la función social de la propiedad y las facultades de intervención del Estado en la economía, así como la reelección presidencial inmediata, que Perón utilizó en 1951.
Según los opositores, la principal intención del gobierno era eliminar la traba impuesta por el artículo 77 (C.N. 1853/70) que no permitía la reelección inmediata del presidente.88
El Primer Gobierno Peronista y sus Políticas
El primer gobierno peronista amplió los derechos laborales y sociales, de las mujeres, de las personas que vivían en los territorios nacionales, de los ancianos, de los niños, de los sectores vulnerables y promovió la industrialización del país. En materia laboral se creó el Ministerio de Trabajo y Previsión Social y por primera vez en la historia argentina la retribución del trabajo superó a la retribución del capital.89 Con respecto a los derechos de las mujeres, se sancionó la ley del voto femenino en 1947. Con respecto a los territorios cuyos habitantes tenían sus derechos políticos restringidos, en 1951 el Congreso Nacional aprobó la ley 14307 provincializando los territorios nacionales del Chaco y La Pampa que por decisión de las convenciones constituyentes elegidas por los pueblos de esas provincias adoptaron los nombres de Provincia Presidente Perón y Provincia Eva Perón, respectivamente. En materia de seguridad social («previsión social») se masificó la cobertura, pasando de 397.000 afiliados en 1939 a 2.327.946 en 1949,90 a la vez que Eva Perón realizó una amplia obra asistencia social a los sectores más vulnerables, desde la Fundación Eva Perón cuyos fondos provenían de aportes de distinta índole: estaban los obligatorios impuestos por leyes nacionales sobre los jornales de los obreros argentinos dos veces al año y las donaciones de empresas privadas, aparentemente voluntarias pero constituyendo en la práctica casi un requisito para funcionar sin problemas con el gobierno peronista.9192 También recibía fondos del Estado y utilizaba inmuebles, personal y medios de transporte del mismo. Un decreto del Poder Ejecutivo dispuso que los sobrantes de las partidas de cada ministerio se transfiriera a la Fundación y pese a que fue objetado por el Tribunal de Cuentas igual fue aplicado.93 En materia de salud se creó el Ministerio de Salud Pública a cargo del Dr. Ramón Carrillo, desde la cual se realizaron campañas para eliminar el paludismo, la fiebre amarilla y las enfermedades venéreas, programas de vacunación masiva (antivariólica y antidiftérica), producción nacional de medicamentos y reducción de su costo y construcción de hospitales.94 En materia económica se nacionalizaron sectores básicos como los ferrocarriles, el servicio telefónico, las líneas aéreas, el comercio exterior, la flota mercante, el sector siderúrgico pesado y se impulsó la industrialización. En política internacional el ministro Juan Atilio Bramuglia, de extracción sindical, implementó una política de neutralidad en la Guerra Fría que denominó «la tercera posición» y una política de alianzas regional con Bolivia, Brasil, Paraguay y Chile.95 En educación se promovió la educación técnica, se creó la Universidad Obrera Nacional (luego renombrada Universidad Tecnológica Nacional) y se estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria.9697