Guerra Civil Española: Gobierno, Etapas y Fin del Conflicto

El Gobierno de Largo Caballero (Septiembre 1936 – Mayo 1937)

A finales del verano de 1936, las fuerzas republicanas eran conscientes de la necesidad de un pacto que permitiera la unidad antifascista y la formación de un gobierno capaz de aunar esfuerzos para ganar la guerra. Por ello, Largo Caballero constituyó un gobierno formado por republicanos, socialistas y comunistas. Sin embargo, una serie de fracasos militares volvieron a abrir el enfrentamiento entre las fuerzas republicanas, lo que debilitó el gobierno de Largo Caballero. En 1937, se produjeron en Barcelona los Hechos de Mayo, un conflicto que se saldó con más de 200 muertos.

Largo Caballero dimitió y el presidente de la República, Manuel Azaña, encargó la formación de un nuevo gobierno al socialista Juan Negrín. La sede del gobierno, que había sido trasladada de Madrid a Valencia, se trasladó a Barcelona debido a la dificultad de frenar el avance de las tropas franquistas. El gobierno intentó buscar una salida negociada a la guerra. Para ello, Negrín propuso el programa de los Trece Puntos (abril de 1938), que proponía el cese de la lucha armada, la permanencia de la República y la apertura a un proceso de elecciones democráticas, aunque el bando franquista no aceptó.

A principios de marzo, Azaña presentó en París su dimisión como presidente de la República, y el ejército se convirtió en la columna vertebral del nuevo régimen. En julio se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional, integrada por militares (Mola, Franco,…) y presidida por el general más antiguo entre los sublevados, Miguel Cabanellas, cuya misión era gobernar el territorio ocupado. Sus primeras medidas fueron reprimir la actividad de cualquier otro partido político y suspender la Constitución.

Para dirigir la guerra, el general F. Franco fue ganando cada vez más adeptos, ya que el resto de los componentes del golpe militar fueron cayendo. El 1 de octubre de 1936 se publicó un decreto que lo nombraba Jefe del gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos españoles, y a partir de enero de 1938, Caudillo de España. Se estableció un régimen personal, único, de Francisco Franco, que no se considera exactamente un régimen fascista, ya que carecía de una ideología concreta y de partido único (Falange Española Tradicionalista y de las JONS). Defendía un modelo social basado en el conservadurismo y en la preeminencia del catolicismo. Franco se inclinó por los modelos políticos del fascismo de Alemania e Italia. Franco ni siquiera fue el director militar ni político del golpe. Se suprimieron la libertad religiosa, política, sindical y de prensa, se aprobó la primera de sus Leyes Fundamentales, el Fuero del Trabajo, y se prohibieron las huelgas y las reivindicaciones obreras. La construcción del Estado franquista fue acompañada de una violencia extrema. En ocasiones, personas relevantes fueron asesinadas, más que por su acción política, por lo que significaban como símbolos de la República, como Federico García Lorca. Su intención era imponer un clima de terror que impidiese toda contestación.

Etapas de la Guerra

El avance hacia Madrid y las batallas en torno a Madrid

Para alcanzar el principal objetivo, Madrid, los sublevados avanzaron por Extremadura, desviándose a Toledo para liberar el Alcázar, y tomaron de rehén al coronel Moscardó, a quien finalmente asesinaron. Esta semana de desvío proporcionó a los republicanos la posibilidad de organizarse para defender Madrid por medio de los generales V. Rojo y J. Miaja, junto con las primeras Brigadas Internacionales y una columna anarcosindicalista procedente de Barcelona (Durruti). La resistencia de Madrid concluyó la fase denominada guerra de columnas, compuestas por columnas de milicias integradas por voluntarios de partidos y sindicatos. Fracasado el intento de entrar en la capital, los sublevados sufrieron derrotas en las batallas de Jarama y Guadalajara.

La ocupación del Norte

En 1937 se libró la batalla del Norte. En abril fue bombardeada Guernica, en junio tomaron Bilbao y las zonas industriales y mineras. Aunque los republicanos intentaron otras ofensivas para disminuir la presión, no pudieron evitar la caída de Santander y Asturias.

El avance hacia el Mediterráneo

A finales de noviembre de 1937, los republicanos ocuparon Teruel, pero en febrero de 1938 el ejército de Franco volvió a ocupar Teruel y desencadenó la campaña de Aragón, atravesando el Maestrazgo y llegando al Mediterráneo por Castellón en el mes de abril. El territorio republicano quedó dividido en dos zonas, una de las cuales era Cataluña, aislada del resto.

La batalla del Ebro y la ocupación de Cataluña

Esta batalla empezó en 1938 con un ataque republicano. Con la caída de Girona se produjo la huida hacia Francia de miles de refugiados, el gobierno de la República, con el jefe de gobierno, Negrín, y el presidente de la República, Manuel Azaña, miembros de las Cortes republicanas, el gobierno de la Generalitat y sus parlamentarios, y el gobierno vasco.

El final de la guerra

En febrero de 1939, a la República no le quedaba más territorio que la llamada zona centro (Madrid-La Mancha y Almería-Valencia). El jefe de gobierno republicano, Negrín, había regresado de Francia e hizo un último esfuerzo para reorganizar el ejército y resistir en el territorio republicano. El 28 de marzo, las tropas de Franco entraron en Madrid sin la menor resistencia. El 1 de abril, Franco firmó en Burgos el último parte de guerra.

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