**La Gran Bretaña Victoriana**
El Reino Unido: El Gran Problema del Siglo XIX
Gracias a la Revolución Industrial, el Reino Unido se convirtió en la primera potencia mundial. Su primera etapa (1837-1873) se caracteriza por la gran prosperidad de su burguesía, y su segunda etapa (1873-1901) por la expansión imperialista que llevó a la ampliación del Imperio Británico.
La Lenta Democratización
Tras el aumento de la gran burguesía en el Parlamento, los intereses económicos de comerciantes e industriales lograron que el Parlamento aprobara las leyes anticereales. Esta lucha política tuvo como consecuencia una aceleración de las migraciones del campo a la ciudad y una venganza política de los terratenientes conservadores, provocando la caída del líder de su partido. El incremento de las revueltas sociales originó una reforma electoral en 1867, una nueva ley electoral en 1884 que aumentaba el sufragio masculino y la Ley de Redistribución que modificaba el mapa electoral. En la Edad de Oro del victorianismo se practicó el «espléndido aislamiento» junto con una expansión imperialista que culminaría con la proclamación de la reina Victoria. La Gran Depresión apareció cuando otras potencias europeas y extraeuropeas compitieron con su dominio económico, y Francia con el colonial.
El Problema Irlandés
Desde el siglo XII, Irlanda fue tratada como una colonia. Existía un grave problema político: dejaron de tener un parlamento propio y sus representantes se integraron en el Parlamento de Westminster, pero con la condición de que fueran de religión protestante. Nació un movimiento nacionalista que deseaba lograr una mayor autonomía o incluso la independencia. En 1847, la economía irlandesa sufrió una grave crisis que produjo una fuerte emigración hacia EE. UU. Estos emigrantes financiaron y dirigieron los movimientos independentistas. Gracias a las reformas de Parnell, aumentó su presencia en el Parlamento y, durante diez años, ni conservadores ni liberales tenían mayoría absoluta. La situación siguió siendo explosiva y su solución solo se llevaría a cabo parcialmente después de la Primera Guerra Mundial.
Francia de Napoleón III a la III República
De la II República al Imperio de Napoleón
La revolución de 1848 acabó con Luis Felipe de Orleans, proclamando la II República, cuyo presidente fue Luis Napoleón Bonaparte. Mantuvo el sufragio universal masculino. En 1851, apoyado en el ejército, dio un golpe de Estado, prometió una nueva constitución de corte autoritario y creó el II Imperio.
El Imperio de Napoleón III (1852-1870)
En la Constitución de 1852, Napoleón concentró el poder ejecutivo y militar e intervino en otros poderes (judicial y legislativo). Durante la década de 1860, Napoleón adoptó medidas liberalizadoras, pero fracasó en política exterior, hubo una importante crisis económica y cayó el emperador y su imperio, proclamándose la III República.
La III República (1871-1914)
La pérdida de Alsacia y Lorena, que se integraron en Alemania, generó en Francia un resentimiento hacia Alemania hasta la Primera Guerra Mundial. Hasta 1875 no se consolidó la III República. La Exposición Universal de 1889 fue un hito en la historia de Francia y, sobre todo, en la III República. La III República no finalizó con la Primera Guerra Mundial, sino que llegó hasta 1940, cuando Hitler les derrotó en la Segunda Guerra Mundial.
El Imperio Austro-Húngaro
Dirigido por Francisco José I desde 1848 hasta 1916 de forma autoritaria y conservadora. Características de su gobierno:
- Incremento del gasto en burocracia y policía.
- La Iglesia católica vivió un momento privilegiado (poder de la educación y privilegios de los obispos).
- Se impulsó el comercio, la industria y los transportes desde el punto de vista económico.
Desde este punto de vista, podemos decir que el imperio era una potencia europea hasta principios del siglo XX. En el Imperio austrohúngaro, el nexo de unión era el emperador de Austria y el rey de Hungría. A partir de las unificaciones de Alemania e Italia, el Imperio empezó a perder influencia. En política exterior, firmaron la alianza con Alemania y buscaban una salida al mar por los Balcanes, lo cual hizo que chocara con Rusia, que buscaba lo mismo.
Expansión Económica
Se colocó en cuarto lugar detrás de Gran Bretaña, Alemania y Francia. Se desarrollaron varias industrias. Tuvo dos grandes problemas:
- La dependencia de la economía del imperio del capital extranjero.
- Los fuertes desequilibrios regionales.
Hungría se especializó en producción agrícola y ganadera. Viena y Budapest se convirtieron en dos ciudades muy importantes en Europa.
La Vida Política
En 1867, Austria tenía un parlamento formado por la Cámara Alta (aristócratas) y la Cámara Baja (representantes de las ciudades elegidos por sufragio censitario). En el Reino de Hungría también había una Cámara Alta y una Cámara Baja. En el imperio convivían dos lenguas: el alemán (Austria) y el húngaro (Hungría). Fueron autónomos en cuestiones internas, sin embargo, el emperador controlaba el nombramiento de ministros, la política exterior y las finanzas.
El Imperio Turco
Estuvo a punto de desintegrarse en el siglo XIX, uno de los motivos sería la Guerra de Crimea contra Rusia, pero sobrevivió gracias a la ayuda de británicos y franceses. Egipto se convirtió en protectorado británico; Marruecos y Túnez se convirtieron en áreas de influencia francesa; Libia se convirtió en área de influencia británica. En Europa perdió territorio en los Balcanes.
El Imperio Ruso
Tenía una autocracia zarista. A principios del siglo XX, vivió una inmensa expansión territorial desde los Urales hasta el Pacífico. La expansión hacia los Balcanes se frenó por la Guerra de Crimea. Era un país atrasado, fundamentalmente agrícola y de campesinos/siervos. El zar Alejandro II intentó modernizar el país. Introdujo algunas reformas en la justicia, mandos del ejército y la más importante, que fue la abolición de la servidumbre en 1861. Favoreció el desarrollo industrial, ya que su predominio económico provenía de la agricultura.
El Problema de los Balcanes
Chocaron Rusia y el Imperio Austro-Húngaro. Los imperios del centro y del este se enfrentaron en los Balcanes. El Imperio Turco había perdido Serbia, Rumanía, Grecia y Montenegro. Serbia y Montenegro, ayudados por Rusia, declararon la guerra a los turcos. Los búlgaros, ayudados por Rusia, consiguieron una reforma religiosa, nombraron un jefe religioso ortodoxo, el cual impulsó el nacionalismo. Por los Tratados de San Stefano se creó la gran Bulgaria independiente y, al tiempo, Rumanía también se independizó del Imperio Turco.