Transformaciones Sociales y Oposición Durante el Franquismo en España

Transformaciones Sociales en la España Franquista

Evolución Demográfica

La población experimentó un notable crecimiento gracias a las mejoras en la alimentación y la sanidad, lo que llevó a una disminución significativa de la tasa de mortalidad, situándola entre las más bajas de Europa. La natalidad también aumentó considerablemente. Sin embargo, el gobierno no incrementó el gasto público para atender las necesidades de una población en expansión, lo que resultó en servicios públicos muy escasos y una notable escasez de viviendas.

Se produjo una emigración masiva desde las zonas rurales hacia las grandes ciudades y Europa occidental. Las migraciones internas en la década de 1970 fueron especialmente intensas, con dos consecuencias principales:

  • El crecimiento desmesurado de las grandes ciudades originó, en sus áreas metropolitanas, las llamadas «ciudades dormitorio», carentes de infraestructuras adecuadas y servicios básicos.
  • Surgieron dos realidades opuestas: una España que tendía hacia la congestión demográfica y otra hacia la despoblación.

Modernización de la Estructura Social

La transición de una sociedad agraria a otra industrial y de servicios, marcada por un enriquecimiento general y una notable desigualdad, se basó en una estructura social mucho más dinámica que la de la etapa anterior. El desarrollo económico generó cambios significativos en la estratificación social:

  • Clases Altas: Los grandes propietarios agrarios perdieron protagonismo, mientras que la alta burguesía industrial y financiera ganó influencia.
  • Clases Medias: Experimentaron los cambios más notables con la aparición de nuevas clases medias compuestas por funcionarios, obreros altamente cualificados, etc., lo que impactó tanto en la calidad como en la cantidad de este estrato social.
  • Clases Bajas: Se produjeron dos fenómenos importantes: la pérdida de protagonismo del campesinado y el gran crecimiento de la clase obrera.

La Sociedad de Consumo

El aumento de la renta per cápita y de los salarios elevó el nivel de vida de la población, con cambios importantes en las formas de consumo. Esta nueva sociedad de consumo trajo consigo, especialmente entre los jóvenes, una mentalidad muy distinta a la anterior, con nuevas formas de relación social y entre ambos sexos.

Influencia de Europa en la Nueva Mentalidad Española

Se fueron imponiendo nuevos gustos, modas y costumbres procedentes de Europa. Europa se convirtió en un modelo de libertad, tanto en lo político como en las formas de vida, que los españoles aspiraban a alcanzar. El resultado fue el surgimiento de una nueva mentalidad opuesta a la autoritaria y conservadora del régimen.

Relajación del Régimen y Mejoras Sociales

A partir de los años sesenta, el gobierno intentó mostrar cierta apertura y flexibilización. Se creó la Seguridad Social, con el objetivo de incorporar a toda la población activa, distinguiendo entre un régimen general y varios regímenes especiales. Además, se eliminaron los tribunales militares, sustituyéndolos por un tribunal de orden público. Sin embargo, a partir de 1969, el franquismo entró en crisis y el régimen reaccionó volviendo a la represión, intentando dejar atada una dictadura continuista con un rey como forma política tras la muerte de Franco.

Oposiciones al Sistema Franquista

Las características y el tono general de la oposición al franquismo variaron a lo largo de los casi cuarenta años que duró el régimen. Inicialmente, el protagonismo recayó en la oposición exterior, aunque la oposición presentó algunas características constantes durante todo el periodo.

1939 a 1951: Maquis y Gobierno en el Exilio

La oposición interna fue protagonizada por los maquis, mientras que en el exilio, en agosto de 1945, se nombró en México un nuevo gobierno republicano. Sin embargo, pronto surgieron divisiones internas. El tema central de discusión era si la oposición a Franco debía plantearse desde premisas estrictamente republicanas o no. La estrategia del PSOE llegó a contemplar la posibilidad de una colaboración con los monárquicos, como deseaban las potencias democráticas.

1951-1962: Inicio de Grandes Cambios en la Población

El año 1956 se considera un punto de inflexión en la oposición al régimen. A partir de entonces, se evolucionó hacia formas más sociales. En 1956, se produjeron disturbios y manifestaciones en el ámbito universitario. El movimiento obrero expresó su disconformidad con el régimen mediante la actividad huelguística. En el País Vasco, surgió una actitud contestataria en el clero y el nacionalismo se radicalizó profundamente. En 1959, nació ETA. La novedad más importante fue la aparición de nuevos grupos como consecuencia de los sucesos universitarios de 1956, con lo que la oposición interior de carácter social empezó a ganar protagonismo, mientras que los partidos políticos, especialmente la oposición en el exilio, lo perdían.

1962-1975: Consolidación de los Movimientos Sociales como Principales Opositores

Durante la década de 1960 y la primera mitad de la de 1970, la oposición se fue fortaleciendo y las críticas al régimen se extendieron a toda la sociedad, abarcando distintos frentes opositores:

  • La conspiración monárquica
  • La actuación del movimiento obrero
  • En esta segunda fase, también destacaron las acciones terroristas del FRAP y de ETA.
  • Surgió la oposición en el sector de la Iglesia.
  • Durante esta época, el PCE y, en menor medida, el PSOE, a pesar del escaso número de militantes reales, se configuraron como los partidos más importantes de la clandestinidad.

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