Segunda República Española: De la Proclamación al Frente Popular (1931-1936)

La Segunda República Española: De la Proclamación al Frente Popular (1931-1936)

Proclamación de la Segunda República (1931)

La proclamación de la Segunda República fue consecuencia del resultado de las elecciones del 14 de abril de 1931, que provocó la abdicación de Alfonso XIII. La inestabilidad y la tensión dieron lugar a situaciones muy graves como la vivida en Asturias en octubre de 1934. En julio de 1936, una rebelión militar, que no logró imponerse, dejó abierta la puerta a un grave conflicto civil. Tras los resultados de las elecciones municipales del 14 de abril de 1931, el almirante Aznar, último primer ministro de la monarquía de Alfonso XIII, dijo: “España se ha acostado monárquica y se ha levantado republicana”. Alfonso XIII, aconsejado por Romanones, cesó en sus funciones y salió hacia el exilio por el puerto de Cartagena. A media tarde, la bandera tricolor ondeaba en el Palacio de Telecomunicaciones de Madrid, y el ministro de Estado, conde de Romanones, buscaba una salida pactada con el Comité Revolucionario. Luis Companys y Maciá proclamaban la República en Barcelona dentro de la Federación Ibérica. Los comunistas no tenían representación, ni el Partido Nacionalista Vasco. Los anarquistas se mostraron muy críticos con el sistema.

La Constitución de 1931

El cambio de régimen significó el traspaso del poder de la aristocracia terrateniente y la alta burguesía a las clases medias, a la intelectualidad del país y a los sectores obreros organizados. Una de las prioridades de las Cortes salidas de las elecciones de junio de 1931 fue elaborar una Constitución que respondiese a la nueva realidad política del país. Jiménez de Asúa, el cual gozó de amplio respaldo, presidió la comisión para elaborar el texto, donde participaron personalidades del mundo jurídico. De carácter plenamente democrático y progresista, con fuerte contenido social:

  • Se daba cabida a las autonomías regionales, “una república democrática de trabajadores de toda clase”.
  • Se declaraba la aconfesionalidad del Estado, que provocó fuertes enfrentamientos.
  • Se recogen los derechos y deberes, no quedó recogida la abolición de la pena de muerte.
  • Se otorgó el derecho de voto a las mujeres (1933).
  • El derecho a la propiedad privada quedaba sometido a la expropiación forzosa, se abría la posibilidad de acometer la reforma agraria.
  • Obsesión por garantizar los derechos individuales de los ciudadanos y reflejar los avances sociales de la época.
  • Se declaraba al Estado español como laico.

Bienio Progresista (1931-1933)

La coalición de las fuerzas de la izquierda parlamentaria, bajo la presidencia de Azaña, impulsó un ambicioso programa de reformas sociales cuyo objetivo era la modernización de las estructuras: modernización del ejército, reforma agraria, universalización de la enseñanza, asentamiento de un Estado descentralizado y la transformación de las relaciones laborales y sociales. La oposición llegó desde la Iglesia Católica, el ejército y los grandes propietarios, los sectores de la izquierda más radical y revolucionaria que las consideraban iniciativas pequeño­burguesas: todos intentaron desestabilizar a este heterogéneo gobierno. En 1932 se produjo la intentona golpista del general Sanjurjo en Sevilla.

Para poner en marcha la reforma agraria, se aprobó en 1932 la Ley de Bases de la Reforma Agraria y se creó el Instituto de Reforma Agraria, el cual proyectaba establecer a 60.000 campesinos. En Casas Viejas (enero 1933) se da un enfrentamiento con balance sangriento entre campesinos y guardia civil al ocupar una finca. Antecedentes en los Krausistas y la Institución Libre de Enseñanza. Pero la Iglesia se sentía despojada de lo que consideraba un derecho. En el artículo 11 se señalaba la posibilidad de Estatutos de Autonomía para asumir determinadas competencias de gobierno en el marco de la República. Fuerte oposición de la derecha, que llegó a paralizar en noviembre de 1933 el proceso en el País Vasco, pues tuvieron victoria electoral. Recordar los graves enfrentamientos sociales, cargados de violencia con luchas sangrientas. Esta agitación social y la violencia aparecieron con frecuencia en el campo ante la miseria de los salarios y el hambre, a pesar de las medidas de Largo Caballero:

  • Jornada de 8 horas en el campo.
  • Salario mínimo agrícola.
  • Jurados mixtos.

Bienio Conservador (1933-1935)

Las izquierdas acudían divididas, como Acción Republicana de Azaña. Se beneficiaron los radicales de Lerroux y, sobre todo, la derecha, agrupada en torno a la CEDA liderada por Gil Robles. En la derecha, los monárquicos, llamados tradicionalistas, y los carlistas. Grupos de corte totalitario como la JONS, creadas por Onésimo Redondo, y la FE, de José Antonio Primo de Rivera. Gil Robles se encontró con un rechazo frontal por parte de las izquierdas para asumir la jefatura del gobierno. Se propuso a Lerroux como presidente del nuevo gobierno, con el apoyo parlamentario de la CEDA.

La Revolución de Octubre de 1934

Al identificarse la CEDA con el fascismo, y al introducir Lerroux en su gabinete a ministros de la CEDA, el PSOE y UGT preparan una huelga general revolucionaria de claro contenido político. En Asturias, donde la CNT se sumó a la huelga, se produjo una insurrección armada, que significó el comienzo de un movimiento revolucionario. Las cuencas mineras se alzaron en armas contra el gobierno de la República y aparecieron comités de obreros y campesinos sin que la guardia civil y la de asalto pudiesen controlar la situación. Las Unidades de África reprimen con dureza la insurrección, con 2.000 muertos y 30.000 detenidos, y se nombra a militares de dudosa lealtad a la República, como Franco para Jefe del Estado Mayor Central.

El Frente Popular (Febrero-Julio 1936)

Coalición electoral de republicanos-socialistas más comunistas y anarquistas. Relacionado con Stalin, dispuesto a impulsar a los débiles partidos comunistas del occidente europeo para extender la influencia de la URSS.

La Izquierda en el Poder

En los socialistas se había impuesto la línea más radical defendida por Largo Caballero, quien consideraba a los partidos de la izquierda republicana como representantes de la pequeña y mediana burguesía. Se habían radicalizado las posturas en los socialistas y ese radicalismo se trasladó a la calle. Cabe destacar:

  • La liberación de los presos de la revolución de octubre, acogidos como héroes.
  • El asesinato del jefe del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo (13 de julio), por un grupo de guardias de asalto, después de que los falangistas hubieran asesinado antes al teniente Castillo.

Franco se sublevaba en Canarias, adelantándose a los planes de Mola. La sublevación comenzó el 17 de julio de 1936 en la zona española de Marruecos, a donde llegó Franco, procedente de Canarias, para hacerse cargo del mando. El 18 de julio, la sublevación se extendió por toda España.

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