Independencia de los Estados Unidos: Causas y Consecuencias
Antecedentes
Las colonias inglesas en América del Norte experimentaron un creciente descontento bajo el reinado de Jorge III. La Guerra de los Siete Años (1756-1763), en la que Inglaterra y Francia lucharon por el control de territorios coloniales, dejó a Inglaterra con una gran deuda. Para saldarla, el primer ministro Greenville impuso nuevos impuestos a las colonias americanas, generando gran malestar.
Benjamin Franklin, un diputado americano en Londres, expresó su preocupación por las medidas impositivas, pero sus advertencias fueron ignoradas. La tensión aumentó con la llegada al poder de Lord North, quien, aunque redujo algunos impuestos, mantuvo una política de control sobre las colonias.
Escritores e intelectuales americanos, como Thomas Paine, publicaron obras que criticaban el dominio británico y promovían la idea de independencia. La masonería, bajo el nombre de «Hijos de la Libertad», también jugó un papel importante en la organización de la resistencia, con figuras como George Washington entre sus miembros.
El Estallido de la Guerra
El punto de inflexión se produjo en Boston con el Motín del Té, un acto de protesta en el que los colonos, disfrazados de indios, arrojaron al mar un cargamento de té británico. Filadelfia se convirtió en el centro de la resistencia. En 1775, George Washington fue nombrado comandante en jefe del ejército continental. En 1776, el Tercer Congreso de Filadelfia proclamó la Declaración de Independencia, redactada principalmente por Thomas Jefferson.
Desarrollo del Conflicto
La guerra se desarrolló en tres frentes:
- Colonos contra ingleses.
- Mercenarios europeos contra Inglaterra.
- Indios que buscaban recuperar sus territorios.
El general americano Von Steuben introdujo nuevas tácticas militares, pero inicialmente los ingleses llevaban la ventaja. La situación cambió con la llegada del general Baigoyri, quien implementó la guerra de guerrillas. Además, los colonos firmaron acuerdos con Francia y España, que entraron en la guerra contra Inglaterra.
En 1781, la Batalla de Yorktown marcó una victoria decisiva para los americanos, liderados por Washington, sobre el general británico Cornwallis. Aunque la guerra continuó, Inglaterra no reconoció la independencia de inmediato.
Consecuencias
La guerra supuso importantes pérdidas territoriales para Inglaterra. España recuperó Florida y Francia obtuvo la Guayana Francesa, entre otros territorios. Estados Unidos estableció una constitución que se ha mantenido vigente con pocas modificaciones hasta la actualidad, basada en una república federal con división de poderes:
- Ejecutivo: Presidente.
- Legislativo: Congreso y Senado.
- Judicial: Jueces.
Primeros Presidentes
- George Washington (1789-1797): La capital, Washington D.C., fue diseñada por Pierre L’Enfant, con una arquitectura que combina elementos de Ámsterdam, París y Londres.
- John Adams (1797-1801): Se caracterizó por una política exterior neutral, enfocándose en tratados económicos.
- Thomas Jefferson (1801-1809): Inició la expansión hacia el oeste y promovió la inversión europea, lo que revalorizó el dólar.
Las Revoluciones de 1848
Causas Generales
- La aparición del escarabajo de la patata en Europa, proveniente de América, que devastó las cosechas. El arseniato de plomo, un remedio efectivo, no se descubrió hasta 1851.
- Las intensas lluvias de 1847, 1848 y 1849 provocaron malas cosechas de trigo, cebada y otros cultivos, lo que llevó a un aumento de los precios y una menor producción.
- La escasez de ahorro afectó a los bancos y a la bolsa, provocando una crisis financiera y un aumento del desempleo.
- Las manifestaciones y protestas se extendieron por toda Europa.
La Revolución de 1848 en Francia
La última revolución burguesa de Europa tuvo lugar en Francia, bajo el gobierno de Luis Felipe de Orleans y su primer ministro, Guizot. La lucha política era intensa, y cada partido tenía su propio periódico. Guizot implementó reformas electorales, pero la corrupción generalizada llevó a una disminución de la participación electoral.
Una sublevación en Argelia provocó la destitución de Guizot, quien fue reemplazado por Odilon Barrot. Luis Felipe abdicó y se formó un gobierno provisional liderado por Lamartine. Para frenar las protestas, se crearon los Talleres Nacionales, dirigidos por Louis Blanc, pero fueron suprimidos poco después debido a la corrupción y al gasto excesivo.
El 23 de junio estalló la «Revolución Roja», con el asalto y saqueo de la Catedral de París y la Bolsa. Lamartine sofocó la revuelta con su ejército de Argelia. Se promulgó la Constitución de 1848, que establecía un presidente del gobierno. Napoleón III, líder del partido católico, fue elegido presidente.
La Revolución de 1848 en el Imperio Austriaco
El Imperio Austriaco estaba gobernado por Fernando I y su primer ministro, Metternich, quien se apoyaba en la aristocracia y la iglesia. Metternich mantenía una policía política secreta y hacía concesiones políticas a los estados del imperio, lo que fomentó ideas independentistas en Hungría, Lombardía y Venecia.
En la Universidad de Viena, se produjeron manifestaciones contra las concesiones de Metternich, exigiendo una constitución para todo el imperio. Fernando I destituyó a Metternich y nombró a Pillersdorff, quien reprimió las revueltas y detuvo a los estudiantes. Radetzky recuperó el norte de Italia para el imperio.
Fernando I destituyó a Pillersdorff y nombró al Archiduque Juan, quien abolió el feudalismo y convocó elecciones al parlamento imperial. La «Revolución de Octubre» llevó a Schwarzenberg a dar un golpe de estado. Fernando I abdicó en favor de su sobrino, Francisco José I, quien, con solo 19 años, se convirtió en emperador.
Francisco José I promulgó la Constitución de Freimsek. Con la ayuda de los rusos, liderados por Nicolás I, recuperó Hungría. La guerra terminó y el Imperio Austriaco se mantuvo hasta 1918.