El Valimiento en la Monarquía Hispánica de los Austrias Menores
La organización institucional de los Austrias mantuvo, en esencia, la estructura diseñada por los Reyes Católicos. La monarquía era el vértice del sistema, uniendo los diversos reinos, que conservaban sus instituciones y leyes. Carlos V y Felipe II gobernaron personalmente, pero los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) se inclinaron más al ocio y la vida cortesana, delegando las tareas de gobierno.
Esta «desgana», junto con la creciente complejidad administrativa, llevó a la aparición del valido, un ministro principal que actuaba en nombre del monarca. Era un cargo de designación real, fuera del organigrama administrativo, cuyo nombramiento y cese dependían del rey. Destacaron el Duque de Lerma, cuyo principal objetivo fue el enriquecimiento personal, y el Conde-Duque de Olivares, valido de Felipe IV, bajo cuyo mandato España perdió su hegemonía europea.
Los Proyectos de Reforma del Conde-Duque de Olivares
Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, valido de Felipe IV, poseía una amplia visión política, plasmada en proyectos de reforma para mejorar la situación de la monarquía.
La reanudación de la política exterior ofensiva en Europa requería grandes sumas de dinero, en un contexto de crisis crónica de la Hacienda Real. Olivares planteó reformas financieras y militares. Hasta entonces, Castilla había soportado el mayor peso financiero y humano de la defensa de la monarquía, pero se encontraba exhausta. Olivares propuso la Unión de Armas (1625): un ejército permanente de 140.000 hombres sostenido por todos los reinos, proporcionalmente a su población y riqueza.
Estas reformas formaban parte de un plan mayor para unificar políticamente el Imperio Español, eliminando diferencias forales y repartiendo cargas y beneficios. Se buscaba una estructura estatal centralizada, más fácil de gobernar. Sin embargo, su aplicación fue casi imposible debido a las dificultades económicas y a la oposición de los reinos, celosos de sus fueros. A pesar de las reformas, las bancarrotas se sucedieron, principalmente por los gastos militares.
Crisis Demográfica y Económica del Siglo XVII: Factores y Consecuencias
Desde finales del siglo XVI y durante el siglo XVII, se produjo una acusada crisis demográfica: la población peninsular se estancó e incluso decreció. Las causas fueron:
- Epidemias que afectaron a la península.
- Malas cosechas que provocaban crisis de subsistencia.
- Expulsión de los moriscos (1609-1614), que disminuyó la población de Valencia, Murcia y Aragón.
La población española se redujo de ocho a siete millones de habitantes a lo largo del siglo XVII.
Crisis Económica
El siglo XVII se caracterizó por una grave crisis económica que afectó a toda Europa, pero en España fue especialmente grave por coincidir con la crisis política y fiscal de la monarquía. Las manifestaciones más destacables fueron:
- Crisis de las actividades textiles, especialmente en Castilla, debido al aumento de impuestos y a la competencia extranjera.
- Disminución de la llegada de metales preciosos de América.
- Crisis de la Hacienda Real, por el incesante aumento de los gastos en guerras para que Felipe IV mantuviese su patrimonio.
La consecuencia fue el empobrecimiento del pueblo llano y el aumento de la marginación social.