La Crisis de 1808 y el Declive del Imperio Español
A principios del siglo XIX, el imperio español se enfrentaba a una profunda crisis generalizada, exacerbada por el desastroso gobierno de Carlos IV. Los principales factores de esta crisis fueron:
- Crisis Agraria: Escasez de alimentos y hambrunas generalizadas.
- Crisis Comercial: Bloqueo comercial con Inglaterra y pérdida de la flota en las batallas de Cabo San Vicente (1797) y Trafalgar (1805), lo que dificultó el comercio con las colonias americanas.
- Crisis Demográfica: Alta tasa de mortalidad debido a la hambruna y baja tasa de natalidad.
- Crisis Hacendística: Descenso de la población y sucesivas guerras contra Francia e Inglaterra.
- Crisis Militar: Derrotas en las guerras contra Francia e Inglaterra.
- Crisis Institucional: Desprestigio de los reyes Carlos IV y María Luisa, impopularidad de Manuel Godoy e intrigas cortesanas.
En 1808, Napoleón Bonaparte, tras conquistar gran parte de Europa Occidental, tenía a España en su punto de mira. Contaba con un ejército de 65.000 soldados desplegados en puntos estratégicos del norte de la Península Ibérica.
El Estallido de la Guerra de Independencia
El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se sublevó contra el ejército napoleónico. Se inició una lucha desigual que duró todo el día. 30.000 soldados franceses ocuparon la ciudad y aplastaron la sublevación. Solo algunos oficiales del Parque de Artillería de Monteleón armaron al pueblo.
Fue el Tercer Estado, junto con la burguesía, el que lideró la rebelión contra los franceses y sostuvo la lucha durante todo el conflicto. Ante el vacío de poder, estos grupos protagonizaron la resistencia patriótica.
Napoleón, a lo largo de la guerra, desatendió el frente español, retirando tropas y recursos para el frente oriental, lo que impidió una ocupación efectiva de España y Portugal.
Fases de la Guerra
Primera Fase (2 de mayo – 4 de noviembre de 1808)
El ejército francés se dedicó a sofocar los motines urbanos que habían estallado en todo el país. El general Bessières mantuvo las líneas de comunicación entre Madrid y el norte. En el este, los franceses fueron derrotados en El Bruc y Gerona resistió la ocupación.
El general Dupont, enviado al sur, ocupó varias ciudades andaluzas, pero fue derrotado en la Batalla de Bailén el 19 de julio de 1808. Esta fue la primera derrota de la milicia napoleónica en campo abierto. Los franceses retrocedieron hasta Madrid.
Simultáneamente, el mariscal Junot, en Portugal, se enfrentó a tropas portuguesas y británicas. Ante la igualdad de fuerzas, firmó la paz en agosto de 1808. José I Bonaparte decidió retirarse al norte de la Península.
Segunda Fase (4 de noviembre de 1808 – enero de 1809)
Napoleón, tras pacificar el frente oriental, entró en España el 4 de noviembre de 1808 al frente de 250.000 hombres. Derrotó a las tropas españolas de Blake y Castaños. El 30 de noviembre, la caballería napoleónica tomó al asalto Somosierra. El 4 de diciembre, Madrid se rindió y José I regresó a la capital.
Napoleón avanzó hacia Galicia persiguiendo al ejército británico. El general Soult continuó la persecución del general Moore, quien murió en combate antes de que sus tropas embarcasen en La Coruña. Zaragoza cayó el 20 de febrero de 1809 tras un largo asedio.
Tercera Fase (enero de 1809 – 1812)
Durante 1809, el objetivo principal de ambos bandos fue Madrid. El ejército napoleónico avanzó hacia el sur. El 13 de enero de 1809, bloqueó un posible contraataque español. Británicos y españoles intentaron conquistar Madrid, pero la Batalla de Talavera (28 de julio) tuvo un resultado incierto, y los ingleses retrocedieron.
El 19 de noviembre, las columnas españolas fueron derrotadas en la Batalla de Ocaña. Los franceses conquistaron Sevilla y avanzaron por la costa mediterránea. Ante la derrota del ejército regular, los patriotas recurrieron a la guerrilla popular, convirtiendo la Península en el «infierno español».
Cuarta Fase (1812 – 2 de marzo de 1814)
Las tropas napoleónicas sufrieron sus primeros reveses. La preparación de la campaña rusa obligó a Napoleón a retirar 150.000 hombres de la Península, debilitando la posición de José I. La destrucción de la Grande Armée en Rusia aceleró la derrota francesa en España.
En enero de 1812, el ejército inglés liberó Portugal y estableció una base para entrar en España. En junio de 1812, el Duque de Wellington inició una ofensiva, tomando Valladolid y Madrid, pero la resistencia de Burgos le obligó a replegarse a Portugal.
En mayo de 1813, Wellington lanzó una ofensiva definitiva. José I abandonó Madrid el 17 de mayo, siendo derrotado cerca de Vitoria (21 de junio) y San Sebastián (31 de agosto). En el verano de 1814, la presencia napoleónica en España había desaparecido.
Consecuencias de la Guerra
La Guerra de la Independencia tuvo consecuencias desastrosas para España:
- Demográficas: Más de cinco años de conflicto afectaron gravemente a la población civil, con un alto número de bajas y miles de exiliados.
- Económicas: Destrucción generalizada en todo el país, agravada por la presencia de tropas extranjeras.
- Coloniales: La ausencia de un rey reconocido y la ocupación de la Península facilitaron el proceso de emancipación de las colonias americanas, lo que llevó a la pérdida del imperio colonial español años después.