Crisis y Transformación en la Península Ibérica: Siglos XIV al XVI

La Crisis Bajomedieval (Siglos XIV y XV): Demografía, Economía y Política

La crisis de los siglos XIV y XV afectó tanto al Reino de Castilla como a la Corona de Aragón. Mientras que Castilla inició su recuperación en el siglo XV, Aragón no lo haría hasta el siglo siguiente.

Causas y Consecuencias Demográficas

Las causas de la crisis demográfica se encuentran en las malas cosechas y la falta de recursos. Esto provocó hambrunas constantes que debilitaron y diezmaron a la población. Sin embargo, la causa de mayor mortandad fue la Peste Negra, que se extendió con gran rapidez por la península en sucesivas oleadas, siendo especialmente violenta la de 1348.

La gran mortandad causó un aumento de los despoblados, falta de mano de obra, disminución de la tierra cultivada y una merma en las rentas que percibían los grandes propietarios.

Conflictividad Social

La crisis trajo consigo un aumento de la conflictividad social, con ejemplos como:

  • La revuelta Irmandiña en Galicia.
  • El conflicto de Remença en Cataluña.
  • Los constantes pogromos (matanzas) de judíos.

Economía: Ganadería, Artesanía y Comercio

Desde el punto de vista económico, se desarrolló la ganadería trashumante (con la Mesta, creada en 1273). La artesanía entró en crisis. El comercio sería la actividad menos afectada. En Castilla, se centró en la exportación de lana a través de los puertos del Cantábrico, teniendo, a nivel interno, gran importancia la celebración de ferias como las de Medina del Campo y Medina de Rioseco. En Cataluña, la exportación de textiles se mantendría en el siglo XIV, pero decaería en el siglo siguiente.

Política: Pugna entre Nobleza y Monarquía

A nivel político, la crisis reflejó la pugna entre los grupos privilegiados y la monarquía.

  • Castilla: Hubo periodos conflictivos durante las minorías de edad de Fernando IV y Alfonso XI, la guerra civil entre Pedro I y su hermanastro Enrique II de Trastámara, y los conflictos con la nobleza en tiempos de Juan II y Enrique IV.
  • Corona de Aragón: Se hizo muy difícil llevar a la práctica la doctrina pactista. Los conflictos con la nobleza caracterizaron el reinado de Alfonso V y, sobre todo, el de Juan II, donde estallaría una guerra civil en Cataluña. Se enfrentaron la Generalitat y la Biga (patriciado rentista y grandes mercaderes), en apoyo del Príncipe de Viana, y la Busca, en apoyo de Juan II. El conflicto culminaría con las Capitulaciones de Pedralbes, por las que el soberano reconocía las leyes e instituciones catalanas, y la nobleza le restituyó las rentas reales usurpadas a Juan II.

La Unión Dinástica y la Integración de las Coronas de Castilla y Aragón

En 1469 tuvo lugar el matrimonio de Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Ambos pertenecían a las familias reinantes en Castilla y Aragón, donde reinaban diferentes ramas de la familia Trastámara. Tras morir Enrique IV, estalló una guerra civil en Castilla. Un bando estaba compuesto por Isabel, la hermana del rey, que contaba con el apoyo de Aragón; y la presunta hija del rey, Juana la ‘Beltraneja’, apoyada por Portugal, formaba el otro bando. Las tropas de Isabel vencieron en la batalla de Toro (1476). En 1479 se firmaba la paz de Alcaçovas, por la que se reconocía a Isabel como reina de Castilla. Ese mismo año moría Juan II de Aragón y Fernando heredaba el trono.

Expansión Territorial

  • 1492: Culminó la conquista del Reino Nazarí de Granada, finalizando la presencia musulmana en la península.
  • 1493: Aragón recupera, por el Tratado de Barcelona, los territorios ultrapirenaicos del Rosellón y la Cerdaña de Francia.
  • 1496: Castilla concluye la conquista de las Islas Canarias.
  • 1512: Tras morir Isabel, Fernando conquista Navarra.
  • Con el Reino de Portugal se mantendría una política matrimonial que no daría frutos hasta 1580.

Había concluido el proceso de unificación hispánico. La unión era, sin embargo, una unión dinástica. Bajo los mismos monarcas, los distintos reinos siguieron manteniendo diferentes leyes e instituciones.

La Conquista del Reino Nazarí de Granada y la Incorporación del Reino de Navarra

Conquista del Reino Nazarí de Granada (1481-1492)

Desde su fundación (1246), el Reino Nazarí había sido vasallo de los reyes castellanos. Aunque las reyertas en las zonas fronterizas fueron frecuentes, no fue hasta la toma de Zahara por los nazaríes en 1481 cuando se planteó la ocupación definitiva del territorio musulmán, desencadenándose una guerra que se prolongaría 10 años. Las causas que dieron origen al conflicto hay que buscarlas en los deseos de los monarcas de lograr la unidad religiosa y territorial de la península, pero también en el hecho de dar salida al carácter belicista de la nobleza.

La guerra se libró más practicando el asedio que las batallas campales. Dignos de destacar por su dureza fueron los de Málaga (donde se sometió a cautiverio a toda la población ante su férrea resistencia) y el de Granada, cuya rendición fue negociada en secreto por el emir Boabdil. El 2 de enero de 1492, los Reyes Católicos entraron en la Alhambra. Las capitulaciones fueron, en principio, benévolas con los vencidos, a los que se permitió seguir con su religión y costumbres, ofreciendo a Boabdil el señorío de las Alpujarras, que rechazaría a cambio de una suma en metálico. A partir de 1499 se optaría por la conversión forzosa, lo que daría origen al problema morisco.

Incorporación del Reino de Navarra (1512)

La incorporación de Navarra se produce una vez muerta Isabel y siendo regente de Castilla Fernando. La excomunión del monarca Juan de Albret, el apoyo de los beamonteses y la supuesta conspiración contra Castilla fueron los pretextos que llevaron a Fernando a la ocupación militar del territorio (1512). En las Cortes de Burgos de 1515, el Reino de Navarra quedó definitivamente incorporado a la Corona de Castilla, conservando sus fueros e instituciones.

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