Felipe II: Consolidación del Imperio y Defensa del Catolicismo
Felipe II mantuvo los dos objetivos fundamentales de su padre: conservar la herencia recibida en su integridad y la defensa del catolicismo. Para administrar un territorio tan extenso, Felipe II centralizó su gobierno e hizo de Madrid su capital en 1561 y afianzó su autoritarismo regio. El Rey nunca convocaba las cortes y gobernaba con la ayuda de cancilleres o secretarios y de los Consejeros de Estado, entre los cuales el de Castilla fue el de mayor importancia. El Rey se ayudaba de los virreyes en las audiencias o cancillerías y en las ciudades castellanas del corregidor. Para mantener la hegemonía en Europa se formó un ejército profesional basado en una nueva unidad de combate, el tercio. Para mantener sus reinos dentro de la religión católica, el rey:
- Persiguió a judíos y moriscos conversos.
- Puso en práctica una política de limpieza de sangre.
- Se valió del tribunal de la Inquisición, que celebró varios autos de fe para juzgar a sospechosos de herejía.
- En 1556, Felipe II prohibió a los habitantes del antiguo reino de Granada el uso de su lengua, vestidos y costumbres. En consecuencia, un grupo de moriscos se sublevó en las Alpujarras granadinas. El ejército los venció y fueron expulsados de Granada en 1571.
Uno de los problemas más importantes de su reinado y que le granjeó el descontento de los nobles aragoneses por su autoritarismo fue el caso de Antonio Pérez, secretario de Felipe II, acusado de conspiración. Fue detenido en Madrid y huyó a Aragón, donde pidió protección de sus fueros. Felipe II no respetó las leyes aragonesas.
Política Exterior de Felipe II
Durante su reinado continuaron los conflictos con Francia ya indicados con su padre hasta que los tercios españoles vencieron a los franceses en San Quintín. Se firmó la Paz de Cateau-Cambrésis en la que a los acuerdos territoriales se sumó el matrimonio entre Felipe II e Isabel de Valois, hija del rey de Francia Enrique II.
Felipe II también tuvo que enfrentarse a la amenaza turca en el Mediterráneo tras conquistar los otomanos Túnez y Chipre. La rebelión de los Países Bajos habría de ser el principal problema político y militar de su reinado, se originó por el descontento de los sectores burgueses ante los fuertes impuestos que debían pagar a la corona y por el conflicto religioso al extenderse el calvinismo en la zona norte.
Felipe II también se vio envuelto en un conflicto con Inglaterra. Felipe decidió enfrentarse a Inglaterra y preparó una flota para atacarla: la Armada Invencible. La expedición fue un desastre y la Invencible volvió vencida.
Al morir sin descendencia el rey de Portugal, Felipe II forzó su designación como nuevo rey de este país, ya que como hijo de Isabel de Portugal era el candidato con más derechos. En 1580 decidió invadir Portugal, la anexión se realizó respetando las leyes, las instituciones y la reserva de los principales cargos para los portugueses y supuso la suma de dos grandes imperios coloniales.
América: Un Territorio por Explorar
La expansión en América se caracterizó por:
- La conquista: llevada a cabo por diversas expediciones formadas por militares y exploradores.
- La colonización: organización administrativa y económica del territorio.
Nuevos territorios se incorporan a la corona de Castilla y de esta forma la lengua, la cultura, la religión católica y las leyes se introdujeron en América y Filipinas. Para gestionar los asuntos de América se creó el Consejo de Indias. Para gestionar el territorio se crearon dos virreinatos, se establecieron tribunales de justicia y una sede de tribunal de la Inquisición.
Los intereses de la corona y de los colonizadores eran diferentes. Los conquistadores y los hidalgos llegados a Castilla querían obtener tierras y riqueza de forma rápida, la corona quería lograr la evangelización de los indígenas. Los colonizadores se repartieron las mejores tierras de cultivo y la corona estableció el sistema de encomienda para su explotación. Las minas, por su lado, se explotaban mediante un sistema llamado mita. La corona promulgó las Leyes de Indias, en la que se prohibía la esclavización de los indígenas y se les daba la condición de súbditos de la corona.
La sociedad colonial estaba basada en la desigualdad: élite colonial (grupos de peninsulares), criollos (hijos de los peninsulares nacidos en América), indios de diferentes etnias (mayoría de la población), mestizos (hijos de indígenas con peninsulares).
Conquista de México
Hernán Cortés conquistó el imperio azteca. Los aztecas resistieron en su capital Tenochtitlán, pero Cortés logró tomar como rehén a su emperador Moctezuma y los derrotó finalmente en la batalla de Otumba. La conquista de México abrió el camino a nuevas expediciones.
El Avance Hacia el Sur y la Ruta Asiática
La conquista del imperio inca fue llevada a cabo por Francisco Pizarro y Diego de Almagro. El emperador Carlos V concedió a Francisco Pizarro privilegios en todo aquello que descubriese. El plan de Pizarro era introducirse en los Andes y conquistar el imperio inca. Pizarro encontró a los incas en plena guerra civil. Pizarro aprovechó esa división para enfrentarse a Atahualpa, más tarde Atahualpa fue ajusticiado y la expedición se dirigió hasta Cuzco, capital de los incas.
La Cultura Inca
Cuzco se caracterizaba por sus grandes plazas, templos y avenidas. Los incas tenían un sistema de cultivo de terrazas en las laderas de las montañas. Los incas eran politeístas, sobre todo adoraban al sol. En la segunda mitad del siglo XVI se llegó hasta el sur del continente donde destacaron:
- El descubrimiento de las minas de Potosí.
- La conquista de Chile.
- La fundación de Buenos Aires por Garay.
Núñez de Balboa fue el primero en divisar el océano Pacífico desde Panamá. Miguel López de Legazpi y Andrés Urdaneta fundaron la ciudad de Manila y bautizaron el archipiélago como las Islas Filipinas, en honor al rey Felipe II.